A los cinco minutos de conocerte -y a veces antes- una mujer sabe si le interesas o no. ¿Aprovecharás el tiempo?
Una de nuestras colaboradoras de Men´s Health Estados Unidos salió a conocer a 100 hombres para medir su desempeño. Aprende de ellos.
El verano pasado salí con el guardia de una prisión, su nombre es Shawn. Lleva tatuadas las palabras «Alisha» y «Jasmine» en la base del cuello. Son los nombres de sus hijas, y no un par de exnovias que comparten un terreno perpetuo sobre la arteria carótida de este impresionante hombre.
No me interesa hablar con Shawn de nuevo, por razones que no están relacionadas con esas evidentes decisiones de vida. Lo que descalificó a este tipo fue su repentino, interminable y obvio monólogo sobre la importancia de la familia. Los lazos familiares son vitales, ¿sabes? Lealtad, fraternidad y todos esos temas continuaron durante una eternidad. Pero únicamente fueron cinco minutos. La campana sonó y Shawn pasó con la chica de la mesa de al lado.
Tuve 100 citas el año pasado. 15 ocurrieron en una noche, 12 a la siguiente y más en la que siguió. El escenario clásico: una compañía de «citas rápidas» renta un sitio en un bar y vende entradas por 30 dólares. Por lo general llegan más mujeres que hombres. Ellas permanecen sentadas mientras los varones se turnan.
Durante dos o seis minutos nos saludamos, sorprendemos o aburrimos unos a otros y decidimos: «Sí, quiero ver a esta persona más veces o? El que sigue, por favor. Pero ya». Nos ponemos de pie, estrechamos manos, cambiamos de interlocutor y repetimos el proceso. Al final entregamos una hoja en donde se indica a qué sujetos nos gustaría volver a ver. Cuando dos personas muestran interés, reciben información para el contacto. Entonces se gesta un bonito amor.
O esa es la idea.
Mi misión consistió en conocer a 100 hombres e identificar sus aptitudes a la hora de las primeras impresiones. Fue eficiente y auténtico: los que investigadores especializados en las relaciones practican con citas rápidas en sus laboratorios del amor.
Es el caso de Paul Eastwick, profesor de psicología en Texas A&M, quien dice que esta práctica es muy similar a la vida real: «La gente acude a fiestas o bares y sostiene conversaciones cortas con extraños. Las lecciones aplican a cualquier encuentro romántico inicial». Me parece acertado.
Echemos un vistazo a los hombres que conocí y aprendamos de sus comportamientos en la primera cita.
Conclusión 1
No sabemos lo que queremos
Lo llamamos El paquete completo
Primera impresión Ropa impecable, hermosa sonrisa.
Pensé ¡Deja de coquetear con ella, mírame a mí!
Se llamaba Jake. En serio. Mandíbula definida, hombros amplios, ojos enormes y cafés. ¡Me desmayo! Es inteligente, impetuoso y paciente. Nos gusta la misma música, leemos los mismos libros. Suena increíble para ser cierto.
También es terriblemente arrogante y aburrido. Al finalizar la entrevista no marqué un «sí» al lado de su nombre. Me pareció una dosis tremenda de clichés. Uno tras otro.
Pregunta a una chica acerca de las virtudes que busca en un novio/esposo y te nombrará una serie de requisitos que te harán retirarte de la batalla antes de iniciar. Mi consejo: ignora la maldita lista. No significa nada.
En un estudio realizado a más de 10,000 miembros del servicio de citas rápidas HurryDate, en Estados Unidos, investigadores de la Universidad de Pennsylvania y la Arizona State University descubrieron que, fuera de la raza, la lista de requisitos de las mujeres no tenía mucha relación con la realidad.
Todos tenemos ideas equivocadas. Un estudio aplicado a 163 estudiantes que usaban citas rápidas, conducido por Eastwick y Eli Finkel, de la Northwestern University, demostró que los hombres, al contrario de lo que se piensa, se preocupan tanto por el potencial profesional de sus posibles parejas como las mujeres mismas.
Las chicas son motivadas por el atractivo tanto como ustedes. «La gente posee muchas teorías elaboradas sobre las cualidades que buscan en una posible pareja, pero realmente no se analizan mucho a sí mismos», comenta Eastwick.
Tu estrategia No intentes ser el hombre que ella quiere
«Estar totalmente de acuerdo y conectarte al 100% es algo contraproducente», añade Eastwick. «Si estás de acuerdo con todo lo que ella dice parecerás sumiso o débil. No eres su mejor amigo aún, pero intentas establecerte como alguien único e interesante». Incurre en un poco de flirteo ligero o utiliza un punto de vista contrario al suyo. Nos gustan los tipos que ceden y de pronto se imponen, de esa manera destacarás de la gente sin personalidad o atractivo.
Conclusión 2
No puedes leer su mente
Lo llamamos Pete el presumido
Primera impresión Cabello gris, es refinado. Usa corbata y abrigo.
Pensé Suéltate un poco. Esto es hedonismo, no una junta de negocios.
Peter parece 15 años menor que yo -está bien por mí mientras él me haga reír y me trate bien. Platicamos amigablemente y le pregunté qué hacía para ganarse la vida.
Hizo una pausa y contestó: «Preferiría guardar esa información para la próxima cita, amor».
¿De qué cita hablas, galán? Ese condescendiente «amor» fue muy malo para mí, pero en mi cabeza, el hecho de ocultar su empleo significa que piensa que mi único interés es su dinero. No fue amigable, así que no tuvo oportunidad.
