Ejecuta estas tres tácticas para aplicar una política de cero tolerancia: tal es la única forma de romper un mal hábito.
Ejecuta estas tres tácticas para aplicar una política de cero tolerancia: tal es la única forma de romper un mal hábito. No te des premios, ráscate la comezón mentalmente.
1 Ponte una liga de plástico
Cuando sientas un antojo imperioso, estira la liga y pégate en la muñeca tres veces. Los científicos y los torturados le llaman a esto afirmación negativa: antojos igual a dolor. Es como si te pegaras en la nariz con un periódico.
2 Sírvete un vaso de medicina
Cuando se trata de hábitos nerviosos, beber agua es tu mejor arma. Tómate por lo menos un litro. Los resultados son asombrosos. Sólo ten cuidado de que no se trate de agua azucarada, refresco o cerveza…
3 Cambia de lado de la cama
Si creas hábitos constantemente, revisa tus rutinas (la hora en que despiertas, lo que comes de desayuno, las rutas que tomas para ir al trabajo, etcétera) cada tres meses.