No almacenes lo innecesario, aquí la fecha de caducidad exacta de tu armario.
El espacio en tu nuevo apartamento es reducido, pero no temes en guardar esas cajas extra con ropa que arrastras desde casa de tus papás. Lo sabemos, deshacerte de tu ropa es como perder parte de tu pasado, pero es necesario. Aquí las situaciones a las que tendrás que enfrentarte cuando tus prendas ya cumplido su función.
1- Checa si realmente lo vas a volver a usar. Todos tenemos el típico suéter de la universidad que guardamos por nostalgia, pero que claramente no volverás a ponerte. ¿Realmente merece la pena? Es necesario tener un fondo de armario atemporal, pero no es sinónimo de síndrome de Estocolmo.
2 – Te encanta, te queda genial y te la regaló alguien especial, pero el material del mismo ya se ha desgastado e incluso le han salido las incómodas y antiestéticas bolitas que predicen su rotura. Lo sentimos, ya cumplió su función y eso momento de renovarlo o adquirir otra prenda parecida.
3 – Hace tiempo decidiste cambiar tu rutina alimenticia y ponerte en serio con el gimnasio… lo que acabó por cambiar tu cuerpo definitivamente. Lo intentaste esconder, pero todo el mundo lo nota: tu ropa ya no te queda. Es una pena que no previeras esto hace unos meses, pero tu anatomía evolucionó y con ella tu armario.
(Hazlo feliz, es el fin de una era y el principio de otra en tu estilo)
4 – Otra situación a la que te puedes enfrentar es que simplemente no tengas más espacio en tu clóset para almacenar ropa, por lo que descubrirás que existen terceras personas que sí necesitan esa ropa más que tú. La donación o regalar tu ropa a allegados que sí le van a dar un uso funcional te hará hacer espacio en tu casa y sentirte mejor contigo mismo.
5 – Un buen momento para esta limpieza de clóset es principio de otoño y finales de verano, cuando las estaciones cambian y realmente desempolvas todas las cajas con tus prendas que usarás (o no) en los meses venideros.
Por último, no cometas el craso error de mover temporalmente la ropa que no usas a casa de tus padres o un familiar cercano, reconócelo: nunca volverás a usar esos útiles y sólo te traerán reproches por parte de tu allegado. Y ahora, ¿es tiempo de una limpieza?
Crédito de foto: Columbia Pictures