Haz que tu cuerpo y tu mente rindan de manera equilibrada durante el día.
El agua equivale a más de la mitad de tu peso corporal, lo que implica que todas las células, tejidos y órganos necesitan de ella para funcionar correctamente. Es por eso que mantenerte hidratado hará que las funciones de tu cuerpo se optimicen y como resultado te sentirás mejor, lo que te permitirá desenvolverte en plenitud para llevar a cabo lo que sea que te plantees durante el día.
De acuerdo con el especialista Antonio Herbert Lancha de la Universidad de Sao Paulo, cuando el cuerpo está poco hidratado, eres más propenso a enfermarte. Además, una buena hidratación es esencial para propiciar el buen funcionamiento de los músculos y hasta la pérdida de peso cuando llevas una dieta.
Sin embargo, los beneficios de beber agua correctamente no sólo se verán reflejados en tus actividades físicas, pues el rendimiento intelectual también puede verse afectado ante una mala hidratación.
Según la EFSA Panel on Dietetic Products, Nutrition and Allergies, nuestro cerebro está compuesto por un 83% de agua, por lo tanto resulta lógico que la deshidratación puede tener un impacto negativo en las funciones cognitivas. Algunos de los principales efectos pueden verse reflejados en tu nivel de fatiga, tiempo de respuesta para la toma de decisiones, memoria a corto y largo plazo, atención, pensamiento analítico/matemático. Además, estar hidratado te hará tener una mejor actitud y vitalidad para lograr todas las metas que quieres lograr.
Por todo lo anterior, te damos algunas estrategias sencillas que te servirán para mantenerte hidratado durante todo el día para que lleves a cabo todo lo que te propongas:.
1. Bebe entre 2 y 3 litros de líquido repartidos a lo largo del día
2. Si eres de los que se olvidan fácilmente de beber agua, intenta tener siempre a tu lado una botella de agua, no importa que no tengas sed, al tenerla frente a ti inevitablemente terminarás por beberla de a poco y de ese modo estarás hidratándote constantemente.
3. Analiza lo que harás durante el día y con base en ello determina la cantidad de líquido que debes beber, es decir, si piensas pasar todo el día al aire libre y expuesto al sol, procura cargar con una botella de agua para hidratarte constantemente
4. Si llevas a cabo alguna actividad física es lógico que debes aumentar la ingesta de líquidos. Lo mismo si eres una persona que suda con regularidad
5. Evita salir en horarios donde el calor está al máximo. De 12 a 4 p.m. lo ideal es permanecer a la sombra o en lugares frescos y ventilados, sobre todo durante el verano
6. Limita la ingesta de alcohol. Aunque con el calor siempre cae bien una cerveza, el alcohol tiene un efecto inverso y puedes deshidratarte más rápidamente.
7. No esperes a tener sed para beber agua durante el invierno, pues cuando tienes sed ya estás levemente deshidratado. Es importante que lo sigas haciendo con la misma regularidad con que lo harías en verano. Opta por los tés y otras bebidas calientes, te será más sencillo durante esa época del año.
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