Aunque muchos lo piensan, en realidad no subes de peso por fumar marihuana, de hecho podrías perder peso y bastante.
¿Crees que es un cliché que los drogadictos siempre tienen ganas de comer? Bueno, no es totalmente falso, las investigaciones muestran que fumar marihuana en realidad afecta los mecanismos que provocan el hambre en nuestro cerebro: los receptores desencadenan la liberación de hormonas que nos hacen sentirnos hambrientos, lo que nos hace engullir todo lo que está a la vista.
Pero a pesar de que hay un poco de verdad en el estereotipo de yonkie fofo masticando pastelitos o cheetos, eso no significa que sea 100% legítimo, otros estudios han demostrado que fumar marihuana no conduce al aumento de peso; de hecho, podría ayudarte a perderlo.
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Es importante tener en cuenta que la cannabis no es una receta que tiene como propósito adelgazar: si no se hace ejercicio y tienes hábitos alimenticios poco saludables, entonces fumar marihuana probablemente no te ayudará a tener un IMC más bajo, pero según un estudio de 2011 del American Journal of Epidemiology, incluso si el consumo de cannabis aumenta el apetito, «las personas que consumen cannabis tienen menos probabilidades de ser obesas que las personas que no consumen cannabis”, otros estudios también han demostrado que muchos consumidores de cannabis tienen cinturas más cortas que los no usuarios, así como niveles más bajos de colesterol además, estos resultados han demostrado ser verdaderos independientemente del tamaño de la muestra o de factores como la edad y el género.
Entonces, ¿por qué podría ser este el caso? Los investigadores especulan que es debido al tetrahidrocannabinol (THC), el compuesto de la marihuana que hace que las personas estén “elevadas» para probar el vínculo entre el THC y la pérdida de peso, los investigadores de la Universidad de Calgary examinaron los ratones de peso normal y ratones obesos, a los cuales se les dio THC diariamente. Los investigadores encontraron que, si bien el THC no tenía ningún efecto sobre el tamaño de los ratones que ya tenían un peso regular, causó que los ratones obesos perdieran peso, los investigadores plantearon la hipótesis de que esto se debía a que el THC causó cambios en el microbioma intestinal que ayudaron a regular la pérdida de peso y la digestión.
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Otros estudios en Polonia, Italia, Hungría, Canadá y el Reino Unido han replicado estos hallazgos, lo que lleva a algunos investigadores a concluir que existe «una correlación entre el consumo de cannabis y la reducción en el IMC», dice el Doctor Sunil Aggarwal, médico con sede en Washington e investigador de la cannabis. «Esta asociación se mantiene incluso después de controlar otras variables», como la edad, el sexo o por qué una persona está fumando marihuana por ejemplo, un paciente con cáncer que usa marihuana como método para aliviar el dolor.
Dicho esto, también hay algunas pruebas que indican que los efectos de la marihuana en la fluctuación del peso son más complicados de lo que Aggarwal sugiere. Didier Jutras-Aswad, profesor de neurociencia en la Universidad de Montreal, ha estudiado cómo la cannabis afecta las funciones de los circuitos neurobiológicos que controlan el apetito.
«Se sabe que la cannabis causa un aumento temporal en el apetito», lo que de hecho puede llevar a un aumento de peso, sin embargo, reconoció que «en cuanto a si realmente causa un aumento de peso a largo plazo, los datos disponibles son limitados».
Conclusión: todavía tenemos un largo camino por recorrer en términos de investigación, pero atención tal vez algún día, si quieres perder unos kilos, el consejo de tu médico de cabecera será: «Solo dale unas caladas al día”.
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