Fortalece tu corazón con los consejos de los expertos y los avances de los últimos estudios que aquí te proporcionamos.
Regresemos a la escuela por un momento (es sólo como recordatorio, no te vamos a hacer examen después de este artículo). La función primordial del corazón es bombear sangre para llevar oxígeno a todos los tejidos del cuerpo. Si no cumpliera con este objetivo básico, que inicia prácticamente desde antes del nacimiento, simplemente las células de tu cuerpo dejarían de funcionar y morirías en unos cuantos segundos.
Tener una mala alimentación, no ejercitarte y caer en algunos vicios, como tomar en exceso o fumar, van dificultando cada vez más su accionar o, bien, van tapando arterias hasta que tu corazón sufre un ataque. Cuando eres joven, tu corazón parece estar hecho a prueba de balas. Sin embargo, conforme pasa el tiempo, esa sobrecarga a la que lo has sometido con alimentos grasosos e inactividad te pasa la cuenta. Y, cuando eso sucede, muchas veces ya es demasiado tarde. Así que, mejor, cuídalo para que haga bien su trabajo. ¿Cómo lo vas a hacer? Con los siguientes consejos. Verás que muchos alimentos que evitabas son los que ahora te pueden ayudar.
Oleaginosas
Tal vez te hayas quedado con la idea de que la grasa de los frutos secos puede taparte las arterias, pero no tienes porqué decir que no a las nueces, almendras, cacahuates, pistaches o avellanas. Incluso, comer un puño de ellos al día puede ayudarte a reducir las probabilidades de una enfermedad cardiaca, esto, de acuerdo con un estudio reciente publicado en la revista Archives of Internal Medicine. Tras analizar los resultados de 25 estudios diferentes, los investigadores encontraron que estos alimentos ayudan hasta en ocho por ciento a reducir el colesterol LDL (el malo) y mejoran la relación entre el LDL y el HDL (el colesterol bueno). Esto se debe a que la mezcla de las cantidades de grasas monoinsaturadas, proteína y fibra ayudan a limpiar la sangre.
No trotes, ¡corre!
«El ejercicio incrementa la eficiencia del corazón, reduciendo el número de latidos que necesitas para lograr el flujo sanguíneo», dice el doctor John Elefteriades, jefe de Cardiotórax en la Universidad de Yale, en Estados Unidos. El entrenamiento de intervalos puede incrementar el volumen del latido de tu corazón (la cantidad de sangre que bombea el corazón en cada latido) hasta en un 10 por ciento. Sin embargo, correr lento o a un paso fijo no tiene el mismo efecto, de acuerdo con un estudio realizado en el American College of Sports Medicine. ¿Qué tienes que hacer? Corre a máxima velocidad por tres minutos y trota por cinco, haz tres repeticionesasí tres veces por semana y tu corazón te lo agradecerá.
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Échate un trago (sólo uno)
Esa cerveza que te tomas por las noches no sólo te sirve para relajarte, de acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, también te ayuda a reducir el LDL. En el estudio, los hombres que tomaban de siete a 13 bebidas alcohólicas a la semana tenían un 20 por ciento menos partículas de LDL que los hombres que no acostumbraban beber.
Ponle fuerza
Por mucho tiempo se pensó que el único ejercicio efectivo para que tu corazón estuviera sano era el cardiovascular, pero correr en la caminadora ya no es tu única opción. De acuerdo con un estudio realizado en Suecia, el entrenamiento de fuerza también protege tu corazón. Y, cuanto antes lo empieces, mejor: en el estudio, que fue aplicado a más de un millón de personas, descubrieron que los hombres que habían sido fuertes en sus 20 eran menos propensos a sufrir un ataque al corazón o un infarto. ¿No sabes qué programa de pesas seguir? Muy fácil, revisa estas rutinas.
