Si tus intenciones con esa chica son genuinas, aunque no lo quieras, primero deberás ganarte a quienes la trajeron al mundo.
Muestra tu mejor cara
Todos sabemos que las primeras impresiones cuentan demasiado, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Conocer a sus progenitores es una situación plagada de peligros.
Tu misión es demostrar que no eres un pervertido cuyo único propósito es corromper a su virginal pequeña, sino un emprendedor joven que proveerá de gloria a la familia. La verdad es que es una expectativa algo difícil de cumplir. El consejero profesional, Rasheed Ogunlaru, dice que debes convertirte en la mejor versión de ti mismo. Imagina las partes de tu personalidad como los «bajos», «agudos» y el «volumen» de un estéreo y ajústalos a su nivel óptimo: súbele a tus modales positivos, a tu encanto? Y bájale a las malas palabras.
Haz tu tarea
«Prepárate. De forma previa infórmate un poco sobre cómo son sus padres antes de conocerlos -lo que les gusta y lo que no. Si tu interés es real, el de ellos también lo será», explica Ogunlaru. Es una gran oportunidad para entrar con el pie derecho, así que aplícate en los detalles.
Cuida tus modelos
«Recuerda darle la mano a tu posible suegro -y no pedirle una cerveza de entrada», aconseja Bruce Montgomery, director de diseño de la marca de ropa masculina Daks. Míralo a los ojos, pero no compitas. «Mantenerte en el lado conservador es una gran política. Diles señor o señora y les demostrarás respeto y modales. Si les gusta que les llamen por sus nombres de pila te lo harán saber, pero se sentirán halagados porque les diste un título formal desde el incio. Si son gente muy formal, entonces habrás ganado muchos puntos», añade Ogunlaru. «Pero debes ser tú mismo porque tarde o temprano te conocerán al 100%. Si te relajas ellos lo harán.»
¿Vale la pena?
Por encima de todo recuerda que es tu novia la que debe amarte (y tú a ella) para hacerte pasar por toda esta tortura. Si la puedes hacer feliz, sus padres son sólo un extra.