Respuestas para sus preguntas sobre el amor, el sexo y los vestidos que la hacen ver gorda. Apréndelas y sorpréndela.
Son las 19:30. Trabajas en un archivo en tu laptop, con una cerveza sobre la mesa y un el partido de la TV en mute. Entonces entra tu chica, cargando la inevitable pregunta: «¿Qué tal tu día?». Es una prueba. ¿Podrás con ella?
No es que los hombres no sepan, puedan o deseen hablar. De hecho, un estudio de 2007 realizado por la Universidad de California en Santa Cruz, Estados Unidos, el meta-análisis concluyó que los varones charlan más que las mujeres. Aunque ellas participan más durante las conversaciones, los hombres hacen más aseveraciones por lo general. También hablan por más tiempo y proponen con mayor frecuencia. Eso es algo que ellas odian.
El problema: las chicas utilizan el lenguaje para conectarse, pero los hombres lo usan como herramienta de poder. «Ustedes son comunicadores literales», comenta Audrey Nelson, experta en comunicación de género. «Eso funciona por lo general en el terreno de los negocios, pero con la pareja es un error».
Aprende a minimizar el daño verbal y conseguirás intercambios más satisfactorios, tanto a nivel social como sexual.
ELLA PREGUNTA ¿Con cuántas mujeres has estado?
Respuesta correcta: «He tenido relaciones con distintas mujeres, pero ninguna con la que quisiera quedarme».
Respuesta equivocada: «Catorce y media. Sin contar las que fueron un error».
Lo que ella escucha: «A diferencia de todas aquellas chicas, a mí me gusta la idea de quedarme contigo, amor». Ella entenderá eso a pesar de que tú realmente no sepas cómo te sientes. «Ninguna mujer desea sentirse como una conquista», advierte Nelson. Ella desea saber que la valoras como compañera dentro y fuera de la cama. «Enfatiza el hecho de que tu conducta pasada no es un indicador de cómo eres ahora», recomienda Sandor Gardos, terapeuta sexual y fundador de mypleasure.com. «No es necesario que le entregues un Excel de tu historial romántico».
ELLA PREGUNTA «¿Me veo gorda con esta ropa?» (Así es)
Respuesta correcta: «No te hace justicia. Mejor usa el negro que te hace ver tan sexy».
Respuesta equivocada: «No diría que gorda«.
A ti te parece molesto, desesperado y descarado. Los psicólogos la llaman «la plática de la gordura». Una manera en que las mujeres se conectan con otras mujeres, pero también una táctica para demostrar que pone atención a su cuerpo, de acuerdo con un estudio publicado en 2010 por Body Image. Saca la palabra «gorda» de tu vocabulario -si se te ocurre mencionarla ella no captará el mensaje, dice Nelson. «Acentúa lo positivo». No es necesario mencionar su lonja, mejor busca otro atuendo y menciona lo bien que se le ve y las razones.
ELLA PREGUNTA «¿Crees que aquella mujer está muy buena?»
Respuesta correcta: «Es atractiva. ¿Tú qué opinas?».
Respuesta equivocada: «De un modo vulgar».
Si tu novia pregunta esto es porque sabe que la mujer en cuestión es sexy. «La clave es poner a prueba tu honestidad», explica Chris Fariello, miembro del Council for Relationships. Eso significa usar palabras suaves y sin connotación sexual, como «atractiva» o «bonita», en vez de usar términos eróticos que la hagan pensar en tu lado libidinoso. Debes preguntar su opinión: de pronto ambos son jueces de American Idol, en vez de impertinentes individuales. «Retira la atención de la otra mujer y convierte el momento en una conversación entre tú y ella», recomienda Justin Lookadoo, autor de Dateable: Are You? Are They?
TÚ SOSPECHAS Que ella te engaña
Dile: «Puede sonar paranoico, pero me preocupa tu relación con Juan. ¿Podrías ser honesta conmigo?».
No digas: «Te acuestas con Juan, ¿cierto?».
En un estudio del College Student Journal, de Estados Unidos, 63% de los hombres admitieron que tendrían una aventura si su pareja no se entera. Únicamente 52% de las mujeres dijeron lo mismo. Estás programado para sospechar, el celo masculino ha evolucionado para prevenir la creación del hijo de un tercero. «Los hombres tienden a insultar cuando sospechan infidelidad», ilustra Todd Shackelford, psicólogo de la evolución en la Florida Atlantic University, en Estados Unidos. «Puede tratarse de un intento por minimizar el sentido femenino de valor como pareja para evitar que busque en otras camas.» Pero si actúas como abogado reaccionará a la defensiva y será más probable que oculte la verdad. Lo que tú necesitas es conocer la verdad, entonces deberás proceder de un modo que la haga bajar sus defensas y puedas obtener lo que buscas. «Presenta tu sospecha no como un hecho sino como una preocupación», explica Sheenah Hankin, psicoterapeuta y autora de Complete Confidence. «Abrirás la puerta de la verdad».