Ataca a los pequeños, no a los grandes
Eliminar la barriga no sólo te hará lucir mejor, también te ayudará a eliminar las partículas más pequeñas de LDL. «Las diminutas partículas de LDL son más inflamatorias que las partículas grandes», explica el doctor Paul Ziajka, lipidólogo clínico de la Southeast Lipid Association. «Las partículas grandes pasan fácilmente por el aparato circulatorio, mientras que las chicas, que son más densas, son las que se quedan pegadas a las paredes de las arterias, y tienen cuatro veces más probabilidades de causar un daño al corazón.» Esto significa que, aunque tu lectura de colesterol salga baja, puede que no estés libre de estas partículas pequeñas, conocidas como patrón B. Para que tengas una idea clara, pídele a tu médico que revise tu nivel de triglicéridos por medio de una prueba de sangre normal. «Si la lectura está arriba de 200, es muy probable que tengas patrón B, dice el doctor Ziajka, para lo cual, deberías disminuir el colesterol otros 30 puntos.
Y seguro ahora te preguntarás, ¿cómo me deshago de estas partículas? Aquí hay dos formas de hacerlo: escoge un buen medicamento. Los conocidos como fibratos, entre los que está el TriCor, se concentran específicamente en combatir las partículas pequeñas de LDL, dice el doctor Ziajka. Pero agrega que el efecto es significativo sólo si tus triglicéridos están especialmente elevados (consulta con tu médico si acaso los fibratos son tu mejor opción).
Ríete
De acuerdo con científicos griegos, reírte puede ayudar a proteger a tu corazón. En un estudio que hicieron, la gente que veía programas cómicos por media hora, mejoraba la flexibilidad de sus arterias coronarias. ¿Cuál es la conexión? Al reír, tu cuerpo reduce la producción de cortisol, una hormona de estrés que causa que tus arterias se endurezcan, lo que dificulta el flujo sanguíneo e incrementa las probabilidades de un problema en el corazón. Pero ten cuidado cuando vayas al cine, no todas las palomitas de maíz, cotufa o popcorn que venden en las salas están libres de grasas trans.
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Revisa tu ácido úrico
Una simple prueba de sangre puede ayudar a detectar problemas en tu corazón que no salen a simple vista, según un estudio de la Universidad de Stanford. Los investigadores descubrieron que quienes tenían los niveles de ácido úrico más altos eran más propensos a experimentar un problema cardiaco. Su teoría es que el exceso de ácido úrico puede ser señal de que el corazón tiene una inflamación que podría dañarlo. Pídele a tu médico una prueba de ácido úrico. Si resulta que tu nivel pasa de seis miligramos por decilitro, come más granos enteros. Científicos de la Universidad de Minnesota descubrieron que una porción diaria de ellos ayuda a disminuir el riesgo de un problema cardiaco hasta en siete por ciento.
Huevos (completos)
Hacerte un omelette todas las mañanas puede disminuir tus niveles de colesterol, como descubrieron investigadores de la Universidad de Connecticut. Según el estudio, las personas que comieron tres huevos enteros cada mañana durante 12 semanas disminuyeron 18 por ciento sus niveles de LDL. Seguramente aquí te llamó la atención ver que quienes comían huevos con yema fueron los que bajaron su colesterol malo porque, antes, los médicos pedían que las evitaras. Sin embargo, estudios recientes demostraron que comerlas ayuda a elevar tu colesterol HDL. Algunas personas piensan que la lecitina en las yemas de huevo son las responsables de esto, dice el autor de uno de los estudios, el doctor Korapat Mayurasakorn. De todas formas, antes de llenar tu casa de huevo, habla con tu médico, sobre todo si tienes propensiones cardiacas o historial de colesterol y triglicéridos altos.
Divide una taza
Hay dos alimentos que debes incluir a diario en tu dieta para ayudar a tu corazón: vegetales crucíferos que combaten la inflamación del corazón, como brócoli, coles de bruselas y col rizada (media taza al día es lo ideal); y moras, fresas, moras azules y zarzamoras, para bajar la presión sanguínea (también media taza al día).
Café matutino
Esta bebida puede evitar que tus arterias se tapen. Mientras analizaban los niveles de colesterol de 10 bebedores de café, científicos suizos encontraron que partículas de LDL eran absorbidas por los antioxidantes del café, lo que significó que el LDL fuera 20 por ciento menos propenso a oxidar el colesterol malo para convertirlo en placa, dice la doctora Cristina Scaccini, una de las autoras del estudio. Los beneficios se notan después de tomar tres tazas diarias. ¿Te preocupa la cafeína? Con el descafeinado, se obtuvieron los mismos resultados.