Puedes reponerte de citas estropeadas, encuentros fallidos y relaciones fracasadas. Si lo haces bien, en esa segunda oportunidad ella podría amarte el doble…
Gana el rebote en la recámara
Ya sea que entren juntos en las sabanas por vez primera o que ya lo hayan hecho con anterioridad, una mala experiencia sexual puede resultar en un golpe para ambos egos. A ningún hombre le gusta que crean que es pésimo en la cama. Para demostrarle (o recordarle) que no eres tan malo, usa la cabeza grande para descubrir lo que le sucedió a la pequeña en la ocasión pasada. «Nervios, exceso de alcohol o sentirte mal informado en lo que respecta a la anatomía femenina, son las razones más frecuentes», dice Debby Herbenick, coautora de Great in bed.
Dale un giro…
No supliques y no le des una explicación tampoco. Simplemente menciona que no te vio en uno de tus mejores momentos, fanfarronea y pretende como si nunca hubiera ocurrido. «La honestidad más directa es la mejor filosofía que puedes seguir en ese caso», dice el doctor Lickerman. En esta ocasión, toma el control, fija el lugar y disminuye la velocidad. «Las investigaciones demuestran que tanto a mujeres como a hombres les agrada un preludio largo, de entre 15 y 20 minutos», dice Herbenick. «Ella apreciará el tiempo extra que también resultará en erecciones firmes y prolongadas». Bajar la velocidad deja que te pongas cómodo y disipa la ansiedad. Y una sesión larga y atrevida de preludio significa que para el momento del evento principal, ya la habrás llevado al punto en que quiere estar. «Ah, y tranquilo con los tragos», agrega Herbenick. Utiliza el truco de tomar una bebida sin alcohol entre cada copa que bebas.
Reaviva el amor
Aquí tenemos el famoso caso de la reconciliación. Se enojaron y se dijeron sus verdades. ¿Una causa perdida? No necesariamente. «Antes de que restablezcas contacto, piensa en lo que realmente buscas ganar al reiniciar la relación», dice la psicóloga Shannon Kolakowski. «Usualmente existe una razón válida por la que la relación fracasó una vez». Si tratas de demostrar que puedes hacer que funcione porque la ves como un reto, o si atraviesas un periodo de soledad, mejor sigue adelante. Pero si sientes que lo que se había interpuesto en la fuerte relación con ella ya no existe, entonces demuéstraselo.
Dale un giro…
«Si puedes explicarle clara y confidencialmente en qué se diferenciará esta nueva experiencia a la anterior, hay mejores posibilidades de que ella lo quiera intentar», dice Malkin. Ahora haz un poco de magia Pavloviana: apégate a los mejores recuerdos que ella tiene de ti. Invítala a cenar a ese lugar en el que la pasaron muy bien, o recuérdale la ocasión en que se torció un tobillo y la llevaste cargando hasta la casa. Usa los mejores recuerdos que tenga de ti a tu favor: es tu mejor oportunidad para que te recuerde como ?el sujeto? y no como ?aquel sujeto?.
Haz un buen trabajo con sus padres
Admítelo: ella siempre será su princesita y a ti te verán como el malvado. Así que, aun cuando quieras mostrar tu mejor cara, nadie es perfecto y la lente de un padre descontento se convertirá en una lupa, dice Kolakowski. La diferencia de opiniones puede acabar con la cordialidad del ambiente o hasta volverlo poco amigable, tensionando tu relación. ¡Así que construye un puente sólido!
Dale un giro…
Enfócate en el interés común: ella. De acuerdo con Kolakowski, «sobre todo, ellos quieren saber que tienes las mejores intenciones para con ella, así que mantén el diálogo centrado en los planes y actividades que la involucren». Al hacerles saber lo que ella significa para ti, pasarán por alto cualquier infracción a su reglamento. Busca la empatía: «Usa oraciones en primera persona que demuestren que no tomas las cosas a la ligera», dice Mauro. Por ejemplo: «No me agrada la manera en que me presenté la otra noche». Un poco de introspección te servirá de mu- cho en el camino de una segunda oportunidad con ellos… y con ella.
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