La cruda verdad es que nosotras tomamos decisiones a los cinco minutos de conocer a alguien. La verdad aterradora es que nuestros criterios para juzgar a esas personas son irrelevantes y torcidos ?con frecuencia.
Los psicólogos clasifican las personalidades en cinco dimensiones: extroversión, empatía, disposición, conciencia y estabilidad emocional. Al conocer a alguien, por lo general nos basamos en la empatía, de acuerdo con investigaciones de la Columbia University, en Estados Unidos. Pero ese mismo reporte indica que es justo esa dimensión en la que nos equivocamos con mayor frecuencia al emitir un juicio.
Tu estrategia Sonríe. Mira a los ojos. Sonríe más. Sé tan amigable como puedas. Sin poses.
Científicos de la Texas State University, en Estados Unidos, monitorearon lo juicios banales de algunos participantes en citas rápidas con sólo 30 segundos de interacción.
Las mujeres con primeras impresiones positivas dieron cinco razones. Tres de ellas: él se comunicó bien, tenía una gran sonrisa y se portó amistoso. ¿Notas el patrón?
Conclusión 3
Podemos ser tan banales como tú
Lo llamamos Owen el feo
Primera impresión Dientes chuecos y horrible cabello -débil, delgado y alborotado.
Pensé No, gracias.
Owen era de Londres. Encantador. Productor de música y gran conversador. Una amiga y yo estuvimos de acuerdo: Owen es increíble. Pero no es para nosotras. «Estoy tentada a marcar un sí junto a su nombre para ver si podemos salir y ser amigos», me dice mi amiga. Es lo más cercano al beso de la muerte.
La belleza tiene un gran peso, en palabras de Shanghong Luo, profesora de psicología en la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos, quien dirige un estudio sobre los principios de la atracción durante citas rápidas. «Durante los primeros cinco minutos careces de otro tipo de información que no sea el aspecto físico».
Esas son grandes noticias para hombres como Jake. ¿Pero qué hay sobre el resto? Eastwick abunda: «Podrás no ser la persona más atractiva del lugar, pero habrá quien crea que sí».
Tu estrategia Véndete
Durante ese estudio del juicio superficial, las mujeres enlistaron los factores de atracción. «Alto» y «guapo» estaban en esa lista, pero también «que tenga un corte limpio», «bien aseado» y «con buen estilo al vestir». El empaque sí importa. Habría escrito «sí» en caso de que Owen llevara el cabello corto y bien aseado. Eso es mejor que un look circense.
Conclusión 4
Contracorriente
Lo llamamos Kevin el tarjetero
Priemra impresión Su paquete de tarjetas con anotaciones.
Pensé Me da curiosidad.
Kevin barajeó las tarjetas con sus enormes manos, me pidió elegir una y leerla. «Si pudieras cenar con tres personas, vivas o muertas, ¿quiénes serían?» Sus respuestas: Barack Obama, Martin Luther King Jr. y Britney Spears.
Este tipo es bueno. Para el momento en que sonó la campana, me encontraba sorprendida. Kevin se sentó con la mujer de al lado mío y, de nuevo, salieron las tarjetas y las respuestas. Dudé al borrar el «sí» que había puesto junto a su nombre. Mi reacción fue típica: de acuerdo con la investigación de Luo, la gente siente atracción por aquellos a quienes les gustamos, pero únicamente si el interés parece único. El pobre de Kevin era el ejemplo perfecto. Amé nuestra conexión pero me desanimó ver que no era la única que gozaba de ese trato.
Tu estrategia Sé un libro abierto
Si enloqueciste por la linda chica número 9, debes hacérselo saber, explica Luo. Hazle cumplidos, pero deja claro que te fascina haber conocido a alguien con quien tengas una conexión. Colocarla por encima de las demás hará que te recuerde y aumentará su interés.
Conclusión 5
Puedes conectarte en cinco minutos
Lo llamamos Ben BBQ
Primera impresión Se parece a Michael, el de Lost.
Pensé Qué linda sonrisa.
Ben hizo todo bien. Me dijo que notó mi presencia antes de que el evento empezara y que no podía esperar para hablar conmigo -aumento de ego al instante. En 30 segundos supimos que ambos veníamos de Carolina del Norte, y tuvimos una gran conversación sobre el BBQ de nuestro estado natal. Mi energía era mayor que la que sentí con cualquiera de los doce tipos anteriores. Nuestro intercambio me hacía reír y me interesaba saber lo que diría después. Cuando sonó la campana, estábamos en shock -¿habían pasado ya los cinco minutos?
Ben recibió un «sí» definitivo.
Tu estrategia Conversa
Las investigaciones de Eastwick indican que tanto hombres como mujeres dicen que las mejores citas se dividen en un 60-40 (hablas sobre la otra persona 60% del tiempo y 40% sobre ti). Haz preguntas, escucha y responde como se debe. Enfócate en ella pero también proporciona información sobre ti. Fácil, ¿cierto? En realidad así suena, pero muchos hombres hacen totalmente lo contrario. Toma en cuenta que ellas aman hablar sobre sus experiencias y describir cosas a detalle. Sorpréndete conociéndola.
Un último punto. Los estudios demuestran que las mujeres son mejores para fingir interés que los hombres. Conocí a varios candidatos que me midieron de pies a cabeza desde la primera palabra y se alejaron de inmediato. Error. Si me encuentro a uno de ellos, le diré a mis amigas que él es el tipo de las citas rápidas que no dejaba de mirar su reloj desesperadamente.
En otras palabras, sé gentil. Recuerda, únicamente debes mantener esa postura durante cinco minutos.