Combate esos repentinos bajones de salud. Te contamos de la solución para tres problemas más que comunes.
TU AMBICIOSO ENTRENAMIENTO TE DEJÓ ADOLORIDO
La solución rápida: mantente en movimiento. «Los dolores musculares son normales después del ejercicio y comenzarán a desaparecer conforme te vas moviendo. Pero si has sufrido una torcedura, tu rango de movimiento será limitado, especialmente cuando subas escaleras o te agachas a recoger algo», dice el especialista Scott Rankin. Aplícale hielo al músculo lesionado y tómate un antinflamante que te ayude a reducir el dolor y la molesta hichazón.
El tratamiento: trabaja alrededor de la torcedura. Mientras te recuperas, trabaja en grupos alrededor del músculo dañado. Por ejemplo, si tienes una lesión menor en el hombro, emplea menos peso y haz abdominales para favorecer tus tríceps en lugar de tus hombros.
VAS A LA PLAYAY SUFRES DE UNA INSOLACIÓN
La solución rápida: suaviza lo que está ardido. «Cualquier tipo de quemadura es como un incendio», dice el dermatólogo Jerome Litt. «Trátala como un incendio». Refrescar tu piel con una ropa húmeda o hundirte en una tina llena de agua fría puede ayudarte a curar. Dolores de cabeza, fiebre o resfriados suelen indicar que tienes que visitar al doctor para tratamiento.
El tratamiento: hidrátala. Aplíca por las noches 1% de crema de hidrocortisona u óxido de zinc en lapiel quemada y utiliza una loción con aloe durante el día. Esto reduce despellejarse y acelera la recuperación de la piel. En tu siguiente viaje a la playa, utiliza bloqueador solar y aliméntate con productos ricos en vitamina E, tales como zanahorias, semillas de girasol, que ayudan a tu piel a resistir los daños que ocasionan los rayos ultravioleta.
AGRANDAS TODO
La solución rápida: entre menor tiempo pasen los alimentos en tu tracto digestivo, menores estragos producirán. «Asegúrate de que tu próxima comida contenga muchafibra alimenticia», apunta el consejero de nutrición de Men`sHealth, Ellen Camire. Una ensalada verde con bayas, nueces y frijoles apresurará el camino de esa hamburguesa hacia tu estómago.
El tratamiento: dedícate a controlar tus signos vitales. La fibra soluble en granos enteros y frijoles te ayudarán a limpiar el colesterol malo de tus conductos sanguíneos, mientras que el potasio -abundante tanto en papas al horno como en calabazas- auxiliará a mitigar de modo considerable el exceso de sodio en la presión en tu torrente sanguíneo.