Las fobias médicas pueden poner tu salud en riesgo. La solución: enfrenta tus temores.
El problema: agujas (Belonefobia) La aversión a las agujas es una razón común para que la gente no se vacune, según un estudio de la universidad de Toronto. También impide que te realices un examen de sangre. «Si el miedo te hace incapaz de recibir esa dosis de penicilina, se trata de un problema más serio», dice pollack.
La solución
Elimina los pensamientos distractores y concéntrate en una palabra mientras practicas respiraciones profundas. «La meditación reduce la ansiedad y te ayuda a vencer la fobia», explica pollack. Hazlo de cinco a 10 minutos antes de ir al consultorio, y luego reanúdalo mientras el temido momento se aproxima.
El problema: el consultorio (Iatrofobia) Si el miedo te agobia apenas entras al hospital, tu medición de la presión sanguínea puede no ser exacta. Los médicos le llaman «hipertensión de la bata blanca», condición que puede ser la señal inicial de un síndrome metabólico, de acuerdo con un estudio de Turquía.
La solución
Háblalo con tu médico. Él puede platicar contigo y evitar registro de hipertensión debido a que ello calma la ansiedad. Si aún no puedes conseguir una buena medición, mide tú mismo tu presión en casa, aconseja pollack. Será más factible relajarte al estar sentado en tu propio sofá.