Jim Parsons la vida después de The Big Bang Theory. El actor de Hollywood habla sobre su trayectoria y sus lecciones de vida.
Elegir papeles difíciles de tipos inadaptados ser creativo para darles riqueza y vivir con la ligereza del que solo intenta disfrutar de lo que hace no parece una fórmula brillante, ¡Pero a Jim Parsons le ha funcionado! Si te encantaba como el friki de Sheldon, seguramente lo odiaste en su papel de “Hollywood”.
Tras 12 años interpretando al excéntrico físico teórico Sheldon Cooper, Jim Parsons (Houston, Texas, 1973) se despide de The Big Bang Theory y entra en una nueva etapa profesional liderada por el último éxito de Netflix, Hollywood.
Nos reunimos con Jim Parsons en el barrio neoyorquino de Brooklyn para esta sesión de fotos antes de que la distancia social fuera el nuevo primer mandamiento de la humanidad.
Dejamos lo de hablar para después… y “después” tuvo que ser ya en otra era, la del post COVID-19, en la que las conversaciones pasan necesariamente por internet y muchas cosas se ven distintas. O no tanto.

ESQUIRE: ¿Cómo has pasado el Confinamiento en nueva York?
JIM PARSONS: Limpiando mucho. Mucho más de lo necesario, porque estar activo previene la depresión y me asustaba estar parado demasiado tiempo.
He limpiado el suelo, la ropa, los platos y también las ventanas. Mi marido, Todd, empezó a cocinar y se pasaba el día en ello. Tengo que decir que lo que preparaba estaba increíblemente bueno, así que he comido muchísimo.
ESQUIRE: Hace pocos meses te despediste de “The Big Bang Theory” Y tu nueva serie vuelve a ser un exitazo. háblanos de “Hollywood”.
JIM PARSONS: Es una combinación de realidad, ficción y fantasía que juega con cambiar el transcurso de la historia.
Mi personaje se basa en Henry Willson, un agente de actores en el Hollywood de los años 40: podríamos decir que fue un tipo despreciable en muchos aspectos, pero también era un ser humano.
Hace poco tomar un papel gay arruinaba carreras. ahora ya no: muchos de nosotros somos gays, estamos afuera del closet, traba jando, y somos aceptados.
ESQUIRE: Es un papel muy diferente de los que has interpretado hasta la fecha.
JIM PARSONS: Sí, así es. Es de los personajes más agresivos que he interpretado. La parte más gratificante y divertida de este proyecto ha sido el desafío de humanizar un comportamiento horrible, extraño y extravagante, en su mayor parte basado en hechos reales.
Estaba muy interesado en hacer que sus clientes tuvieran éxito, le encantaban los juegos de poder de Hollywood, utilizaba sus conexiones para tener sexo e indiscutiblemente tomó decisiones inmorales.
ESQUIRE: Está por estrenarse la nueva serie de Netflix, The Boys in The Band: la adaptación de una obra de teatro que hiciste hace un par de años. su producción original de 1968 fue una gran revolución para la comunidad homosexual en Estados Unidos.
JIM PARSONS: Cuando The Boys in the Band se estrenó en Nueva York en los años 60 fue la primera gran exposición pública de lo que pasaba en la vida privada de los hombres gays puertas adentro.
Gran parte de la trama de The Boys in the Band gira en torno a la psicología de todos aquellos hombres gays que han sufrido en manos de la sociedad, de sus familias o en las suyas propias. No creo que todos esos problemas ya se hayan solucionado.
ESQ: ¿Consideras que queda un largo camino por recorrer en los derechos de los homosexuales?
JP: No sé si largo, pero en definitiva sí hay camino.
ESQ: ¿es una coincidencia que todos los actores principales de la serie sean gays?
JP: Creo que empezaron eligiendo a los actores que querían para cada uno de los roles y en un momento dado se dieron cuenta de que todos ellos eran homosexuales que habían anunciado en público su condición sexual, y de cierta manera se le dio importancia a ese hecho.
En la producción original en el teatro, hace poco en realidad, interpretar un papel gay arruinaba carreras. Ahora ya no: muchos de nosotros somos gays, estamos afuera del clóset, trabajando, y somos aceptados.

ESQ: en los 12 últimos años encarnaste al peculiar físico teórico Sheldon Cooper en The Big Bang Theory. sus rarezas, aficiones y singular personalidad le han convertido en un personaje emblemático de la historia de la televisión; aparte de ser ambos de Texas y tocar muy bien el piano, ¿qué otras cosas comparten?
