Mantén la calma con estos consejos del experto en comunicaciones Max Atkinson. Serás el mejor orador posible.
1 Encuentra la forma
Escribe tus notas con letras grandes que puedas leer en un vistazo e intenta hacer una lista de tres temas consecutivos. Escribe en mayúsculas y colores distintos para tener una referencia de memoria inmediata.
Practica con las palabras que vayas a usar ese mismo día con el propósito de familiarizarte con ellas. No temas repetir tu punto principal varias veces -la gente lo recordará mejor. No te sobrepases o quedarás como un tonto.
2 Prepárate
¿Piensas que ya lo tienes? Ensáyalo de nuevo -al menos seis veces. No hace daño pulirlo. Cuando te sientas completamente seguro grábate al tiempo que se lo dices a un amigo, después repítelo hasta que encuentres las zonas en las que tienes problema.
3 Al aire
Evita dedicar más de un minuto a contar tus anécdotas, si tardas más complicarás el mensaje y corres el riesgo de aburrir a tu audiencia. Realiza una pausa de un segundo cada vez que concluyas un punto. Es la mejor manera de evitar los «oh» y «ah» porque implica un verdadero sentido de control del discurso. Todos estarán esperando tus siguientes palabras, a menos que sean cosas como «Y… Pues… Este…».
4 No te quiebres
Para eliminar los posibles falsetes en la voz, tararea durante un minuto entero antes de iniciar el discurso. Hacer esto equilibra tu voz y evita la posibilidad de que te conviertas en Farinelli durante el evento.
5 Escúpelo
Come una manzana verde antes de hablar. Los nervios pueden secar tu boca, pero lo agridulce de la fruta mantendrá la saliva en flujo constante, por lo que podrás hablar sin problema. Al contrario de lo que pudieras pensar, debes evitar el café, pues seca tu boca y te pone en estado nervioso.
También aléjate de la leche, yogur o helado -los lácteos harán tu saliva más densa y terminarás sonando como si te taparas la nariz.