Evita las fallas de relaciones anteriores con este atrevido vistazo a su pasado.
PREGUNTA 4
¿Alguna vez le fuiste infiel?
Casi siempre una de cada cinco mujeres admite haber sido infiel, de acuerdo con una investi- gación publicada en Archi- ves of Sexual Behavior. La causa, en general, fue la incompatibilidad sexual. Pepper Schwartz, profe- sora de sociología de la Universidad de Washing- ton, y sus colegas apoyan un vínculo con base en lo sexual: 49 por ciento de las que admitieron haber sido infieles, lo hicieron debido al aburrimiento en la cama. Y un análisis de la Universidad de Denver asegura que un engaño del pasado afectará a la fideli- dad del futuro.
PON A PRUEBA SU COMPATIBILIDAD
«Las diferencias sexuales regularmente tienen que ver con un choque de expectativas», dice Engler. «Ella podría sentirse amenazada por lo que le estás proponiendo, pero puedes desviar su ansiedad si le explicas lo que cierto acto sexual significa para ti». «Aun eso, a veces no es suficiente», indica la doctora Debby Herbenick, consejera de Men?s Health en materia de relaciones. «Tal vez odie el sexo oral y tú tendrás que seguir adelante o aceptar la idea de vivir con alguien que no participará en ello».
PREGUNTA 5
¿Cómo concluyeron tus relaciones pasadas?
Quizá la terminaron o tal vez ella terminaba con ellos. «Cualquier extremo puede indicar cuestiones de confianza», comenta la maestra y trabajadora social clínica Rachel A. Sussman, consejera de parejas en Nueva York y autora de The Breakup Bible. De acuerdo con Sussman, un rompi- miento reciente y dolo- roso puede hacer que se preocupe de que le vayas a romper el corazón. «Este tipo de mujer siempre espera que se caiga el otro zapato», dice Rachel. «Y esa paranoia hace que ella piense que es mejor ter- minar con la relación en el mismo minuto en que se siente incómoda».
ELEVA TU JUEGO
«Agasájala con atenciones», afirma Hokemeyer. Eso significa ignorar el teléfono y dejar de ver a otras mujeres mientras estés con ella. Gestos caballerosos, como abrirle la puerta y acomodarle la silla, son buenas alternativas. «La hacen sentir valorada en público y le dices al mundo que la atesoras», dice Hokemeyer. «Si ella se siente insegura, se mostrará sensible al nivel de atención que le brindes. No es lo que digas, sino lo que hagas».