Uno de los aceites más nutritivos y menos conocidos en la cocina del hombre moderno es el aceite de Coco.
Uno de los aceites más nutritivos y menos conocidos en la cocina del hombre moderno es el aceite de Coco. Quizás lo has oido mencionar en las playas como agente bronceador (no lo uses, te puedes quemar) pero como alimento es de lo mejor que puedes consumir.
El aceite de coco contiene grasas saturadas de cadena media, la cual aunque suene paradójico, es una forma saludable de grasa saturada. Comparada con la terrible grasa trans saturada, el aceite de coco constituye una buena forma de consumir grasas buenas que tu cuerpo necesita.
El aceite de coco se metaboliza en el hígado y rápidamente se convierte en energía utilizable.
Se le han atribuido diversos milagros al aceite de coco, pero entre los beneficios de salud que se han podido comprobar están los siguientes:
Ayuda a la digestión
Excelente antimicrobiano
Reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2
Beneficia el sistema inmunológico
Aumenta el metabolismo al quemar calorías más fácilmente
Hidrata la piel y ayuda a tener líneas de expresión menos marcadas
Excelente para cocinar pues es de los aceites que no se oxidan a altas temperaturas
El aceite de coco es una mezcla de acidos grasos pero de una manera inusual, contiene 44% de ácido laurico y 16.8% de ácido mirísitico. Esta mezcla es nula en colesterol y a ella se le atribuyen sus beneficios únicos.
Una cucharada aceite de coco contiene 117 calorías, 14 gramos de grasa y 12 gramos de grasa saturada.
Como con todas las grasas, lo mejor es tomarlas con mesura y monitorear tus niveles de colesterlor y triglicéridos en la sangre frecuentemente.