Nunca subestimes el poder de un triplete. Omnia tria divina sunt dice el viejo adagio. Más aún si el trío incluye un caballo. ¿Es el equino de pelo largo y cola una mascota? ¿Un miembro de la familia? ¿Una ayuda terapéutica? ¿Un guiño al linaje ecuestre perdurable en el ADN de Gucci? ¿Una encarnación mitológica de alguna deidad mensajera de amor? Tal vez todo lo anterior, tal vez ninguno, esto se ve reflejado en la campaña Gucci Primavera Verano 2020.
GUCCI PRIMAVERA VERANO 2020, LA INSPIRACIÓN PARA LA CAMPAÑA
De una forma u otra, un caballo se presenta como el coprotagonista de la nueva campaña publicitaria de Gucci. En la playa, en la cocina, en el lavado de autos, en el embotellamiento, el caballo siempre está ahí: tomando un refrigerio, nadando en la piscina, lavando zapatos en el lavado de autos, llevando a los otros dos a su destino y generalmente compartiendo momentos con él o ella…. ¿propietarios? No hay posesión en una relación. La campaña es un ejercicio de ambigüedad afectuosa, un acto de surrealismo cotidiano, una celebración de lo paradójico.
Al director creativo, Alessandro Michele, le gusta superar los límites, y esta temporada confió visualmente al director quijotesco Yorgos Lanthimos. La trama narrativa finalmente se deja para esbozar a los espectadores. Cada ojo, un camino. La langosta de Lanthimos, me viene a la mente la película distópica en la que hombres y mujeres solteros que no pueden encontrar un nuevo compañero de vida se transforman para la eternidad en su animal favorito.

El caballo, a partir de entonces, podría ser un humano, en una nueva encarnación. No hay que olvidar, también, que Zeus solía tomar semblanzas de animales cuando quería seducir. Por otra parte, los caballos son un símbolo de libertad, y el espectáculo Gucci Primavera Verano 2020 fue todo sobre el poder de la moda para romper la jaula de las reglas con la autodeterminación del estilo personal. Su presencia en la imagen podría actuar como un recordatorio de eso.
Independientemente de cómo se vea la campaña en su conjunto, no hay forma de llegar al punto, y ese es exactamente el punto, lo que genera un mensaje libertario: la verdad y el estilo están en el ojo y en las formas del espectador.