Existen muchos hombres capaces de levantar 50 kilos sobre su cabeza con un solo brazo. Hay luchadores, atletas de CrossFit y levantadores de pesas que lo hacen todo el tiempo. Es más, probablemente haya algunos tipos grandes en tu gimnasio con la fuerza suficiente para conseguirlo. Pero, con toda seguridad, ninguno de ellos sería capaz de hacerlo 30 veces, manteniendo siempre una postura perfecta, mientras interpreta un papel que demanda saltos y giros en el aire durante varias horas. Eso es lo que hace Sebastián Vinet en un día normal. Platicamos con este talentoso bailarín chileno para descubrir qué hay detrás de su extraordinaria fuerza y condición física.
En la mayoría de los casos, las personas que poseen una gran capacidad atlética no son particularmente aptas para las artes. Por otro lado, aquellos con aptitudes para la literatura, la pintura o la música, no suelen ser los primeros elegidos para formar parte de un equipo deportivo. Como dicen, no se puede tener todo en la vida, ¿cierto? Pues tal parece que sí. A medio camino entre ambos mundos, en apariencia irreconciliables, se encuentra la danza. Los grandes exponentes de este arte, como Sebastián Vinet, primer solista de la Compañía Nacional de Danza en México, son verdaderos atletas de alto rendimiento. “Creo que lo mejor que tenemos los bailarines es la estamina”, asegura. “Es muy importante para poder resistir tres horas corriendo, levantando o bailando”. Además de las presentaciones, Sebastián y sus compañeros practican todos los días, repitiendo complejas secuencias de movimientos que, por si fuera poco, deben realizar con una técnica impecable, a pesar de la fatiga o el dolor. “Después de un ballet terminas reventado, sólo quieres acostarte y recargar pilas para poder hacerlo al siguiente día”, afirma quien comenzó su carrera a los 12 años en el Teatro Municipal de Santiago en Chile.
Aún si no eres un fanático del ballet y lo único que te interesa es romper tus marcas en el gimnasio, hay mucho que puedes aprender de quienes lo practican. No es casualidad que Arnold Schwarzenegger, uno de los mayores íconos del fisiculturismo, haya trabajado con bailarines profesionales para aprender a mover su cuerpo con gracia. También el campeón de peso completo Evander Holyfield solía incluirlo como parte de su entrenamiento. ¿Aún crees que es demasiado femenino para ti?
4 lecciones que brinda el ballet para transformar tu cuerpo
1/ Conviértete en un perfeccionista
“El ballet es un arte físico, es algo visual y siempre hay algo que mejorar”, asegura Sebastián. Trabaja de forma constante y nunca te olvides de los fundamentos. “Nuestra práctica consiste en varios ejercicios, cada uno de los cuales te lleva al siguiente. Los pasos son siempre los mismos pero la combinación va variando”.
2/ Lleva el entrenamiento contigo a donde vayas
Con presentaciones en los cinco continentes, Sebastián debe viajar constantemente y sus trayectos en ocasiones toman varios días. “Para mantener el ritmo, llego al hotel a hacer push-ups o abdominales”, relata. “Debo mantenerme activo porque después de 30 horas volando tengo que llegar a bailar”.
3/ Postura antes que peso
“El ballet es un arte y un deporte de alineamiento óseo”, explica. “Luego pasas a la musculatura”. Para evitar lesiones, y conseguir una forma física más estética, debes poner atención a la técnica al hacer levantamientos. Cargar bien es mucho más importante que cargar mucho.
4/ No olvides fortalecer el core
“Para saltar, la potencia viene de las piernas pero si el psoas (un músculo flexor de la cadera que conecta la espalda baja con el muslo) no está enganchado, es mucho más difícil elevarse”, dice Sebastián. También resulta esencial contar con un abdomen muy fuerte ya que éste es el centro de balance al realizar saltos y giros en el aire.
El dato
Investigadores de la Universidad de Hertfordshire realizaron un estudio en 2008 en el que compararon a siete miembros del Royal Ballet con siete atletas del equipo de natación de Gran Bretaña. Tras más de una docena de pruebas generales de rendimiento físico, encontraron que, en relación a su tamaño corporal, los bailarines están más en forma que los nadadores.
Texto por Víctor Martínez y Ailedd Menduet
Fotos Pepe Escárpita
Locación Centro Cultural del Bosque