Tus 30’s son un tiempo volátil en el que aparecen matrimonios, nuevas carreras y cierres de ciclos. Este es tu libro de jugadas de supervivencia.
TE DESPIDIERON
¿Te despidieron? También se lo hicieron a Steve Jobs y Howard Stern en sus 30’s. «Comprender que no eres la primera persona a la que le ha ocurrido esto puede normalizar tu experiencia», dice Geoffrey Greif, Ph.D., profesor de la Escuela de Educación de la Universidad de Maryland.
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Culparte a ti mismo o a alguien más por tus problemas solo funcionan durante una parte del tiempo, dice el psicólogo clínico Stephan Poulter, reconocer tu papel en lo que salió mal puede, por otro lado, un suero de la verdad. Es posible que averigües lo que quieres (una experiencia laboral nueva puede ser), lo que te decepcionó (la falta de responsabilidad), o cuáles fueron tus expectativas tácitas (horarios más flexibles). «Este tipo de autorreflexión se convierte en una brújula sobre cómo navegar para avanzar», dice Poulter. El siguiente paso: hacer los cambios para abordar estos nuevos descubrimientos.
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Y una vez que te vuelvan a contratar. . . Es más fácil encontrar un nuevo trabajo cuando tienes un trabajo. Así que genera una estrategia de contactos, busca entrevistas, reúnete con mentores, guía a empleados más jóvenes y conoce cómo evoluciona tu campo laboral y si tus habilidades también evolucionan.
TE DIVORCIASTE
“Los primeros matrimonios que no funcionan por lo general terminan cuando tienes 30 años. Los grandes cambios resultantes pueden tardar de 6 a 12 meses en procesarse”, dice Poulter. Así que deja que el polvo se asiente, luego usa estas estrategias para ensillar nuevamente.
“Las personas que pasan por la separación a menudo tienen un problema de gestión de estrés», dice David A. Sbarra, profesor de psicología en la Universidad de Arizona. «Eso en sí mismo es un problema que tienes que resolver».
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Está bien repasar el análisis forense, por ejemplo preguntarte: ¿Hay un patrón en mis relaciones? ¿La decisión de matrimonio fue muy pronta? ¿Queríamos lo mismo? etc. Pero un elemento importante de la recuperación es salir de la historia de cómo todo es terrible, para obtener información sobre tu próximo movimiento, comunícate con quienes se encuentran en situaciones similares (un amigo que se separó de su esposa), así como con los opuestos (el hombre del trabajo que ha estado casado durante 25 años), sugiere Greif. Habla con varias personas, triangula y crea un nuevo mapa de ruta.
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Conoce tus valores fundamentales. Hacer actividades agradables con personas con las que te gusta pasar tiempo ayuda a reafirmar lo bueno: quién eres y qué te hace feliz. Esta es una oportunidad para hacer todas las cosas que querías con amigos y familiares.
TE PASASTE DE LA RAYA
Ya sea que haya cruzado la línea con una compañera de trabajo o hayas quedado como tonto con un comentario machista, como el que hizo Matt Damon sobre el movimiento #MeToo debes de saber abordar el problema.
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Aprende a disculparte de forma correcta: mi comportamiento estaba fuera de lugar. Estoy apenado por lo que hice. Adivina qué, amigo: esto no es acerca de ti. «Se trata de la persona a la que lastimaste», dice Avi Klein, asesora de salud de Men’s Health, psicoterapeuta con sede en la ciudad de Nueva York.
Reconoce el impacto en tus comentarios: hiciste que otra persona se sintiera insegura o cohibida. Demuestra que eres consciente de los efectos de tus acciones, ya no eres un niño. «No hay fin a la cantidad de empatía que puedes darle a alguien cuando has hecho algo mal”, explica. Permite que la otra persona decida cómo interactuará contigo o sin dejará de hacerlo. De esta manera serás respetuoso y también les darás pie a entender que te pasaste de la raya y lograrás que sea importante para compensar los desequilibrios de poder.
Crea un plan para hacer las paces, demuestra que estás tomando en serio el problema. Dile a la gente que responderás cualquier pregunta. Depende de ti iniciar conversaciones difíciles y hacer que quienes te rodean se sientan lo suficientemente cómodos como para compartir inquietudes.
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