Evita que las luces del tablero te distraigan al conducir.
Las altas, presión de aceite, freno de mano. Hace 20 años, los instrumentos dentro de un auto eran fáciles de abarcar. Los controles lumínicos eran a menudo extras que se incorporaban más tarde. Pero el panorama ha cambiado.
"Cuando arranco el auto tengo un árbol de navidad lleno de luces ante mí", dice Hubert Paulus, del club del automóvil ADAC.
Indica que es necesario hacer una pausa, muchos de los otros símbolos nuevos remiten, sin embargo, a sistemas de seguridad qué sí son irrenunciables. Por ejemplo, cuando falla el asistente de mantenimiento de carril, se muestra ópticamente. "Así lo dicta la ley", dice Steffen Kutter, de la marca de componentes Bosch, encargada de tableros para automotrices como Audi o Volvo. Y eso sirve para otros sistemas de seguridad.
Por lo general, los controles lumínicos siguen el colorido del sistema de semáforos. Así se puede leer la prioridad del estado mostrado o del error. "El verde significa que las luces están encendidas, mientras que el amarillo y el rojo son de aviso, error o avería", explica Philipp Heise, del Auto Club Europa (ACE). "Las luces de aviso marcan el mayor potencial de peligro para el vehículo y el conductor. Si se ignora la luz roja de la presión del aceite, hay riesgo de daño al motor".
El color y la forma de los símbolos están estandarizados, aunque también hay divergencias. "En total hay de 70 a 80 símbolos diferentes, de los que se usan 50", dice Kutter, experto en tableros. Entre los más importantes se cuentan la luz verde de deslumbramiento, la azul de las luces altas, las intermitentes, el bloqueo de motor, el aceite, los frenos o la temperatura.
El propio fabricante decide cómo incorporar la simbología al tablero. "Los departamentos de diseño de las marcas buscan una apariencia unificada", dice Paulus.
Lo único prescrito es que al encender el vehículo se iluminen todos los símbolos y se vayan apagando si todo funciona.
Tampoco para nombrar ciertas funciones hablan los fabricantes el mismo idioma.
"En la denominación y la luz de control del ESP no se ha podido imponer un lenguaje unificado, a diferencia de con el ABS", menciona Heise un ejemplo. Hay hasta seis nombres diferentes para una misma función.
Además, el elevado número de posibles luces puede llevar a la distracción, según Paulus. "El conductor normal no debe ser un piloto, sino que debe concentrarse en la carretera. Hay que evitar al máximo las distracciones porque, si no, aumentan los accidentes", pide Paulus.
Por ello, el experto de ADAC aboga por una rigurosa simplificación de las luces de aviso en el tablero: "En realidad bastan tres: rojo para parar inmediatamente o lo más rápido posible; amarillo para parar en el próximo estacionamiento o taller; y verde, por un problema menor que no impida seguir circulando".
Un mensaje de texto en el tablero que explicara qué función se ha visto afectada y que debería hacer el conductor sería otra posibilidad. "Aún mejor sería incluso si el sistema dijera al conductor qué sucede y qué hay que hacer", dice Paulus. Así, no se debería parar y leer el manual para saber qué significa una determinada luz.
No es tan drástico Steffen Kutter, de Bosch. "Muchos símbolos están ya aprendidos y los conductores los comprenden. Sin embargo, se reconoce una clara tendencia en cuanto a la construcción del tablero: en el futuro habrá de nuevo pocas luces de control, porque el desarrollo va hacia una gran pantalla, lo que permite renunciar a indicadores individuales. El medidor de revoluciones, por ejemplo, ya no tiene que estar siempre presente. Según la situación, ese espacio se puede usar para otras informaciones", dice Kutter.
Ya hoy existen los tableros digitales cuya superficie se puede dividir según el deseo del conductor. De este modo, hay una zona de pantalla más grande para el sistema de navegación, y los clásicos instrumentos redondos se reducen y aparecen en el margen. La ventaja, según Kutter, es que el piloto tiene todo en el campo de vista y no debe mirar a un segundo display.
Es importante, afirma Kutter, que se pueda manejar un tablero de forma intuitiva y que se entiendan todos los avisos. Ahí entra que los controles lumínicos no se encuentren en sitios diferentes dentro de los vehículos de un mismo modelo y que el intermitente emita también una señal acústica de encendido. "Desde el punto de vista técnico, el golpeteo del relé no sería necesario pues los intermitentes actuales son completamente electrónicos", explica.