Noel Santos diseñó su propio plan de alimentación, en el que eliminó la comida chatarra y se hizo muy amigo de la pista para correr.
Nombre: Noel Santos
Edad: 44 años
Peso: de 132 a 87 kilos
Estatura: 1.56 metros
Tiempo para alcanzar su meta: 1.5 años
Ocupación: Chofer
Ubicación: Caguas, Puerto Rico
Antes
Antecedentes
Contraje matrimonio a los 20 años, entonces sólo pesaba 82 kilos. Pero luego de 21 años de casado aumenté 50. Ese fue el resultado de una vida sedentaria llena de malos hábitos, principalmente a la hora de comer. Mi alimentación estaba basada en comida chatarra: hamburguesas y pizzas como platos principales; de snacks siempre buscaba dulces, chocolates, caramelos, además de donas y otros pastelillos, lo cual, obviamente, contribuyó a mi aumento progresivo de peso. Aunado a esto fumaba y bebía alcohol regularmente. Así que el peso no era el único problema al que me enfrentaba, sino que varios aspectos de mi salud también estaban en juego.
La llamada de alerta
Mis rodillas y mi espalda se veían obligadas a cargar la módica cantidad de 132 kilos. Era obvio que no aguantarían de modo permanente ese peso. Por otro lado, mis pulmones eran incapaces de proporcionarme el oxígeno necesario para caminar o subir escaleras, por lo tanto me faltaba el aire. Pronto visité a un especialista de apnea del sueño y me pidió bajar de peso, dejar el cigarrillo y el alcohol. Me di a la tarea de reorganizar mi vida y mis costumbres alimenticias.
La Comida
Diseñé una dieta: en el desayuno incluía avena, pan integral y café; en la comida pollo, ensaladas o carnes asadas. Cada dos horas comía un poco de uvas y peras; para la cena ensaladas verdes y granola. Lo importante es medir calorías y no pasar hambre para que el metabolismo se acostumbre a funcionar adecuadamente con menos calorías y a tener la energía necesaria para ejercitarte. En otras palabras, desayuno como rey, como como príncipe y ceno como mendigo.
El Entrenamiento
Comencé a caminar en la pista de tartán, allí conocí a dos entrenadores: Gualdemar Rosado y Luis Santos, quienes me orientaron. Después comencé a correr y caminar alternadamente. Poco a poco fue perdiendo peso. Posteriormente, me inscribí a un gimnasio, en el que fortalecí los músculos de las piernas, brazos y abdomen. Ahora soy corredor fondista y he participado en maratones, como los de San Blas, Teodoro Moscoso…
La Recompensa
¡Hoy en día me siento como nunca! Un consejo para el que esté obeso y quiera bajar de peso: Men?s Health enseña muchos trucos para lograrlo. Mi vida cambió totalmente. Ya no visito los médicos con tanta frecuencia, pues mi salud está en óptimas condiciones (bajé los niveles de colesterol y mis pulmones trabajan a la perfección). En relación con el trabajo puedo ejercer con más facilidad las tareas, pues soy chofer y tengo que cargar paquetes y ahora no me falta el aire como antes. También me siento mucho más seguro de mí mismo, ya que, como pueden ver, física y mentalmente soy otra persona. Me veo y me siento mejor.
Después
Ponte en circulación
Caminar pone en marcha tu organismo y lo activa las 24 horas. Toda persona que no realice actividad física puede recurrir a esta actividad como ejercicio inicial, con el fin de obtener condición y para activar su aparato circulatorio mediante contracciones musculares que actúan como impulsoras en las venas y aumentan el flujo circulatorio en las arterias.
Correr, al igual que nadar, son ejercicios casi insuperables para quemar calorías, ya que al hacerlo se utiliza prácticamente todo el cuerpo para ponerte en movimiento.