Si le pides a cualquier mujer su opinión sobre Gerard Butler, lo más probable es que por toda respuesta obtengas un sonido gutural o un gesto primitivo que te hará sentir incómodo, en especial si cometiste el error de preguntarle a tu madre o a tu abuela. Desde que hace ocho años apareció como el rey espartano Leónidas en la película 300 del director Zack Snyder, las reacciones de las mujeres hacia Butler provocan cierta desazón en el ánimo de los hombres comunes. Contra toda lógica, esto no ha hecho que Butler sea odiado por el generalmente envidioso género masculino. Quizá se deba a que en algunas películas —The Ugly Truth y The Bounty Hunter— ha interpretado a patanes cínicos, despreciables y simpáticos que hacen rabiar a mujeres muy guapas sin dejarse intimidar por su belleza. Quizá también sea porque a lo largo de su trayectoria ha escogido algunos papeles bastante exigentes que lo ponen un paso adelante de otros actores de su tipo. Por ejemplo, el ladronzuelo de RocknRolla (que, pensándolo bien, es otro patán), el padre vengativo de Law Abiding Citizen o Tulo Aufidio, el comandante del ejército volsco en la adaptación cinematográfica que Ralph Fiennes hizo de Coriolano, la obra de William Shakespeare, en 2011.
En resumen, Gerard Butler nos cae a toda madre, es un tipo al que vemos con agrado, respeto y hasta admiración. Ayuda el hecho de que, en pleno papel de héroe de su vida real, renunciara a su carrera de abogado para dedicarse a lo que realmente le gusta. Por eso tiene lógica que Hugo Boss lo haya escogido como imagen de su emblemática fragancia Boss Bottled y de una nueva campaña publicitaria cuyo eslogan es tan simple como ambicioso: “El hombre de hoy”. Y tal cual. Esta es la charla que tuvimos con Gerard durante su presentación como embajador de la gran firma alemana en Londres.
ESQUIRE: ¿Qué te parece todo lo que Hugo Boss ha hecho alrededor de tu llegada a la marca y del concepto “El hombre de hoy”?
GERARD BUTLER: Estoy muy impresionado, por eso quise involucrarme. He tenido muchas oportunidades para hacer campañas publicitarias, pero al final siempre tengo que sentirme bien con la decisión. Cuando conocí al equipo de Hugo Boss, me parecieron muy profesionales y comprometidos, y me convencieron de que querían hacer esto por las razones correctas. Creo que eso se nota en la campaña y en la ideología que estamos tratando de comunicar: no se trata sólo de un perfume, sino de un estilo de vida, de una forma de ser, de un código de honor. Cuando supe lo que planeaban, pensé: “Wow, hay mucha reflexión y trabajo invertidos para hacer que esto funcione bien”, porque hubiera sido muy fácil equivocarse. Es algo enorme que involucra mucho esfuerzo y mucha pasión, y que me recuerda a algunos de los atributos del hombre de hoy tales como la dedicación y la diligencia.
ESQ: Antes de unirte a esta campaña, ¿ya te habías puesto a reflexionar sobre lo que significa ser un hombre en el siglo xxi?
GB: Sí, ya había hecho esta reflexión. Al haber interpretado personajes históricos, me he visto transportado imaginariamente a otras épocas que tenían sistemas de valores distintos al nuestro, así que entiendo la idea que inspiró a Hugo Boss: la unión de los valores masculinos tradicionales y modernos. Ha sido una experiencia fascinante para mí. Cuando leí el concepto de la campaña, me sentí identificado y pensé: “Así es como veo a un hombre, estas son las partes de mi vida que aprecio cuando las cosas van bien”. Soy una persona más diversa, no pongo todos los huevos en una sola canasta, tengo permitido ser exitoso y trabajar duro, ser apasionado y dedicado, pero puedo liberarme y romper los estereotipos, ser emocional y sensible, mostrar que las personas y sus problemas me importan. No tengo que ser un ganador todo el tiempo, pues el éxito no se limita a la carrera profesional, sino que involucra todos los aspectos de mi vida. Cuando lo ves de este modo, es como redefinir nuestro código de honor: realmente tienes que hacer el bien, ser valiente, comportarte como un caballero. Así siento que es el hombre de hoy.
ESQ: ¿Crees que vivimos en una época dorada de la masculinidad?
GB: No me atrevería a decirlo de una manera tan rotunda porque no sé qué nos depara el futuro, pero sí siento que es una buena época para la masculinidad. Aunque también siento que existe cierta confusión entre los hombres: muchos no saben lo que se espera de ellos, pues ya no se dedican toda la vida a una sola ocupación como lo hicieron sus padres. Me parece que casi han sido malcriados por las oportunidades, pues las oportunidades y las elecciones pueden ser algo terrorífico que hacen que te preguntes la mayor parte del tiempo hacia dónde voy ahora, cuál es mi propósito y cómo lo cumplo. Quizás era más fácil antes cuando sabías que sólo tenías que ser, por ejemplo, un minero. Es importante lograr la auto aceptación, ser adaptables y aprender que podemos sentirnos satisfechos con quiénes somos y dónde estamos.
Hay otra cosa: ahora los roles de los hombres están menos definidos porque las mujeres han entrado en nuestros dominios. Pero nosotros también estamos entrando más en los suyos, así que tenemos la oportunidad de hacer cosas distintas con nuestras carreras, nuestros pasatiempos, nuestros intereses. El mundo está cambiando y somos más multifacéticos. Por eso no está mal que Hugo Boss nos recuerde los valores tradicionales relacionados con lo que significa ser un hombre: la integridad, el valor, la fuerza, el honor, la lealtad. Quizá hay valores modernos más insustanciales o poco prácticos, por lo que no debes olvidar los valores que tienen más peso. Si los combinas, tendrás una fórmula excelente para moverte por el mundo. Es lo que he sacado de esta experiencia.
ESQ: ¿Sientes que el haber nacido en Escocia define tu forma de ser hombre?
GB: Sin duda. Los escoceses son un pueblo con mucha pasión, pero también con mucha oscuridad, mucha guerra, mucho conflicto. La imagen del escocés es la de un hombre rudo al que lo invaden pensamientos perturbadores mientras nubes oscuras se posan sobre su cabeza. Naturalmente tengo ese tipo de masculinidad y estoy acostumbrado a que la vida sea difícil. Escocia es un país en el que tienes que aprender a cuidar de ti mismo físicamente; no estoy diciendo que haya peleas en cada esquina, pero sin duda debes saber cómo defenderte. Y luego, como en mi caso, te puede tocar vivir en un mundo donde todo gira en torno a la sensibilidad y la pasión. No estoy diciendo que eso no exista en Escocia; de hecho, una de las cosas más hermosas que tenemos es un maravilloso sentido del humor que te puede levantar el ánimo.
FRAGANCIA INMORTAL
Presentada en 1998, Boss Bottled, de Hugo Boss, es un clásico de clásicos en el universo de las fragancias masculinas. En estos 16 años, la marca alemana ha hecho un gran trabajo para mantener la identidad de este producto prácticamente sin cambios y para identificarlo con embajadores que representan el ideal de la masculinidad moderna, como es el caso del actor y productor escocés Gerard Butler. En sus notas olfativas puede percibirse una base amaderada con manzana, limón, ciruela y vainilla, el ingrediente que en su momento causó furor porque Boss se atrevió a utilizarlo en un perfume para hombres.