Hay cientos de opciones, escoger los adecuados pueden mejorar el desempeño de tu auto.
¿Brillantes, mates o de dos colores? ¿Pequeñas o grandes? Los rines pueden resultar decisivos para la apariencia externa de un auto, pero muchas veces se pasa por alto que las cuatro ruedas son responsables de casi un cuarto de la resistencia aerodinámica y que el peso de estas tiene una gran influencia en la conducción. Por ello, cada vez es mayor la motivación por optimizar el diseño de las llantas.
Las ruedas son junto a los frenos elementos rígidos, por lo que cuanto más pequeñas son, menor es el momento de inercia y más suave es la suspensión. Por ello, los fabricantes de llantas apuestan en lo posible por materiales ligeros, en especial el aluminio, pero también por el magnesio o la fibra de carbono. También existen las llantas híbridas de aluminio y fibra de carbono.
La mayor parte de los coches, sin embargo, dispone de rines de aluminio o de acero, especialmente usados en los vehículos más baratos y útil para los neumáticos de invierno. "Por lo general no se puede decir que las ruedas de aluminio sean mejores que las de acero", dice Ruprecht Müller, experto técnico en el club del automóvil ADAC. Las de acero son más robustas y soportan mejor los golpes con los bordillos, por ejemplo.
Sin embargo, fabricantes como BMW, Mercedes o Volkswagen apuestan mayoritariamente por ruedas de aluminio. Florian Schek, director en BMW de materiales ligeros, afirma: "Por lo general el aluminio con diferentes aleaciones ofrece una mayor rigidez que el acero y a la vez, menor peso". Las llantas de aluminio no ofrecen sin embargo siempre una ventaja de peso.
Stefan Gies, responsable de chasis Volkswagen, agrega como ventaja del aluminio las mayores posibilidades de diseño y forma y la mejor evacuación del calor producido por los frenos.
Eso se cuida especialmente en el equipamiento de serie de los vehículos deportivos, cuyos frenos están especialmente exigidos. Los ingenieros necesitan por ejemplo el 30 por ciento de superficie libre para la refrigeración de los frenos. Eso se consigue a través de un diseño abierto con radios en filigrana, entre otros métodos. "Cuanto mayor es la rueda, se pueden elegir frenos más grandes y eso influye mucho en toda la aerodinámica del vehículo", dice el ingeniero de BMW Florian Schek.
Las ruedas de aluminio pueden ser forjadas o moldeadas a presión, lo que hace que la producción de la pieza sea más económica y que ofrezca más libertad en el diseño. Las ruedas de aluminio moldeado a presión no son siempre necesariamente más ligeras que las de acero, pero las de aluminio forjado en comparación pesan menos y debido a que tienen menos elementos rígidos, ofrecen más comodidad, aunque cuestan un poco más que las moldeadas a presión.
Un nicho lo ofrecen las ruedas de materiales especialmente ligeros y caros como el magnesio o la fibra de carbono, que encuentran su hueco en la competición deportiva. Las ruedas de fibra de carbono exigen una producción cara y costosa y no evacuan el calor tan bien. La rueda híbrida de fibra de carbono se encuentra en un estadio de prueba y está compuesta de una parte central forjada y un fondo de fibra, lo que hace que los costos se controlen.
En cuanto a las llantas de aluminio la tendencia, según los expertos, es ir hacia ruedas deportivas grandes, en su mayor parte forjadas. Las ruedas grandes tienen la ventaja de que son más anchas y ofrecen contornos de los neumáticos más planos, que permite transmitir mejor las fuerzas de la aceleración, el frenado y la dirección.
Sin embargo, también aumentan el consumo, y la comodidad de la suspensión se resiente. Los conductores que busquen confort deberían apostar por ruedas más pequeñas con un tamaño máximo de 16 o 17 pulgadas, que logran un buen punto intermedio entre comodidad y deportividad.
En el diseño de llantas cada vez se presta más atención a la reducción de la resistencia al viento, debido también a las exigencias para reducir las emisiones de CO2. "La forma tiene una gran influencia en la aerodinámica y con ello en el consumo, sobre todo a velocidades altas", explica Schek, el hombre de BMW.
Las ruedas deberían producir las menores turbulencias posibles y así reducir el coeficiente aerodinámico, por lo que es bueno dar preferencia a diseños planos y cerrados.