Te decimos la manera en la que tienes que mejorar tu rutina de grooming después del gimnasio.
El secreto para tener la piel a salvo de las decenas de bacterias que puede haber en el gimnasio, es mantenerla hidratada. Así que aquí te dejamos tres puntos para mejorar los hábitos de higiene y proteger la piel de infecciones.
No limpiar el equipo antes de usarlo: El personal de limpieza del gimnasio desinfecta los equipos regularmente (o al menos esperemos que lo hagan), pero las investigaciones sugieren que no es suficiente. La solución es usar en aerosol antibacterial para limpiar las herramientas de entrenamiento. Si haces ejercicio en máquinas de pesas, usa pantalones que sean lo suficientemente largos como para cubrir los muslos y minimizar el contacto entre la piel y el equipo.

Usar ropa sudada por demasiado tiempo: Es un grave error acabar un juego de futbol y permanecer con la ropa de entrenamiento por más de una hora. No hay pretexto y debes ducharte y cambiar tu ropa de entrenamiento, cuanto antes. Evitarás infecciones en la piel y sobre todo malos olores.
Cambia tus navajas regularmente
La navaja de afeitar de tu maleta de gimnasio: Tienes que ser honesto contigo mismo, ¿cuándo fue la última vez que cambiaste la navaja de tu rastrillo o maquina de afeitar? Una navaja descuidada sobre tu cara puede estar contaminada con bacterias y hongos. Esto causa quemaduras e inflamación en la piel. Cuida la navaja que utilizas en el gimnasio; después de afeitar, déjala secar al aire en lugar de guardarla de inmediato.

Ahora que ya lo sabes, es mejor que apliques estos tips en tu rutina diaria.
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Fotografías: Getty Images / Instagram