JP: Crecí asistiendo a la iglesia, igual que Sheldon, ¡y creo que eso es todo!
ESQ: ¿Qué ConoCimientos tenías de física teórica antes de la serie?
JP: Ninguno.
ESQ: ¿Y después?
JP: Ninguno.
ESQ: ¿nada de nada?
JP: No debería decir eso. Seguro que algo se me ha quedado y, si leo ciertos conceptos, puedo entender a qué se refieren, pero no para tener una conversación sobre física teórica ni nada por el estilo.
ESQ: ¿Cuál fue el mayor reto de interpretar a un personaje tan complejo y único como Sheldon?
JP: El reto más grande fue a la vez la parte más divertida: interpretar a alguien que está en un plano diferente del resto de los humanos y no entiende la condición humana de la misma manera que el resto. El guion era maravilloso y fue muy divertido ser Sheldon.
ESQ: Ahora que mencionas el guion, ¿encontraste muy a menudo palabras que no tenías ni idea de qué significaban?
JP: Muchas no las había escuchado en mi vida. La mayoría solo aprendí a pronunciarlas sin saber su significado. Me hubiese confundido más pretender hablar de algo que en el fondo no conozco.
Me encanta pasear con mi marido por Nueva York. me relaja mucho caminar varios kilómetros por la ciudad mientras escucho un podcast.
ESQ: Al grabar la última escena de la serie, ¿qué pasó por tu cabeza al saber que no volverías a ser de nuevo el doctor Cooper?
JP: No puedes vivir una experiencia como esta sin sentirte profundamente conectado con todo el mundo que ha formado parte del proyecto.
Fue un torbellino de emociones y sentimientos porque fueron muchos años. En muchos sentidos, creo que todavía estoy procesando que esa etapa ha terminado.
Me estoy adaptando al hecho de que no estoy en un paréntesis de la serie y que lo que estoy haciendo ahora terminará y volveremos al rodaje.
Y no es nada malo, en el fondo es algo bueno porque te da la oportunidad de pasar página y hacer cosas nuevas. Pero es un gran ajuste: estuve un cuarto de mi vida metido en esto.
ESQ: ¿Lo extrañas?
JP: Todavía no, aunque sí diré que cuando hago la voz en off del spin-off The Young Sheldon a veces me entra la nostalgia.
ESQ: ¿Te has planteado hacer algo diferente a ser actor?
JP: Sí y no. En la industria en sí ahora mismo no estoy interesado en escribir, dirigir o hacer otra cosa que no sea actuar, pero sí me gustaría darle una oportunidad a la danza y explorar ese camino.
ESQ: ¿sabes bailar?
JP: En realidad, no. Recibí clases de danza contemporánea en un estudio al lado de mi casa. No sé será algo que haré a nivel personal o lo incorporaré a mi trabajo como otra forma de expresión, pero fue todo un reto para mí.
ESQ: ¿Y Cantar?
JP: ¡Sí! Me encantaría hacer un musical. Puedo cantar, no en plan super bonito, pero me defiendo.

ESQ: Tienes una estrella en el paseo de la fama de Hollywood. ¿Cómo lo Celebraste?
JP: Invité a cenar a toda mi familia en Los Ángeles. Así he festejado la mayoría de los éxitos de la última década: en familia.
ESQ: En 2018 ForBes Calculó tu salario anual en 26.5 millones de dólares Y te nombró el actor televisivo mejor pagado, no está mal.
JP: No, nada mal [risas].
ESQ: ¿Alguna vez te imaginaste que eso podría pasar?
JP: No, de verdad que no. No sé ni qué decir al respecto, aparte de que me siento en extremo afortunado.
Nunca empecé esta carrera para salir en las listas Forbes, te lo aseguro. Decidí ser actor porque me encanta actuar. Pensar en lo que mi carrera se ha convertido gracias a la serie y el dinero que he ganado es algo que nunca hubiese soñado.
ESQ: ¿Nos compartirías la clave de tu éxito?
JP: Seguir haciendo lo que amas y rodearte de personas positivas, inteligentes y cariñosas. He sido muy afortunado de tener unos padres que me han querido mucho y me han apoyado desde el inicio.
