No tener una idea clara de qué padeces, para qué sirve lo que estás tomando y cuándo sanarás son los síntomas de una consulta mal hecha.
Menciona:
Tu historial médico familiar. «En especial si se trata de diabetes, hipertensión, cáncer, epilepsia, enfermedades del hígado o del riñón», explica Iván Jiménez Vázquez, médico general con experiencia en programas preventivos.
Tu historial médico personal. Enfermedades pasadas y actuales (tratamiento que tomas y desde cuándo), cirugías, alergias a medicamentos, prácticas sexuales y si has tenido transfusiones de sangre.
Pregunta:
Qué cree que tengas y por qué te pide tales estudios. Él no debería incomodarse y tú puedes esperar una explicación convincente.
Si se trata de una enfermedad curable o crónica. No te aflijas por las causas, «aún si son desconocidas existe forma de mejorar tu salud», menciona Jiménez.
Qué tratamiento debes seguir y sus probables reacciones adversas. «Si irrita el estómago o provoca náusea; de qué modo prevenirlo y en qué circunstancias suspender el medicamento», agrega Jiménez.