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Si la cabeza de tu palo de golf es tan grande como un perro pequeño y ni así asestas un buen golpe, ¿qué es lo que haces mal? «Si cuentas con una buena postura y un palo decente, puede ser que te alejes demasiado de la pelota», dice James Day, instructor y fundador del London-based Urban Golf.
1 Con el palo frente a tus manos, colócate en posición. La pelota debe estar paralela a tu pierna izquierda. Tu columna debe mantenerse recta, dobla un poco la cadera, no tus hombros. Mantén tus rodillas ligeramente dobladas y asegúrate de que tu peso está bien balanceado.
2 Sujeta el palo, más con la fuerza de tus dedos que de las palmas de tu mano. Lo más importante es formar una V entre tu dedo índice y el pulgar de cada mano, ambas deben estar apuntando al hombro contrario.
3 Lleva el palo hacia atrás manteniendo su cara derecha. Voltea tu cadera y torso mientras extiendes las manos. Piensa que la parte superior de tu cuerpo es una polea que está lista para liberarse.
4 Cuando veas la cabeza del palo por el otro lado comienza el movimiento del swing. Debe ser fluido y con ritmo para finalizar completamente del otro lado.
5 No esperes practicar siempre en el campo de golf. Comienza desde tu casa, haz el movimiento frente a un espejo para que identifiques tus fallas durante el trayecto.