A pesar de haber sido fundada en 1966 por Michele Taddei y Renzo Zengiaro, se podría considerar a Bottega Veneta como una firma joven debido a que su mayor gloria la ha vivido desde la llegada de Tomas Maier como director creativo, hace apenas 11 años.
En sus inicios, Bottega Veneta era conocida como una marca de «small leather goods», distinguida por su técnica de intrecciato, es decir, de cuero trenzado. Gracias a personalidades como Jackie Onassis y Andy Warhol, la firma se dio a conocer en la década de los setenta bajo el lema «When your own initials are enough» («Cuando tus iniciales son suficientes»), en referencia a no cubrir los accesorios con monogramas o usar logotipos como detalles de diseño. Como afirma Marco Bizzarri, ceo de la marca: «Nuestros productos son reconocidos por el estilo y contenido, no necesitan de logos visibles en el exterior. Los logos no forman parte de la sensibilidad de Bottega Veneta». A lo que Maier agrega: «Estoy en contra de las bolsas con logotipos usadas por celebridades, es una técnica de marketing. Para mí, eso es igual a bolsas no duraderas».
El intrecciato, además, se ha convertido en símbolo de estatus internacional: es la forma más fácil de reconocer a la marca, ya que lo aplican en todos sus productos. «Aunque la falsificación es un tema continuo, ningún producto pirata podría ser comparado con los originales, porque el trabajo de los artesanos es imposible de reproducirse de manera barata y en gran volumen», dice Marco Bizzarri.
ASCENSO CONTINUO
Después de anunciar que estaba en quiebra durante los años noventa, la marca italiana fue comprada por el Grupo Gucci, dirigido por uno de los empresarios más importantes y ricos del mundo, François-Henri Pinault. Durante 2001, Tom Ford se convirtió en el director creativo del grupo y se encargó de seleccionar a Tomas Maier como cabeza de diseño (no le importó que no fuera uno de los nombres más cotizados del momento).
Tras el cambio, la firma rápidamente se estableció en el mercado como una de las grandes, al incrementar sus ventas en un 800 por ciento. El primer y gran acierto de Maier fue diseñar la bolsa «Cabat», la más emblemática de la marca, hecha completamente en piel, sin logos, aplicaciones, ni elementos de distinto material -justo cuando la industria estaba fascinada con los excesos y todo era llamativo y brillante-. Hoy, esta bolsa cuesta seis mil dólares, ya que está hecha en una piel de suavidad extrema y de la más alta calidad, creada por las manos de un artesano. Y además es exclusiva, pues sólo se fabrican cinco mil al año con variación en pieles y colores, que únicamente se venden en las boutiques de la marca italiana.
«Bottega sólo se fabrica en Italia, específicamente en la región de Vicenza, Veneto, con excepción de algunos productos que se hacen en colaboración con otras compañías líderes en su campo, como kpm para la porcelana, Victor Mayer para la joyería y Girard Perregaux para la relojería», comenta Bizzarri.
El principal objetivo de Tomas Maier es quitar todos los elementos innecesarios en las prendas, hasta que queden reducidas a su esencia funcional. Además de tener una impresionante línea de maletas y zapatos, un artículo recurrente en las colecciones masculinas es el saco, ya sea en cashmere, franela o lana, una pieza que siempre estará presente en el guardarropa de un hombre. En la colección otoño-invierno de Bottega Veneta, Maier les agregó figuras geométricas con el fin de hacerlos más llamativos e impecables.
Los cuatro pilares sobre los que Maier dirige el taller son funcionalidad, materiales finos y de calidad, artesanía extraordinaria y diseños atemporales. «Mi cliente no compra para usar por temporadas, compra para usar por largos periodos de tiempo», argumenta Maier.
Otra de sus hazañas fue fundar La Scuola Della Pelletteria en Vicenza, con el fin de enseñar el arte del trabajo con pieles a nuevas generaciones. La marca además ha ido conquistando y ampliando sus líneas con productos para el hogar, relojes y ropa ready-to-wear. También han intervenido suites para el hotel St. Regis en Nueva York y Roma.