ESQ: Seguimos hablando de triunfos: Cuatro premios Emmy, un globo de oro, dos premios de la crítica televisiva… ¿qué sigue?
JP: Estoy contento con lo que tengo. No tiene por qué haber un próximo. Esos premios son mucho más de lo que nunca hubiera podido imaginar.
ESQ: ¿el Oscar está en tu lista de deseos?
JP: No, no está en mis planes, pero claro que lo aceptaría.
ESQ: Parece que siempre tuviste muy claro que querías dedicarte a la interpretación, Ya que tus estudios superiores estaban relacionados Con el arte dramático.
JP: Empecé a hacer obras de teatro en la escuela, cuando era niño, y ahí es donde de verdad me di cuenta de que disfrutaba muchísimo actuando.
Aunque no siempre tuve claro si iba a funcionar: cuando iba al instituto me planteé en serio dejarlo y dedicarme a algo más sensato.
De hecho, el primer año de universidad lo dejé por completo. Fue un buen paréntesis porque me hizo darme cuenta de lo mucho que me gusta actuar y cuánto lo echaba de menos, así que volví.
ESQ: ¿Qué haces cuando no estás trabajando?
JP: Ojalá vuelva a tocar más el piano. Me gusta pintar con acuarela, hago yoga y me encanta pasear con mi marido por Nueva York. Me relaja mucho caminar varios kilómetros por la ciudad mientras escucho algún podcast. Soy muy social con los amigos y con mi familia, así que intento verlos todo lo que puedo.
ESQ: ¿Estás viendo alguna serie en estos días?
JP: La única que estoy viendo es Cheer, que trata sobre un equipo de porristas. Todo el mundo me dice que me gustará The Crown, pero todavía no he empezado. La verdad es que me cuesta sentarme y relajarme, aunque es algo en lo que estoy poco a poco mejorando.
ESQ: ¿Qué podemos encontrar dentro de tu armario en tu casa de Nueva York?
JP: Ahora mismo es un desastre porque he traído todo lo que tenía en Los Ángeles. Tengo muchísimos trajes de los eventos y programas en los que he participado en los últimos 10 años.
También conservo varios esmóquines, lo que es por completo ridículo. Pero cada vez que tenía un evento formal añadía un nuevo tuxedo al armario. Sin embargo, la mayoría de las prendas que llevo en el día a día caben en un cajón, como camisetas, jeans y algunos pantalones Lululemon para hacer ejercicio.

ESQ: ¿Te gusta la moda?
JP: No me gusta ir de compras; sin embargo, una vez que estoy en casa, me gusta crear estilismos. Me encantan los looks monocromáticos. Por ejemplo, vestir en varios tonos de rojo o azul de los pies a la cabeza.
ESQ: ¿Ha cambiado tu vida al estar casado?
JP: Cuando nos casamos en realidad no hubo ningún cambio, porque llevábamos juntos muchos años, pero sí siento de un modo u otro la presencia del matrimonio. Era algo más que podíamos hacer como pareja para expresar el compromiso mutuo, y eso en sí es muy significativo.
Parece que cuanto más tiempo llevamos, más profunda es la conexión. Cada vez me doy más cuenta de lo afortunado que he sido de encontrar a alguien con quien compartir todas estas experiencias: no solo hace que cada una de ellas sea más relevante, sino que también me sitúa en esta industria peculiar en la que estoy.
Todd me hace tener los pies en la tierra. Ha sido una ayuda enorme para mí.
ESQ: En 2016 te vimos apoyando a Hillary Clinton en un mitin de su campaña presidencial. ¿Vas a participar en la campaña de este año?
JP: Todavía no lo sé. Honestamente me interesan mucho la actualidad, las noticias y la política. Creo que es importante estar informado pero en el último año y medio me he tomado un respiro de toda la avalancha de actualidad y eso me ha hecho sentir bien.
Sigo leyendo el periódico y viendo las noticias, pero no con la misma intensidad que antes. A decir verdad, en estos momentos no me veo participando de forma activa en la campaña política de nadie, pero me sentiría cómodo apoyando a cualquier candidato del Partido Demócrata.
ESQ: ¿Tienes claro por quién no votarías?
JP: No votaría por Trump. No me importa decirlo. Aunque sí diré que no me siento 100% devoto de ningún partido político. Creo que cuando la democracia funciona, cuando está en todo su esplendor, es cuando todas las partes aportan posiciones legítimas.