No tiene nada que ver con la NFL, ni con la cama.
Dale a Netflix un respiro si quieres vencer la depresión: pasar algún tiempo ayudando como voluntario puede hacerte más feliz, según un estudio reciente publicado en BMJ Open.
La gente que indicó haberlo hecho al menos una vez por semana salió mejor calificada en un examen que mide los niveles de bienestar y felicidad, que aquellos que hacen menos voluntariado.
¿Cuál es el problema? Este vínculo es fuerte solo en gente mayor de 40 años.
Esto se debe a que la gente más joven puede ver al voluntariado como otra tarea obligatoria que tienen que cumplir para ser un buen empleado o padre ?por ejemplo: ayudar en la escuela de tus hijos, indica la investigadora principal, Faiza Tabassum, de la Universidad de Southampton, en el Reino Unido.
Y, durante esta etapa de tu vida, otras actividades como mejorar en tu carrera profesional o enfocarte en tu relación romántica, pueden darte un mayor impulso de bienestar.
Sin embargo, una vez alcanzada la mediana edad, es probable que tu carrera y tu relación estén asentadas y el voluntariado se vuelva más atractivo como una actividad y no como una obligación.
Sin embargo, esto no significa que tipos más jóvenes no deban hacer voluntariados, o que no tendrán un beneficio de realizarlos.
De hecho, investigación ha demostrado que la salud cardiaca de quienes participan como voluntarios tiende a mejorar ?y esto parece mantenerse sin importar la edad de la persona, explica Tabassum.
Esto se debe a que la mayoría de los proyectos de voluntariado tienen elementos sociales que te ayudan a conectar con más personas, lo que puede acabar protegiendo tu corazón.
La mejor manera de asegurar los beneficios de los voluntariados ?y para dejar de verlos como una tarea más que debes tachar de tu lista- es involucrarse en la causa.
Esto significa escoger algo a lo que le encuentres significado ?digamos, construir una casa para una familia de escasos recursos, si tú has sufrido por este tema también, o servirle comida a adultos mayores si tienes una conexión profunda con tus abuelos.
Como resultado, puede que no tengas el mismo sentido de obligación que la gente más joven, agrega Tabassum.
Asegúrate también de no inscribirte a muchos: esto puede añadirle estrés y hacerte odiar los días de voluntariado.
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En vez de esto, Tabassum aconseja, anotarte a voluntariados solo cuando puedas. Aunque una vez por semana fue lo mejor para aquellos de más de 40, incluso una vez al mes o muchas veces al año pueden proporcionarte un impulso mental.