ELLA PREGUNTA «¿Hacia dónde va nuestra relación?» (La verdad: hacia ningún lado)
Respuesta correcta: «Debo ser honesto. No busco una relación seria por el momento».
Respuesta equivocada: «Creo que tenemos potencial».
La realidad es que ella desea escuchar que te comprometes. De no ser así, ella te ha entregado una invitación para endulzar la respuesta. «No querrás herir sus sentimientos y lo más probable es que desees que se quede para poder tener sexo con ella», comenta Fariello. «Pero si le das alas es posible que se aferre a ello». Traducción: si terminan en tres semanas te atacará con el «potencial» como un dardo venenoso. Una respuesta honesta le permite tomar una decisión informada, y te permite conocer su madurez emocional. Si comienza a aullar como lobo sabrás que tus temores ante el compromiso son acertados.
ELLA PREGUNTA «¿Qué opinas del matrimonio?» (No te interesa)
Respuesta correcta: «Tengo mis reservas, pero no significa que no pueda trabajarlas».
Respuesta equivocada: «Está bien para la gente casada».
Relájate. Es probable que ella no te esté colocando una trampa, nada más monitorea tu nivel de compromiso. «Ella necesita que la apruebes y crear un lazo contigo», explica Nelson. Tu estrategia: sé directo pero enfocado al futuro. Utiliza «señales de conexión», como asentir con la cabeza, sonreír e inclinarte hacia ella. Estas emisiones no verbales activarán la misma respuesta química en su cerebro que el compromiso a futuro, de acuerdo con un estudio de la Universidad de California, en Estados Unidos. Claro que no tiene el mismo efecto que ponerte de rodillas y mostrarle un diamante, pero esos movimientos la harán sentir más empatada contigo, aunque no le estés pidiendo matrimonio. Considera invitarla a conocer a tus padres, esto será prueba suficiente de que inviertes en ella, sin necesidad de un anillo.
TÚ PIENSAS «Mi vida sexual es rutinaria»
Dile: «¿Te gustaría intentar esta posición? Si no te gusta hagamos lo que ya sabemos».
No digas: «Tú serás la carreta y yo el granjero que la empuja».
«No le menciones una nueva postura de la nada. Las mujeres necesitan tiempo para procesar la información», comenta Jeffrey Bernstein, autor de Why Can?t You Read My Mind? «Ella quiere sentirse incluida». Eso significa que debes plantar la idea en su cabeza antes de meterte bajo las sábanas. Mándale un mensaje de texto durante el día, o un e-mail en el que le digas que no puedes esperar para verla. Así entrará en la misma frecuencia que tú sin sentir presión. Una vez que estén en la cama enfatiza la sensualidad, no el éxito de tu nuevo movimiento. «Prepárate a fallar y reír al respecto», insta Gardos. «Dile que no funcionó y sigue con lo tuyo». Y si consiguen el éxito, aplaude lo temeraria que es (es posible que solicite un encore).
ELLA DICE «Te amo» (Pero tú todavía no estás preparado)
Respuesta correcta: «Todavía no estoy listo para decir eso, pero me siento cerca».
Respuesta equivocada: «Gracias».
Antes que nada, no te estreses. Un estudio reciente del Baruch College, en Estados Unidos, demostró que la tecnología moderna (mensajes de texto, e-mail y Messenger) son una de las razones por las que la frase se utiliza con mayor libertad. Dicho lo anterior, no debes desacreditar su atrevimiento. Dile que tus sentimientos por ella crecen y cambia tu estado en Facebook. Puede sonar tonto -está bien, es tonto- pero en una investigación de la Michigan State University, en Estados Unidos, 20 por ciento de los participantes dijo no considerar una relación como oficial hasta que apareciera en esa página.
PIENSAS «Se acabó, pero ella todavía no lo sabe»
Dile: «No seré capaz de darte lo que mereces».
No le digas: «Tú sabías que no estaba listo para comprometerme».
Nadie disfruta el rechazo. «Acepta la culpa por el declive de la relación», aconseja Les Parrott, fundador autor de L.O.V.E.: Putting Your Love Styles to Work for You. Así suavizarás el golpe sin darle esperanza para la reconciliación. «Explica la ruptura en términos de tus propios valores, en vez de señalar lo que hizo mal».