En la actualidad, Bottega Veneta es reconocida como una de las principales firmas de productos de lujo y una de las más grandes del Grupo Gucci, algo sobresaliente si consideramos que éste es dueño de Yves Saint Laurent, Stella McCartney, Alexander McQueen, Sergio Rossi y Balenciaga, entre otras.
Tuvimos la oportunidad de platicar en exclusiva con Tomas Maier, el genio detrás del intrecciato.
Esquire: ¿Cuál es tu fórmula para alcanzar esa elegancia y estilo en
los diseños que haces para la marca?
Tomas Maier: Simplemente trabajo para combinar la más fina artesanía y los materiales con un diseño que sea innovador, atemporal y bien entendido.
ESQ: ¿Qué es lo que la gente no sabe acerca de la piel que utiliza Bottega Veneta en todos sus diseños?
TM: Que mejora con los años: dentro de una década, el cliente amará su pieza aún más de lo que lo hace el día de hoy.
ESQ: ¿Qué distingue los productos de piel Bottega Veneta con respecto a los de otras marcas?
TM: La magnífica habilidad de los artesanos de Bottega Veneta que trabajan la piel, así como el entendimiento de la marca por la sensibilidad del diseño.
ESQ: ¿Podrías explicarnos cómo es el proceso de selección de la piel?
TM: Trabajamos con proveedores que son los mejores del mundo y a quienes les tenemos toda la confianza. Cada una de las pieles es inspeccionada visualmente por algún miembro de nuestro equipo y todos los nuevos materiales, incluyendo las pieles, son probados para medir su elasticidad, flexibilidad, desvanecimiento de color y otras propiedades. La piel es un material muy antiguo, que requiere un acercamiento para su producción y venta, tal cual se hacía en el Viejo Mundo. Relaciones, experiencias y confianza son cualidades importantes para el proceso.
ESQ: ¿Nos podrías hablar un poco de Vicenza, su importancia y tradición a través sus ojos?
TM: Es un lugar especial. Hay artesanos con décadas de experiencia, muchos de ellos entrenados por las generaciones anteriores a ellos. Existe una dedicación a la calidad y al deseo de innovar que, pienso, es la marca de los mejores artesanos. Visité Vicenza antes de aceptar la posición como director creativo en Bottega Veneta. Lo que vi, me convenció para trabajar aquí.
ESQ: ¿Cuál es tu piel favorita para trabajar en tus diseños?
TM: No tengo una favorita o especial. Me gustan diferentes tipos de pieles para diferentes propósitos.
ESQ: Aproximadamente, ¿cuánto tiempo tarda el proceso de elaboración de un bolso?
TM: Depende de la bolsa, algunos toman de cinco a seis horas del trabajo de un artesano. La «Cabat» la hacen dos artesanos trabajando dos días completos. Ocasionalmente existen bolsas con elaborados bordados u otros adornos que pueden tomar más de una semana para su elaboración.
ESQ: ¿Tienes algún diseño en mente que no hayas podido realizar debido a que no has encontrado la piel perfecta?
TM: No, eso no ha pasado aún. Algunas veces diseño algo que es realmente un reto para el taller, pero al final siempre ha funcionado.
ESQ: ¿Tienes algún consejo para el cuidado de los productos de piel?
TM: No sugiero ningún cuidado específico más que disfrutar del producto de piel sin preocuparse.
ESQ: ¿Cuál es el tiempo de vida de una bolsa Bottega Veneta?
TM: Todo depende de su uso, pero mi madre todavía tiene varias Bottega Veneta de la década de los setenta.
ESQ: ¿Cómo surgió el estilo tejido intrecciato?
TM: Fue concebido en los primeros años de la historia de la marca por los artesanos que buscaban una forma de hacer más fuerte la piel suave y delicada que ellos preferían. Un trozo de piel no es tan fuerte como el mismo de piel tejida. Cuando comencé, hace 11 años, quería que luciera en las dos caras de la bolsa, por dentro y por fuera, por lo que desarrollamos una nueva técnica creando el intrecciato doble cara, que es el que utilizamos para la elaboración de la «Cabat».
¿Quién es Tomas Maier?
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