Si no eres un enólogo con años de experiencia detrás de ti, ni te jactas de tener gustos sofisticados y excéntricos, es probable que no sepas diferenciar entre un buen vino y uno envasado en tetra pak.
Por fortuna, no hay habilidad que no pueda afinarse con la práctica y un poco de instrucción dirigida en la dirección correcta. Aprender a reconocer un buen vino no es la excepción.
Escucha a los expertos
La cata de vinos no es una ciencia exacta, por lo que difícilmente encontrarás una demostración matemática, en un journal científico, sobre cuál fabricante de vino o marca es la mejor. Sin embargo, eso no significa que no haya profesionales y expertos que emiten sus sesudas apreciaciones al respecto. Si hay un consenso positivo al respecto de un buen vino, por ahí es. No puede ser casualidad.
Estudia la botella
Lee con atención la etiqueta. ¿Qué dice? Ahí encontrarás información valiosa acerca de la variante de uva utilizada, el lugar de fabricación y los premios recibidos. También encontrarás una descripción de los sabores presentes en el que estás tomando. Después de todo, que todos los expertos del mundo estén de acuerdo en que algún vino es de gran calidad no significa necesariamente que este será de tu agrado.
Busca el equilibrio
Como no queremos que únicamente te quedes con la opinión de los profesionales, sino que hagas tu propio juicio informado, sugerimos utilizar uno de los métodos usados por los profesionales.
Un buen vino debe tener equilibrio entre los elementos esenciales en su sabor: el dulzor, la acidez, el tanino (el sabor amargo y rugoso) y el alcohol. El equilibrio consiste en que ninguno de estos elementos predomine sobre los demás, desentonando u opacándolos.
Una buena forma de poner a prueba el equilibrio de un vino es acompañarlo con alguna comida. Una característica fundamental de un vino equilibrado es que se lleva bien con la mayoría de éstas.
¡Practica!
No hay mejor manera de poner a prueba los conocimientos adquiridos que mediante la práctica. Si calificar vinos fuera una ciencia exacta, la cata de ellos serían los experimentos de laboratorio.
Teniendo en mente este espíritu científico, recomendamos practicar con los vinos de la familia Solís, que llegarán a México en abril de este año.
Félix Solís Avantis es una empresa española que cuenta con vino de las denominaciones de origen regionales más destacadas de España. Esto quiere decir que sus vinos tienen el reconocimiento de cumplir con los estándares de los medios geográficos en que producen sus materias primas y elaboran sus productos.
Algunas de las denominaciones de origen con que cuentan son las propias del norte de España: Rioja, Ribera del Duero, Rueda y Toro y también con las principales de la zona sur, Valdepeñas y La Mancha. Sin embargo, en estos momentos también están trabajando en una nueva bodega en Chile y con vinos de Nueva Zelanda.
Por puro interés educativo, para reafirmar los conocimientos adquiridos, y sugiriendo ante todo la moderación, recomendamos algunos vinos insignes de la familia vinícola española.
El Viña Albali Crianza, un vino con la denominación de origen Valdepeñas. Fue bautizado en honor a Albali, estrella de la constelación de Acuario que se dice es la más brillante. Sus 6 meses de crianza en barrica de roble, le otorgan un potencial aromático, además es un vino suave y elegante al gusto.
Altos de Tamaron Crianza, un vino elaborado con uvas seleccionadas de viñedos con más de 20 años de antigüedad, Olmedillo de Roa, Burgos. Éste cuenta con la denominación de origen Ribera del Duero. Destaca por ser un vino envolvente que recuerda en aromas y gusto a especias, cacao y frutos rojos.
Castillo de Albai, vino aromático a frutas rojas maduras y especias, con 12 meses de permanencia en barrica. Está elaborado con uvas de la variante tempranillo, que se pueden encontrar en La Rioja Alta. Cuenta con la denominación de origen La Rioja.
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