Existe una duda recurrente en el mundo de la relojería: ¿Por qué los relojes dicen IIII en lugar de IV? Te contamos las diferentes versiones.
En caso de que seas un coleccionista de relojes, te habrás percatado de que el numero 4 viene escrito de diversas formas en las carátulas, dependiendo de la marca, modelo o diseños. El tradicional arábigo 4 puede ser sustituido por el IV. Otras variantes aparecen como IIII, lo cual ha generado multitud de preguntas y teorías entre coleccionistas y vendedores sobre por qué los relojes dicen IIII en lugar de IV. ¿Quieres conocer la historia acerca de ello?
La numeración etrusca
La explicación más difundida de por qué los relojes dicen IIII en lugar de IV es debido a la numeración romana que está basada en la numeración de los etruscos. El sistema de numeración romano se basaba en el método aditivo: I más I eran II, V más I eran VI, y II más II eran IIII.
Con el paso del tiempo, el pueblo romano decidió implementar el método sustractivo, es decir, el número anterior resta su cantidad al siguiente. Así es como en lugar de escribir 4 como la suma de 2 más 2 (IIII) se escribió como la resta de 5 menos 1 (IV).
El sistema etrusco, a su vez, se adaptó de los números áticos, usados por los antiguos griegos.

Un error fatal
Una historia muy peculiar cuenta que en la era medieval un relojero suizo fabricó un reloj por encargo de su soberano. Al terminarlo se dio cuenta de su error: puso el número IV como IIII.
El monarca, guiado por su rencor, mandó matar al relojero. A partir de entonces muchos relojeros comenzaron a usar el IIII en vez de IV, para recordar la trágica historia de su colega.
Un relato un poco parecido al anterior dice que, en el año 1370, un relojero llamado Henry de Vick recibió el encargo de fabricar un reloj para la torre del Palacio Real de Francia (La Conciergerie o el Palais de la Cité).
Cuando lo entregó, el rey Carlos V de Francia recriminó al relojero haber representado el 4 como IV. El relojero corrigió a Su Majestad, pero éste respondió: “El Rey nunca se equivoca”. Por lo tanto, el reloj debió modificarse a IIII.
Cuestión de armonía
Según el Instituto Británico de Relojería, la respuesta a por qué los relojes dicen IIII en lugar de IV es por razones estéticas. El IIII armoniza perfectamente con el VIII, pues ambos números tienen cuatro caracteres. Sin embargo, esto podría no ser del todo cierto, pues sabemos que el mítico Big Ben de Londres lleva la numeración romana tradicional en la que el 4 se representa como IV.

Un mundo de supersticiones
Una última versión sostiene que usar el número IIII en vez del IV es una mera superstición. Se dice que el número IV tiene su origen en las dos primeras letras del nombre del dios romano Júpiter: IVPITER en latín. Por lo tanto, usar el IV tendría connotaciones de blasfemia, por ello se optó por usar el IIII.
Algunas fuentes aseguran que este uso puede ser por mera comodidad. En ese sentido suena bastante sensato: el IV puede llegar a ser más complicado de leer debido a su posición en la carátula del reloj. La variante IIII también ayudaría a evitar confusiones entre el número IV y el VI, pues ambos se encuentran boca abajo.
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