Rodrigo y Gabriela llevan el sonido de sus guitarras hacia un espacio identificable, contagioso y emotivo. Mettavolution representa una escala complicada en el viaje que iniciaron discográficamente en 2001.
Llegar hasta este punto significó profundizar en la introspección y en el valor de la paciencia más allá de la destreza que han desarrollado. Implicó perderse en la búsqueda del siguiente nivel y así colocarse en el estado mental para impulsar su crecimiento.
EL ESTILO DE RODRIGO Y GABRIELA
Es impresionante saber que todo lo tocan de memoria. Su estilo se ha redefinido con base en influencias que van del flamenco y la música latina hasta el heavy metal. Los mexicanos Rodrigo Sánchez y Gabriela Quintero conforman este dueto que comenzó a depurar su técnica en las calles de Dublín.
En el proceso no descartaron el hecho de hacer sus propias versiones de “Orion” de Metallica o “Stairway to Heaven” de Led Zeppelin. Y ahora se aventuraron a plasmar su propia lectura a la kilométrica y compleja “Echoes” de Pink Floyd.
Entre sus credenciales están el haber sido invitados a los shows de Jools Holland y Jay Leno, así como estar presentes en la ambientación musical de la serie Breaking Bad y colaborar con el destacado compositor de bandas sonoras Hans Zimmer.
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RODRIGO Y GABRIELA DESCUBREN METTAVOLUTION
Llegar a Mettavolution, su quinto larga duración, no fue sencillo debido a una prolongada serie de prueba y error que ejercieron durante tres años. La treintena de canciones que generaron durante ese lapso no terminó siendo de su agrado. “Quizás algún día rescatemos algo, pero en el momento no nos convencieron las canciones”, reconoce Gabriela. “Después de tanta lucha, conseguimos abrir una compuerta de inspiración y comenzamos a fluir para lograr este álbum. En cada proyecto terminamos por reencontrarnos a nosotros mismos, el propósito implica recrearnos”, explica la guitarrista acerca del trabajo que comenzó en su propio estudio en Ixtapa y terminó puliéndose con el productor Dave Sardy en Los Ángeles.
En entrevista Rodrigo y Gabriela hablan sobre su inspiración, nuevos proyectos y cómo ven su estilo musical ante el mundo.
¿Cómo fue el preámbulo en esta ocasión?
Quizás hasta cierto punto la presión contribuyó a disipar la frustración al no conseguir algo que nos convenciera. Al concluir el ciclo del disco anterior, de pronto las compañías y el management nos decían que era hora para empezar a crear nuevas canciones. Y a eso se sumaron opiniones de gente de la industria sobre los cambios y las tendencias que siempre aparecen. Nos comentaban acerca de la popularidad de canciones cortas y con voz, algo que no se ajusta a lo que hacemos.Pero en realidad no es tanto que todo eso nos haya hecho ruido, sino que en realidad pasamos por un período creativo raro. Eso nos llevó a producir muchas canciones para ver hacia dónde podíamos continuar. Dentro de una jornada de composición es importante intentar ser prolífico, trabajar todo el tiempo hasta llegar a un punto de iluminación y convencimiento sobre el resultado. Así que teníamos en un inicio muchas canciones, pero ninguna de ellas marcó pauta para definir el álbum.
La presión es como una navaja de doble filo: por un lado puede paralizarte, pero por otra parte te invita a afrontar esa clase de situaciones
Te das cuenta que nada está dado, tienes que trabajar con esa mentalidad que permite llevarte hacia el descubrimiento. Así, en lugar de desesperarte puedes avanzar. Tuvimos mucha suerte porque de cualquier manera la gira no paró en estos años a pesar de no contar con un nuevo disco. Aunque, claro, sentíamos la necesidad de nuevas canciones.
Hacer el cover de “Echoes” de Pink Floyd, significa ir a contracorriente del mainstream…
En realidad la idea apareció como una luz especial dentro del proceso. Nos basamos en lo que nos mueve a nivel personal, siempre hemos sido así. De pronto, si tratas de encajar a fuerza, implica traicionarte a ti mismo. Tampoco se trata de ir en contra de todo lo que representa la industria, no somos radicales en ese sentido. Siempre nos gusta aprender considerando nuestros principios. Confiamos en lo que sentimos, en nuestro instinto, sin pensar tanto en que ahora no hay mucha gente haciendo este tipo de canciones.

¿Hubo alguna diferencia en la grabación para llegar al sonido que querían?
La hicimos en vivo, sobre un escenario que se montó en el estudio, rodeado por muchos micrófonos. Grabamos durante una semana para tener la estructura del álbum. Lo demás lo hicimos en Los Ángeles para colocar otros instrumentos sobre las guitarras acústicas que se registraron en vivo. Estar el mayor tiempo posible en el estudio es lo que más disfrutamos.
Su historia es una de esas que inspiran pero, ¿alguna vez les ha agobiado el reconocimiento internacional?
Lo único que nos puede abrumar a veces es la enorme carga de trabajo. En determinado momento hicimos casi tresciemtos conciertos en un año, estábamos exhaustos. Ahora podemos programar mejor nuestras vacaciones, al menos un descanso para estar diez días en México.
El título del álbum hace referencia a la meditación…
Desde que la descubrimos nos hemos dedicado a practicarla constantemente. Soy una optimista clavada en un mundo mejor. Creo que sí es posible, que todavía existe la oportunidad de revertir lo que está mal. No me gusta pensar que todo se ha perdido, que no hay manera de mejorar las cosas. La mayoría de las noticias nos hacen sentir que todo está muy mal, pero con frecuencia no reportan historias de éxito. Considero que cada persona tiene que hacerse responsable de sus actos y no esperar a que el gobierno solucione las cosas. Ahí está la transformación, cuando la sociedad cambia. Una manera práctica para despertar un poco de lo que nos agobia es la meditación, porque nos lleva al otro extremo de ese consumismo de información bestial que nos mantiene aturdidos y desconectados con nosotros mismos. La meditación es una forma para auto conocerse, sin egoísmos y con miras a ser una mejor persona. Me gusta practicar una en especial que se llama metta, que en sánscrito significa ‘amor y compasión’. Se han hecho investigaciones científicas que demuestran que con la práctica te vuelves una persona más atenta, más pacífica. Modifica el cerebro para curarlo de ansiedad y depresión, es una manera de iluminar tu vida.
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