Miles de compañías y gimnasios están vendiendo dietas basadas en tus genes, pero ¿realmente funcionan y deberías de comprarlos?.
¿Podrían tus genes ser responsables del aumento de peso? Y, de ser así, ¿eso significa que debes ajustar lo que comes y cuánto, según tu ADN? Varias empresas argumentan que las dietas basadas en genes son la respuesta. Aquí están los detalles.
LO QUE PROMETEN
Con un isótopo que pasas por tu mejilla y un pago de un par de cientos de miles de pesos, recibe un plan de nutrición personalizado basado en tus genes. Síguelo y te sentirás bien, perderás peso, tendrás más energía y lograrás claridad mental, además si lo mezclas con un poco del entrenamiento que te dan en los gimnasios, lograrás tus metas en un dos por tres.
¿QUIÉN LO HACE?
Existen muchos distribuidores en México y principalmente en Estados Unidos y Europa, donde el hacer análisis de ADN es muy sencillo y basta con un click en Amazon para tener un kit, algunos de ellos son: Dieta del biomarcador, nutrigenómica, DNAFit, VitaGene, entre otros.
¿QUÉ DICEN LOS EXPERTOS?
«La base de estas compañías es que sabemos que hay variantes genéticas que influyen en la forma en que una persona responde a un alimento en particular», explica David Mutch, profesor de nutrigenómica en la Universidad de Guelph. “Pero hay una trampa, la ciencia no puede decir definitivamente cómo dos personas con diferentes variantes de un gen responderán de manera diferente a los cambios en las dietas”, explica.
“Además, los kits de base genética no evalúan las variantes genéticas que serían importantes para realizar un análisis completo”, dice Paul Franks, profesor de epidemiología genética en la Universidad de Lund.
EN CONCLUSIÓN
Los expertos en salud y los genetistas dicen que no son realmente funcionales y bastante caros, así que si puedes evita hacer compras de dietas y planes que son demasiado buenos para ser verdad.
«Estos kits miden los marcadores genéticos comunes de la ingesta de proteínas y grasas, pero no tienen una relevancia real a nivel individual», dice Franks.
Un estudio de 2018 publicado en JAMA concluyó que los genes no podían predecir si una dieta baja en grasa o baja en carbohidratos era mejor para ayudar a los participantes a perder peso.
Toma el dinero que gastarías en el kit e invierte en algunas frutas, verduras y una visita al nutriólogo, así en lugar de gastar, inviertes.
Relacionado: «¿La dieta militar realmente funciona?»