El director de cintas como Drugstore Cowboy, My Own Private Idaho o Milk, Gus Van Sant, fue homenajeado en San Miguel de Allende, dentro del marco del Festival Internacional de Cine Guanajuato 2019 (GIFF).
Por Mariana Mijeres
El también nominado al Oscar por Good Will Hunting (Mente Indomable) y quien recibiera la Palma de Oro en Cannes por Elephant, suele enfocarse en personajes excéntricos o alienados que ofrecen un retrato empático de lo que significa estar solo en un mundo que puede reaccionar con indiferencia.
Considerado además un exponente del cine “queer”, Gus Van Sant recibió la Cruz de Plata -máximo galardón del festival- y ofreció una conferencia magistral moderada por Édgar San Juan (subsecretario de Desarrollo Cultural de la Secretaría de Cultura), donde habló sobre su quehacer cinematográfico.
Aquí, algunas lecciones que nos dejó Gus Van Sant a su paso por el GIFF.

El cine siempre será un gran referente
A principios de los años 60, y gracias al dinero obtenido durante un trabajo de verano, Van Sant se compró una cámara de 8 milímetros, con la intención de empezar a contar historias.
“Mi profesor de arte nos mostraba cine de arte. Al mismo tiempo, había un profesor de inglés que nos exhibía cine experimental de la cartelera canadiense y de la escena underground neoyorquina; era increíble para un joven de secundaria (…) También nos mostró Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941), que fue la primera gran influencia para muchos cineastas y para mí. La vi muchas veces y entendí, a los 14 años, que había mucha psicología involucrada en el cine, que no solamente era un escaparate o entretenimiento; era mucho más”.

Confía en tus ideas: My Own Private Idaho
Ningún estudio quería producir un filme sobre la amistad y posterior relación entre dos hombres, pero cuando el director casteó a River Phoenix y Keanu Reeves, New Line aceptó producirla.
“A principios de los noventa no se escribía ese tipo de cine, creo que Idaho atrajo la suficiente atención para que me sintiera confiado. Me liberó saber lo que pasaría si hacía exactamente lo que quería; en contraste con el tipo de cine que se estaba haciendo en ese momento”.
La película obtuvo varios galardones, incluyendo el de Mejor Actor en el Festival de Venecia en 1991, y se volvió un clásico del cine gay.

Haz que tus actores se vuelvan los personajes, Drugstore Cowboy
Van Sant habló de cómo trabajó, y preparó, a los actores de Drugstore Cowboy (1989): Matt Dillon y Kelly Lynch.
“Procuro ensayar los diálogos de dos a tres horas con el actor, el resto del tiempo ellos están en juntas o trabajando con ellos mismos. En Drugstore Cowboy fue la primera vez que tuve ensayos tradicionales en una mesa en la que elegimos escenas para leer. Pero también recuerdo que otro de los ejercicios que hice con los actores, fue llevarlos a una farmacia -con ellos en personaje-, y tenían que hablarles a los vendedores y comunicarse entre ellos -en personaje-. Fue muy útil”.
El director también confesó que suele ser muy benevolente con su elenco; especialmente al inicio del rodaje.
“Trato de ser muy indulgente con los actores, decirles a todo que sí; eso no necesariamente es bueno porque se acostumbran, pero es un poco como se haría con un perro: darles ‘premios’, que me digan sus ideas y decirles que sí. Eso los ayuda y motiva”.

Hay que apostar por desconocidos: Good Will Hunting
Good Will Hunting, la película escrita por Matt Damon y Ben Affleck que en 1998 les otorgaría un Oscar como guionistas, en un inicio no iba a ser producida, pues los estudios no los querían al frente por ser actores prácticamente desconocidos.
“El guión tenía un ‘estigma’: contractualmente Matt y Ben tenían que ser los actores principales. Eso lo establecieron ellos porque sabían que de no ser así, se elegiría a otros. Por esa razón, aunque a Miramax le gustaba el guión, ellos querían a Leonardo DiCaprio y Brad Pitt como protagonistas, pero Matt y Ben defendieron su idea hasta el final”.

No todas las películas necesitan secuencias de acción
Inicialmente, Damon y Affleck habían incluido en el guión de Good Will Hunting una trama que involucraba al protagonista siendo perseguido por el FBI y en varias secuencias de acción; esto porque ambos jóvenes creían que era un requerimiento de la industria.
“Cuando en Miramax leyeron el guión les dijeron: ‘¿Para qué tienen tanta acción? Y ellos respondieron: ‘Para poder ser parte de Hollywood’; entonces les contestaron: ‘Esto es Hollywood, ya son parte de Hollywood, ya compramos el guión”.

Las filmaciones no siempre son placenteras
Lejos de la idea romántica del cine, el también director de Don’t Worry, He Won’t Get Far on Foot, habló de cómo al filmar una cinta, se puede perder la motivación original.
“Llega un punto en cada película, en la que al inicio hay algo que significa algo especial para ti; pero conforme avanzas en la filmación, eso cambia y se vuelve un poco como un recorrido en carreta por el Lejano Oeste: esperas un viaje placentero, pero al final ¡sólo rezas para llegar con vida! Las razones iniciales por las que haces las cosas normalmente desaparecen; por otras razones o por problemas. Todo puede cambiar; al final, sólo quieres terminar la película”.

Robin Williams no se conformaba con una toma
Cuando le peguntamos al director sobre su experiencia al filmar Mente indomable con Robin Williams, destacó el sentido del humor y compromiso del actor que falleciera en 2014.
“Era increíblemente divertido en el set. Si estuviera aquí nos tendría a todos muertos de risa. En verdad le gustaba hacer a la gente reír, y cuando lo lograba, quería más risas. Es un hombre que fácilmente podría haber matado a alguien de risa ¡pues no podías respirar!”.
Gus Van Sant recordó cómo el famoso comediante siempre iba más allá…
“Cuando lo dirigía, Robin solía agregar una línea más rápida, otra más lenta, o una a medio ritmo. Creo que lo hacía para que nosotros tuviéramos el mejor material, y nos quedáramos con la que funcionara mejor con la escena”.

Debes encontrar un significado especial en lo que filmas
Aunque Gus Van Sant no escribió el guión de Good Will Hunting, compartió que conecta con el protagonista.
“Good… estuvo inspirada en el papá de Ben: Tim, quien trabajaba como conserje de Harvard y podía responder algunas de las preguntas más difíciles de la Universidad; pero estaba atorado como conserje. Cuando lo cuestionaban, decía: ‘alguien tenía que hacer ese trabajo, alguien tiene que trapear’; era una respuesta algo socialista, pero en realidad estaba escondiendo algo: un problema con la bebida.
“En la película Will escondía otra cosa: que no quería crecer, no quería madurar ni que nada cambiara; y justo ese asunto funcionó en mí. Yo entendía la psicología del personaje, porque escribir un guión es un proceso similar al que vive este protagonista”.
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