“JOMO” o “Joy Of Missing Out” podría ser la nueva tendencia de las redes sociales para mejorar tu salud mental. Es hora de eliminar tu miedo a perderte sin tu teléfono.
«Ahora atiendo el teléfono como un pájaro herido», escribió Carol Ann Duffy en un poema sobre los rituales del romance digital. La línea, a la distancia, era profética: esto es lo que todos hacemos hoy, no solo en previsión de mensajes de texto, pero para ponerse al día con las noticias, ver videos, visitar nuestro sitio, jugar juegos y tocar dos veces Instagram. En occidente, revisamos nuestros teléfonos 50 veces al día.
Se han convertido en «nuestros cerebros externos», según la antropóloga de Harvard, Amber Case, «ayudándonos a conectarnos”. Sin embargo, esta conexión casi ilimitada con el mundo en general puede tener el costo del mundo justo en frente a ti.
JOMO – FELICIDAD POR PERDERTE LAS COSAS
Un estudio reciente encontró que dos tercios de las mujeres se sienten rechazadas por el hábito de sus parejas de publicar mensajes o responder a las notificaciones a mitad de la conversación. Todos lo hemos hecho, pero ¿por qué? ¿realmente necesitas saber qué ha cocinado un viejo compañero de clase para la cena, o en dónde está el primo de un amigo de tu hermano que está haciendo un retiro de acondicionamiento físico?
Los investigadores de Nottingham Trent University han descubierto que la adicción a las redes sociales está impulsada principalmente por FOMO, el «miedo a perderse una actividad que están realizando los demás, y el sentimiento de que tus amigos y las conexiones están llevando vidas más interesantes y gratificantes que tú”. Aunque a menudo es ilusorio, el fenómeno puede hacerte realmente infeliz: un estudio reciente de la Universidad de San Diego lo relacionó con «síntomas depresivos» y, en el peor de los casos, «resultados relacionados con el suicidio».
Medir tu vida contra las experiencias de Photoshop de tus compañeros en el gimnasio o la cantidad de tiempo que invierten en sus cuerpos contra la tuya que tienes que trabajar más de lo normal puede agotarte tanto como una sesión interminable en una cinta de correr. ¿Pero cómo te bajas de este tren?
Puedes comenzar dando la espalda a lo que el psicólogo Svend Brinkmann llama nuestra «cultura de desarrollo desenfrenada» en su nuevo libro sobre JOMO, o la «alegría de perderse las actividades que otros están haciendo». La felicidad no es un deporte cuyo puntaje se mide en «me gusta». Brinkmann argumenta que aceptar esto para enfocarse en quién eres, no en quién crees que deberías ser, no es una derrota.
Si FOMO es un «problema de autocontrol», como lo describe el científico conductual Wilhelm Hofmann, entonces JOMO se trata de reafirmar tu personalidad. Por lo tanto, disfruta de una buena soledad cerrando sesión, o al menos limita la cantidad de tiempo que pasas en las redes sociales utilizando aplicaciones que miden su uso, o revisando la cantidad de tiempo que pasas en IG y reduciendo el tiempo de 3 horas a 1 o menos.
El año pasado, el CEO de Google, Sundar Pichai, anunció varias herramientas para hacer esto en una conferencia tecnológica. Proyectado detrás de él estaban las palabras: «Alegría de perderse». Si FOMO es una maldición, parece que JOMO se está convirtiendo rápidamente en una tendencia. Es tiempo de perderse un poco por tu bien mental.