“¿Cómo diablos consiguen esos abdominales en apenas unos meses?”, te preguntarás sobre los actores que encarnan a personajes hechos de puro acero en la gran pantalla. Las dietas milagrosas no existen, pero sí el esfuerzo, y éste es el que Ben Affleck tuvo que llevar a cabo para obtener el papel de Batman. ¿Estás preparado para lucir como el murciélago más fornido?
Rutina de Ben Affleck
Ben reconoce que se preparó durante 90 días de forma intensa, mientras que en un principio trabajó su cuerpo de cinco a seis días en semana durante cuatro horas. Entrenamientos de fuerza, ejercicios de cardio, ejercicios marciales, press de banca, sentadillas, peso muerto, flexiones de bíceps y entrenamiento de resistencia fueron sus objetivos. Mientras avanzaba en el rodaje, reconoció tener menos tiempo para su cuerpo, lo que le llevó a sesgar los días de esfuerzo en 3 o 4 días en semana durante 2 horas, pero aumentó la intensidad.
Entonces, 30 minutos de trote diarios durante tres días fue su punto.
Pero no todo es sudar, ya que, como reconoció Brad Pitt en su momento: “El mejor entrenamiento se hace en la cocina”, es decir, en la dieta.
Dieta de Ben Affleck
¿Y cuál era la dieta del héroe de Gotham? Contaba con 5 mil calorías y 250 gramos de proteína diarios. Lo peculiar es que su entrenador rara vez le dio luz verde para que consumiera complementos o suplementos deportivos, mientras que optó por una dieta más rigurosa para alcanzar el deseado six-pack. Las comidas constaban de cinco platos al día, entre los que incluyó claras de huevo, harina de avena con plátano, batido de proteínas, camote al horno, pollo a la parrilla, almendras, nueces, espinaca y brócoli. Puede parecer un menú poco carnívoro y algo sacrificado, pero el resultado -como podemos ver- es bastante satisfactorio.
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