Investigadores de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, descubrieron que es posible engañar a tu mente y guardar la línea.
Puedes engañar a tu mente y hacerle creer que comerás algo que le producirá más saciedad de lo que realmente saciará. Durante el estudio los participantes aseguraron sentirse más satisfechos durante más tiempo cuando se les hizo creer que la porción que se le administró era más grande. ¿La razón? Las experiencias vividas con la comida influyen en tus expectativas acerca de la saciedad. Esto, a su vez, repercute en el tamaño de la porción, sensación de hambre y satisfacción después de comer. Los científicos creen que estos resultados tendrán un impacto positivo en las futuras etiquetas de los productos.