Que te mates de hambre no significa que cumplas al pie de la letra la dieta correcta, a veces hay factores difíciles de detectar.
«La deficiencia de vitamina D puede dificultar tu reducción de peso», reveló un estudio realizado en la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos. Los investigadores buscaron una forma precursora de vitamina D en la sangre de personas obesas que se habían sometido a una dieta. Por cada dos microgramos extra en cada litro de plasma, los pacientes redujeron alrededor de medio kilo de peso. Si quieres saber cómo andan tus niveles de ese nutriente, ve al laboratorio y pide que te practiquen una prueba de sangre. Para asegurar que la administras a tu cuerpo a través de la dieta, ingiere oleaginosas y productos lácteos.