Invita a tu mujer al juego de los retos sexuales. Ella puede convertirse en la fantasía que siempre has deseado. Compruébalo.
Hace poco, en una fiesta, a mis amigas se les ocurrió que debería existir un grupo de autoayuda para aquellas parejas que pasan por una etapa de congelamiento en la cama debido a una vida sexual atascada. Yo les dije que no era necesario llegar a un programa de «sólo por hoy», pero que reactivar la vida íntima se trata de un asunto que exige un importante trabajo personal. Si algo es capaz de enfermar es la monotonía en cualquier área de la vida. Es probable que alguna vez hayas pensado que tarde o temprano la pasión se apaga. Existen bases científicas para explicar lo anterior. Un estudio que realizaron investigadores de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, revela que el proceso de vértigo y enamoramiento dura entre 18 y 30 meses, si es una relación respetuosa y bien llevada. Este es el período que tiene que ver con la química corporal, específicamente con la feniletilamina, dopamina, endorfinas, encefalinas, oxitocina y serotonina. Después de unos meses, tu cuerpo se hace resistente a estas sustancias y por eso las relaciones comienzan a «enfriarse». El sexo es una de las actividades que te exigen mayor variación y originalidad. Dicen que hacer el amor no lo es todo (yo tengo mis dudas), pero está comprobado que las parejas que tienen una vida sexual satisfactoria, pelean menos, tienen más confianza, son más fi eles y funcionan mejor en su vida personal. Cuando el sexo se apague o quieras encenderlo más, vuélvete audaz. Te reto a que retes a tu mujer. Comiencen hoy a trabajar en las audacias sexuales: aquellas cosas que nunca se han atrevido a hacer antes. Pueden crear las que mejor les parezcan, pero aquí te doy algunas buenas ideas.
El reto samurái
Todos los hombres llevan un samurái dentro. Deja que salga ese aventurero interno que tiene ideas habilidosas. Del mismo modo, toda mujer es una Beatrix Kiddo en potencia, ¡conócela y combatan juntos el hastío sexual! Los samurái son soldados que piensan antes de actuar, por lo que son poco viscerales. De ahí su fuerza. En las relaciones, no deberían existir límites en la cama, pero cada cabeza es un mundo y todos tenemos estándares. Antes de lanzarse a una nueva contienda, platica con ella y evalúen juntos qué tan temerario será su reto. Muchos terminan en terapia porque una experiencia sexual los lastimó o separó. Cuida eso. Prepara tus armas y ten presente las cuatro virtudes del samurái antes de elegir tu audacia:
Onsha Generosidad y tolerancia. Permite que tu mujer también goce. Nunca la obligues a hacer algo con lo que no se sentirá cómoda.
Doryo Magnanimidad. Busca retos grandes, se trata de dejar la monotonía.
Eudo Gallardía. Tú le das la confianza a ella, te debes sentir seguro.
Shiki Resolución. Cuando algo no funcione, sólo frénalo. No se queden con una mala experiencia. Tomen todas las decisiones en conjunto.
Desenvaina tu sable
Te presento las ocho audacias del samurái sexual. Disfrútalas, combínalas y diseña las tuyas. Sentirás que estás con una nueva mujer en cada ocasión al tiempo que compartes una vieja complicidad.
Reto audiovisual
Filma tu propio video erótico. Prepara la atmósfera, incluso el maquillaje y el vestuario. Para que resulte más excitante, escoge una fantasía en común. Asume personajes, eso te dará más libertad. Coloca un tripié o toma la cámara para realizar tomas cerradas, después pásasela a ella para que enfoque sus puntos favoritos en tu cuerpo. Déjate llevar. Hay quienes encuentran placer en pedirle a su pareja que haga ciertas cosas mientras las graban en video. Te descubrirás muy erotizado al saberte observado por la lente y al verse por televisión te encenderás tanto que querrás repetir la función. Pueden borrarlas después de verlas o crear una videoteca para «recargarse de baterías sexuales» en otros momentos. Sólo guárdenlas bajo llave y tengan cuidado con no mezclarlas con el video del cumpleaños de tu abuela.
