Eliminar la barba es la rutina de belleza más extendida entre los hombres. Para que esta inevitable tarea sea más fácil y efectiva, te damos unos consejos muy útiles.
Todos los hombres deben sufrir con mayor o menor frecuencia la exposición de su piel a los daños e irritaciones del afeitado. De las dos maneras que existen para rasurar la barba, con rasuradora o rastrillo, los expertos recomiendan utilizar la segunda porque daña menos la piel de la cara.
Invertir el dinero en un buen rastrillo también es importante cuando el afeitado es un ejercicio diario.
Existen rastrillos que presentan dos, tres y hasta cuatro hojas en su estructura, con lo que se reduce el número de pasadas por el rostro. Pero si tu piel es sensible, es mejor utilizar las de dos hojas, pues dañará menos la piel.
Igualmente debes elegir aquel gel o espuma de afeitar más acorde para tu tipo de piel.
Hoy en dÌa, los fabricantes de estos productos ofrecen una gama amplia y variada de artículos diseñados en función de la piel y la barba de la mayorÌa de los hombres.
PASOS PARA UN MEJOR AFEITADO.
Antes de empezar, el primer consejo práctico. Es recomendable rasurar la barba durante o después de bañarse, para que así los poros estén abiertos y el vello ablandado. Esto garantiza un afeitado más ras con menos daño para la piel.
Con la cara preparada se procede a la aplicación del gel o espuma con un masaje circular, dejando actuar durante unos minutos para que penetre bien en el vello.
Es mejor extender el producto con ayuda de una brocha pues esta retiene el agua y el jabón, tu mano no.
Después se debe pasar el rastrillo de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba para un mejor rasurado, manteniendo la piel tensa con la mano libre.
Empezar por lo más fácil, los lados de la cara para acabar con el bigote y la barbilla donde el pelo es más fuerte y necesita más tiempo de contacto con la espuma.
Tras esta operación debes limpiar los restos de espuma que quedan en el rostro y refrescar la cara con agua fresca.
Para completar la tarea y conseguir un afeitado perfecto, es conveniente aplicar un balsamo o after shave sobre la cara y el cuello.
Mejor si es libre de alcohol, pues la piel está irritada, y con efecto hidratante, ya que asÌ el acabado será insuperable.
PEQUEÑOS TRUCOS.
Como en todas las rutinas diarias, y más si estamos en el campo de la estética, existen algunas claves que ayudan a agilizar los tratamientos, y pasos a seguir o potenciar aún más los efectos de la práctica realizada. En el caso del afeitado también.
Por ejemplo, es conveniente mantener la piel y el rastrillo mojados mientras dura la sesión porque así la hoja se desliza mejor por la piel causándole menos daño.
Para limpiar el rastrillo, al acabar el afeitado, es suficiente con humedecerla debajo del chorro de agua fría y sacudirla.
Nunca debes secarla con una toalla o paño pues perderá rápidamente el filo y es necesario que las navajas estén en perfecto estado.
Por último, hay que saber jugar con la temperatura del agua. Caliente, antes y durante el afeitado para abrir los poros y preparar el vello.
Fría después, para refrescar la piel maltratada y cerrar los poros evitando así la entrada de impurezas y suciedad.
Siguiendo estos pasos, el afeitado diario será más cómodo y fácil. Y los resultados, inmejorables.