El problema: Entradas.
La solución: El largo del corte debe tener la altura de un dedo (apenas 2.5 cm) en toda la cabeza. A esta altura, las entradas no se notarán tanto.
Ver: Justin Theroux.
El problema: Pelo débil en la coronilla.
La solución: El largo del corte debe tener unos 2.5 centímetros, pero el pelo alrededor tendrá que ser un poco más largo que el resto de la cabeza. Ese pelo extra, por poco que sea, compensará el vacío de la coronilla.
Ver: Hugh Laurie.
El problema: Pelo débil en general.
La solución: Estamos ante el purgatorio de la pérdida de pelo: todavía tienes pelo en toda la cabeza pero es tan delgado que, desde algunos ángulos, se ve el cráneo. Puedes raparte, como hacen muchos, o cortártelo en capas y hacia adelante.
Ver: Michael Bolton.
El problema: Entradas pronunciadas, pelo débil en la coronilla, o ambas.
La solución: Tus opciones son limitadas. La mejor: pídele a tu peluquero que combine las zonas con menos pelo con las esquinas, y que se asegure de que la transición del cráneo al pelo sea sutil.
Ver: Kelsey Grammer.
El problema: Calvicie total en la parte superior con un poco de pelo en los lados.
La solución: Tienes dos opciones. Sacar el rastrillo y rasurarte toda la cabeza (si lo haces bien, podría parecer que lo estás haciendo por gusto, no por necesidad), o aceptar tu calvicie conservando el pelo a los lados, sólo asegúrate de llevarlo siempre pulcro.
Ver: Jim Cramer.
Ilustración de Mark Matcho