Seguimos contándote todo lo que debes saber sobre la comida orgánica, serás un consumidor saludable y consciente.
Por qué debes preocuparte por los químicos en tus alimentos
Hasta este punto, he escrito acerca de las razones por las que vale la pena pagar un poco más de dinero por la comida orgánica. Y hay muchas, comenzando por el sabor. Pero el cuadro no está completo sin antes explorar las desventajas sustanciales de los químicos que hemos usado en los últimos cien años para aumentar nuestra comida, mantener nuestra idea sobre la perfección del paisaje, hacer nuestras vidas más fáciles, «limpias» y la comida «mucho más barata y accesible».
La mayoría de nosotros probablemente piensa que el problema más grande de nuestro mundo, aparte del colapso de la economía global, se provocará por la energía y la dependencia energética. Los debates sobre el calentamiento global, la crisis climática y la destrucción del medio ambiente se han centrado, casi por entero, en el uso de la energía, en cómo manejamos los automóviles, calentamos los hogares, generamos poder a los ricos e iluminamos estilos de vida. No hemos hecho toda la conexión: la manera en que hacemos crecer la comida ha impactado en la crisis climática y ha desatado una problemática de salud.
Cuando le brindamos óptimas circunstancias a la naturaleza, (principalmente, cuando la dejamos sola y en paz), ella sana por sí misma. La regeneración es necesaria para reparar el daño que nos hemos causado a nosotros mismos y al medio ambiente. Y en cualquier caso, los químicos no son necesarios para hacer crecer comida. En esencia, cada alimento en el mundo se ha desarrollado con éxito y lo hemos hecho en la edad moderna, orgánica, productiva y con formas regeneradoras, desde el buen vino tinto y blanco, hasta las manzanas, cerezas, la más deliciosa carne gourmet, el aceite de oliva e incluso la grasa.
¿Piensas que no hay problema si continuamos comiendo del mismo modo que hasta ahora? Existe abundante evidencia científica para demostrar lo contrario.
· Los pesticidas pueden dañar tu cerebro. La exposición a algunos de ellos que son ampliamente utilizados -difenil, paraquat y maneb- puede dañar las células nerviosas y reducir la capacidad cerebral para sentirte bien: la dopamina química. Esto puede llevarnos a desarrollar potencialmente la enfermedad de Párkinson, de acuerdo a un estudio británico reciente.
· Los pesticidas pueden reducir tu cantidad de espermas. Se piensa que cerca de cien diferentes sustancias pueden perturbar el balance hormonal de tu cuerpo, lo cual hace probable la reducción de la fertilidad, dicen los investigadores británicos. Incluso muy pequeñas cantidades en tu comida pueden ser suficientes para dañar a tus espermas. Esto ocurre porque las dosis bajas de toxinas no motivan la limpieza de químicos en tu cuerpo y por eso se dañan las células reproductivas. Será difícil ser padre.
·Los químicos en los alimentos para animales pueden causar cáncer en los humanos. De acuerdo a un estudio reciente de la Universidad de Johns Hopkins, los agricultores que cultivan con químicos, a menudo alimentan a los cerdos y aves de corral con compuestos que contienen arsénico. Esto promueve el crecimiento del ganado, pero puede causar un número de cánceres que afectan al humano, incluyendo el cáncer de próstata. El gobierno fija los umbrales de dosis permitida, pero las fórmulas alimenticias son consideradas confidenciales y la supervisión es limitada. También hay otros problemas con la comida de los animales. Las hormonas que promueven el crecimiento, añadidas al alimento del ganado, no sólo endurecen la carne, sino que también están vinculadas con el cáncer hormona-dependiente, de acuerdo a un estudio español reciente.
· Los pesticidas pueden haber debilitado tu sistema inmunitario. Un reciente estudio italiano descubrió que es posible que inhiban el crecimiento de células inmunitarias. Esto debilita la habilidad de tu cuerpo para pelear contra los intrusos e, incluso, puede permitir que las células cancerígenas proliferen sin control.
· La carne no orgánica puede alterar tu balance intestinal. Los agricultores están facultados para administrar legalmente antibióticos al ganado antes de que enferme. Así las drogas se acumulan en la carne que, una vez consumida, puede alterar la bacteria natural en tus intestinos e incrementar tu susceptibilidad a los patógenos
· Pueden provocar aumento de peso. De acuerdo a un estudio francés, los químicos sintéticos pueden causar obesidad en los adultos al alterar los niveles de las hormonas o al cambiar la forma en la que trabajan ciertos genes. Además, es un círculo vicioso: mientras más grasa tenga tu cuerpo, más toxinas son las que acumularás.
· Los pesticidas pueden provocar el desarrollo de alergias. Ciertos químicos agrícolas, como el empleado en la elaboración de insecticidas chlorpyrifos, tal vez causen que tu sistema inmunitario reaccione a los antígenos inofensivos. Esto puede provocar una reacción alérgica. Dicen los investigadores italianos.
· Dosis pequeñas de químicos son igual de peligrosas que las grandes. La mayoría de las regulaciones de químicos del gobierno están basadas en cantidades estimadas de exposición segura. Sin embargo, los doctores y los científicos están encontrando que pequeñas dosis, especialmente con el paso del tiempo, pueden ser tan tóxicas como las grandes.
· Los organismos genéticamente modificados jamás han sido probados en los humanos y ahora los resultados de estudios en animales están mostrando fallas en riñón e hígado. En un estudio reciente publicado en el International Journal of Biological Science, las ratas que comieron dietas de maíz genéticamente modificado (el cual consumimos en grandes dosis cada día) tuvieron daños internos en sus órganos, especialmente en el riñón y en los pulmones. La única manera de asegurar que no te alimentas con ninguno de estos organismos potencialmente dañinos, esparcidos por todos lados, es buscar comida con la etiqueta Orgánica USDA.