Un nuevo estudio sugiere que estás buscando en donde no debes.
Es lunes por la mañana y ya apretaste el botón de snooze por cuarta ocasión. Lentamente guardas tus alimentos del día. Ya se te hizo tarde. Ya tienes tu abrigo y estás listo para salir, solo te falta tomar las llaves (las dejaste en la barra de la cocina ¿verdad?), pero no aparecen, bienvenido al club. Según un nuevo estudio de la Universidad de Aberdeen en el Reino Unido, la gente es generalmente ineficiente tratándose de buscar cosas perdidas.
Aunque el estudio es fue pequeño, los descubrimientos fueron muy importantes. Los investigadores siguieron el movimiento de los ojos de 14 personas, revisando de lado a lado dos imágenes llenas de líneas (una organizada y la otra desordenada) en busca de un juego de líneas que formaban un ángulo de 45º a la izquierda. Ellos alteraron las imágenes de manera que fuera fácil o difícil encontrar el ángulo. Un rápido vistazo en la imagen con las líneas ordenadas era más que suficiente para detectarlo, sin embargo algunos voluntarios pasaron una cantidad de tiempo igual viendo ambas imágenes. Traducción: puede que estés perdiendo el tiempo escaneando áreas organizadas en busca de objetos perdidos.
¿Qué aprendimos? Sea lo que sea que hayas perdido, probablemente está escondido en un área desordenada (no es para nada una sorpresa): Anna Maria Nowakowska, autora del estudio, indicó que ?si lo que estás buscando se encuentra en un lugar ordenado, fácilmente lo detectarías con tu visión periférica?. ?Buscar en lugares ordenados, no te brinda información nueva, solo te hace perder el tiempo?. Explicó que la gente ?pierde mucho tiempo buscando en lugares en donde saben que no está lo que perdieron?.
?Si estás buscando tus llaves, debes concentrarte en áreas desordenadas, debido a que si estuvieran en lugares más obvios, ya las habrías encontrado?, asegura.
Así que, la próxima vez que se te haga tarde y no encuentres las llaves, tómate unos minutos para ir a buscarlas directamente a la pila de ropa que tienes en la esquina de tu cuarto o al montón de papeles que tienes en tu escritorio.