Le pedimos a tres mujeres que escribieran un diario sobre su sexualidad. El descubrimiento más grande: están abiertas a casi todo.
Diario de La Soltera
Nombre: Virginia Vázquez (Cambiamos los nombres de las entrevistadas)
Ocupación: Guionista
Estatus: Soltera
Último acostón: Hace 2 semanas
Número de parejas activas: 5
En búsqueda de: «Lo que sea, desde una aventura de una hora hasta un esposo»
Jueves, 7:00 pm El comienzo
Estoy en una convención de trabajo de cuatro días en un pueblo hedonista del desierto, y estoy lista para lo que sea. Los colmillos de todo mundo están afilados (hasta el autobús estaba lleno de miradas furtivas). [1] Esta libertad es un afrodisíaco, un cambio de dirección en la rueda de la vida del hámster; nuestras habitaciones son las jaulas en donde se pueden volver realidad nuestras fantasías. Las mujeres tenemos recuerdos intensos de sexo en los hoteles, los cuales son activados esta tarde en cuanto pasamos la tarjeta en la chapa para abrir la puerta. Lo bueno de estos lugares es que puedes dejar las sábanas sin lavar.
10:00 pm La acumulación
En la recepción busco ciertas frases: «mi esposa», «mi novia». Escaneo sus manos para ver si tienen anillos de compromiso. Fantaseo en tener aventuras de una sola noche, pero no quedo completamente satisfecha. Verás, quiero un hombre que me dé señal de que la experiencia puede ser más que un momento rápido y anónimo. [2] Quiero que sea afectiva y personal, así como sucia y cruda. Una gran petición, ¿no?
Viernes, 10:40 pm El acto principal
El día ha sido largo y enriquecedor; ha habido muchas evaluaciones. En la cena introductoria todos están recién bañados y brillosos. Mantengo la mirada con algunos hombres y mientras pasa el tiempo algunos se resisten a voltear para otro lado. Pero todavía es demasiado pronto.
En la mesa de un amigo conocí a un papá, del tipo de Harvey Weinstein, brusco, inteligente y fuerte. Puede que esté interesada en otros, pero quiero tocarlo a él, quiero pegármele y sobarme con él, la urgencia es demasiado grande. Resultó inescrutable y dice buenas noches temprano.
Espero que regrese. No tengo problemas con esa táctica (hacer como que no pasó nada, desaparecer antes de que la conversación se atore y luego regresar). [3] Pero no lo vuelvo a ver en toda la conferencia.
Sábado, 12:00 am Muéstrame tu cuarto
Un grupo de personas termina en dos suites adjuntas. Muchas de las mujeres aquí firmarían el contrato si algún hombre pudiese llevarlas a la siguiente etapa con dignidad. [4] Podría decirme que quiere mostrarme un video en su laptop. Podría prestarme un libro, ofrecerme un tequila misterioso para que pueda dormir. Sé que es injusto, pero quiero que un hombre le de finura al trabajo sucio.
8:30 pm Mi mala idea
Le echo el ojo a un ejecutivo junior, rubio, joven y sospechoso. Me viene una visión de qué me espera: palabras sucias, rudo y sorprendentemente sensible después. Se da cuenta de que lo observo. Volteo la mirada. Soy muy sexual cuando mi cuerpo se siente bien y bajo la cortina del negocio cuando no es así. El cansancio de la noche anterior me alcanza y me arrastro a la cama. Justo en la noche en la que todos están muy verdes y encorvados.
Domingo, 9:00 am «Quiero cogerte»
En el desayuno, una amiga me muestra una conversación sucia de mensajes de texto que tuvo con otra persona de la conferencia. Ya en la luz de la mañana, se encuentra perdida en una zona gris: no sabe si es una cabrona o una puta. Para que la conexión se mantenga de aquí hasta que caiga el Sol, necesitaría que el tipo fuese amigable (para balancear la conversación sucia con una plática amistosa de media noche). [5]
5:00 pm Sueño húmedo despierto
La sala de proyección es oscura y mi muslo toca accidentalmente al hombre que se sienta a mi lado. Puedo sentir su calor. Después de dos horas, salgo de la sala flojita y llena de energía sexual. Si me agarrara del brazo y me dijera «ven conmigo», sin duda iría.
Lunes, 12:00 pm Cosechando lo sembrado
Nos damos las tarjetas de presentación. Polinizamos con nuestra información. Todos viajamos (algunos de nosotros vivimos en la misma ciudad). Habrá muchas oportunidades de cortejo. Cuando llegué a casa, ¿quién crees que me encontró en facebook? Mi amor platónico Harvey Weinstein. Siento mariposas en el estómago. El tipo había navegado por el caos de la conferencia, mientras me dejaba curiosa, emocionada e incierta casi hasta el punto de rendirme. Cenaremos la semana entrante, y quién sabe qué más.
Lee su mente
[1] Las mujeres son valientes cuando están lejos de casa. «Las consecuencias son fugaces», afirma Jamye Waxman, autor de Getting Off. El bar del hotel no es el único lugar para cazar. Busca a las que se quedan en el salón de convenciones (la vista es mejor). O quédate para conmiserarte después de una dolorosa conferencia.
[2] «Las mujeres se tranquilizan con la intimidad no verbal», dice el terapeuta sexual, el doctor Sander Gardos, fundador de MyPleasure.com. «Se trata de mantener el contacto visual, sin distracciones y de responder a su cuerpo. Ella sólo quiere tu atención.»
[3] Los ligues rápidos de todas formas necesitan profundidad. «Paso uno: conózcanse y salúdense. Paso dos: reafirma la relación. Pasa tarjeta con mensajes de texto o correos electrónicos con bromas y comentarios de la fiesta de anoche. Paso tres: forma un lazo más allá del trabajo», recomienda Jamye Waxman.
[4] Un hombre decisivo «hace que las mujeres confíen más», explica Waxman. ¿Qué hacer? Ten confianza en ti pero no seas pedante. Usa estas tres frases para no fallar: «No he podido dejar de verte», cuando se conozcan; «Vámonos de aquí», para irse al hotel; y después, «he estado pensando en esto toda la noche».
[5] «Si las cosas se aceleran, no asumas que puedes ser igual de picoso en persona», señala Regina Lynn, autora de Sexier Sex. «La tecnología crea una intimidad falsa», agrega Gardos. Tómalo con calma en persona.