Reto entre tubos
Si te gustan los bares de bailarinas exóticas y te parecen excitantes. ¿Qué te hace pensar que tu mujer no lo disfrutará? No creas que le pueden gustar las mujeres. En esos lugares se respira un ambiente erótico especial, el deseo fluye. Para eso están hechos. Elige un buen lugar donde se acepten comensales femeninas y cuyo ambiente no sea demasiado denso. Sírvele unas copas y comparte con ella el espectáculo. A muchas mujeres, el ver a otras desnudas y tocando sus cuerpos, suele excitarlas porque sienten una especia de transferencia. Al llegar a casa estará muy estimulada.
Reto de la infidelidad a ciegas
¿Recuerdas el juego de la gallina ciega? Pues esta es su versión para adultos. Ambos deberán vendarse los ojos y no emitir una sola palabra. Antes de comenzar el juego elige «con quién tendrás sexo» al darle «favores sexuales» o sométela a tus deseos. Ten cuidado de no pasarte de la raya, la idea no es lastimarla.
@@x@@
Reto de cabina
Muchas sex shop cuentan con cabinas. Son pequeños apartados donde se puede entrar solo para observar escenas pornográficas. La mayoría las utiliza para masturbarse. Lleva a tu mujer a una y pídele que se estimule. Haz lo mismo desde otra y después sorpréndela entrando a la suya a escondidas. Aquí puedes incluir el sexo telefónico, llámala mientras esté en su cabina y pídele que te narre tanto lo que ve como lo que siente. Explotarán tus oídos.
Reto de «Master and Servant»
Es un juego de seducción y dominio. Los originales Master y Dominatrix son amantes del sadomasoquismo, y obvio, no vas a llegar hasta ahí. No es necesario lastimar pero la sensación de ser sometido o dominado puede excitarte, y mucho. Si las esposas y las mordazas te parecen demasiado, puedes atarla con mascadas de seda o cinturones. Siéntete dominado en esa ocasión y pídele que haga lo mismo. Es decir, que imagine que estará con otra persona. Puedes optar por alguien inalcanzable o conocido. Decide si será secreto o si le pondrás nombre. Es un juego que exige eliminar los celos por completo. Y una de sus reglas es no indagar en la persona con la que fantasea la pareja, mucho menos juzgar. Desnúdate y tápate los ojos. Búscala por la recámara y cuando la tengas en tus manos encontrarás justo a la mujer que imaginaste.
Reto cinéfilo
Invítala a una sala de cine que sólo exhiba pornografía. Por lo regular son lugares poco concurridos. Elige ropa fácil de mover para tener acceso a la piel. Ella puede llevar una falda y no ponerse ropa interior y tú puedes ponerte unos pants o algo con cremallera de velcro. Tócala y bésala mientras disfrutan la función.
Reto de tres
Los tríos cada vez se están haciendo más comunes. Lo importante es que antes de decidir quién será el invitado, lo hables con ella bajo mucha responsabilidad. Deja claro qué tipo de experiencia esperas y escúchala. Será más fácil elegir a un hombre o una mujer. Lo mejor es que sea alguien con quien no tengan vínculos. Para que el juego no se salga de control, que el tercero en cuestión sea de entrada por salida, no lo invites más de una vez. Evita reacciones emocionales. Infórmate Busca uno que se adecue a la ideología de ambos y sé consciente de que verás y sabrás cosas que ni te imaginas. Ten mucho cuidado, ya que se han creado grupos donde los participantes suelen salir lastimados o son utilizados para obtener información de la gente y después usarla en su contra. Evita llevar a tu mujer a grupos que se anuncian con panfletos por las calles, ya que son los más informales y donde va gente de todo tipo. Hay categorías, incluso por inclinaciones sexuales, parafilias y hasta nivel social. Si asisten y al menos uno no quedó satisfecho o algo no le pareció bien, no vuelvan. El punto crucial aquí es unirlos, no separarlos. y trata el asunto con delicadeza ya que un total desconocido puede ser peligroso. Contratar a un profesional del que tengas antecedentes es buena idea. Usa siempre protección y pídele lo mismo al invitado. Mantén con tu mujer comunicación constante sobre el asunto y establece límites.
Reto de ligas mayores
Este es uno de los juegos más fuertes. Requiere de un profundo análisis, ya que una vez que se hace no hay marcha atrás. Unirse a un grupo de swingers representa un cambio total en tu estilo de vida. Hay distintos tipo de clubes que permiten diferente tipo de contacto.