Por: Juan Pablo Doria y Roberto Palacios. Fotos: César Balcázar. Stylish: DaVian Lain.
Una plática con el futbolista mexicano con más Power del momento. Su carrera, su estilo y sus planes de entrepreneur dentro y fuera de la cancha.
Los buenos deportistas son como las estrellas: nunca hay demasiadas. Más difícil todavía es hallar un ASTRO con los PIES en la TIerra. Nosotros lo encontramos en Nueva York y platicamos con el futbolista mexicano con más Power del momento. Su carrera, su estilo y sus planes de entrepreneur dentro y fuera de la cancha.
BIOGRAFÍA de una leyenda, un SUEÑO hecho REALIDAD
Dicen que “cuando nace un niño, como de costumbre, se enciende una estrella para que lo alumbre”. En este caso la vida de este futbolista comienza en 1989. Su padre Marco Fabián Vázquez, también jugador, puso de su cosecha, y así es como Marquito, desde muy pequeño, ya sentía correr el deporte por sus venas.
A tan solamente un año de edad estaba viviendo la intensidad del balompié desde un costado de la cancha, mientras su papá jugaba a principios de los años 90. Si lo tienes, no lo dejas ir, y vaya que este tapatío encontró su estrella desde muy pequeño.
Hoy el brillo astral es más intenso que nunca. Pero ¿cuál es el amuleto que acompaña a “Mr. Charming” dentro y fuera de la cancha? Este partido apenas comienza…
UN NIÑO, UN BALÓN Y GRANDES ESPERANZAS
Marco Fabián nació literalmente con una pelota en los brazos. Como si fuera una premonición, la primera palabra que dijo en su vida no fue mamá o papá, sino ¡GOL! Coincidencia o no, otro ejemplo de que su vida estaría tocada con una varita mágica hacia el balompié.
Con sólo ocho años y de tardes interminables de jugar en las calles de Guadalajara, improvisando la portería con dos botes, y la pelota, su eterna compañera de goles, imaginando jugar en los estadios Jalisco y Azteca, o defendiendo los colores rojiblancos en un partido de Primera División o de la Selección Mexicana en un Mundial. Así fueron sus primeros pasos.
“En ese momento lo vivía (el futbol) como mi diversión y, obvio, como algo a lo que aspiraba. Hoy día, después de tantos años, lo disfruto y lo tomo como mi mayor satisfacción en la vida”…
nos dice en entrevista para Esquire, desde Nueva York.
Pero no todo era diversión, pues para su madre, Adriana de la Mora, siempre fue importante su formación académica sin importar cuánto quisiera jugar futbol; sueño que ella también impulsó y compartió junto con su padre. Así, el apoyo y crédito de su éxito se le reconoce a ambos.
A sus 14 años se preparaba para subir de división, pero aún no era su momento; fue uno de tres jóvenes que quedaba fuera de una lista de jugadores que tentativamente subirían de categoría. Entra la decepción, desesperación y la duda si realmente esto era para él.
Sin embargo, el apoyo familiar y las ganas de cumplir su sueño le hacen repuntar y terminar como campeón, además de mejor anotador de esa división. Asimismo, alcanzó en seis meses a sus compañeros y, al poco tiempo, los dejó atrás para debutar en la liga de ascenso, a sus tan sólo 17 años, con el Tapatío, filial de las Chivas, el conjunto de sus amores.
Joven, con sueños e ilusiones, nunca creyó que aquel noviembre del 2007 sería convocado al equipo grande y que, cinco minutos antes de terminar el partido, tocaría la cancha por vez primera como un profesional, al debutar con sus Chivas queridas, las cuales hoy día “están pasando por una situación que no quisiéramos ver […], siempre les deseo el mayor éxito, les tengo mucho cariño por todo el tiempo que pasé ahí”.
Su primer gol en la máxima categoría tardó un poco en caer. Ocurrió el 2 de febrero de 2008 en un duelo que arrancó como titular ante Monarcas Morelia. Un disparo raso al poste derecho, en la portería de Moisés Muñoz, se convirtió en el primero de las 66 anotaciones que logró con Chivas, tanto en torneos nacionales como a nivel internacional.
MÉXICO, mundiales, Olímpicos y el extranjero
Directivos de la Femexfut pensaron en un trabajo a largo plazo para Londres 2012, una selección nacional Sub-22 se preparó con torneos internacionales. El primero de ellos fue jugar en la Copa América Argentina 2011, pero Marco, junto a siete jugadores más, fueron separados del plantel –tras un duelo de preparación en Ecuador–, luego de una fiesta en el hotel de concentración. Inhabilitado seis meses, la carrera del jugador quedó en la zozobra.
De los errores se aprende. Marco reconoce sus yerros y también los aciertos. “Aprendí de mis fallas, éstas me motivaron a dar aún más de mí”. Eso fue una promesa, pues al año siguiente el mundo entero lo veía a él y a toda la selección mexicana con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos en Londres 2012.
MÉXICO CON LETRAS DE ORO. ¡SÍ, SE PUEDE!
Durante nuestra sesión de fotos y entrevista en el Gild Hall Hotel de Nueva York, a Marco se le iluminan los ojos y saca una sonrisa cuando sale el tema de ver a México campeón del mundo. Con la mejor actitud y un optimismo que contagia, nuestro llamado “Mr. Charming” afirma ser un momento indescriptible, una emoción más allá de lo cotidiano.
“Una recompensa de los años de trabajo”. ¡Y vaya trabajo! No es cosa de todos los días que el Tri derrote “al invencible” Brasil en Wembley, la cuna del futbol.
Los mundiales, ya son dos que juega y esperamos verlo una tercera vez, pero si ya se pudo un oro en los Juegos Olímpicos, ¿por qué no una copa del mundo? A lo que Fabián responde con firmeza y orgullo de representar a su país y defenderlo:
“Soy soñador y México tiene la calidad para ganar. No hay por qué ponernos un límite, pero hay que trabajarlo; es un proceso”.
«MR. CHARMING», CALIDAD DE EXPORTACIÓN
Honestamente, ¿a quién no le gustaría jugar en las ligas más importantes del mundo? Un joven Marco siempre lo pensó de esa manera, una meta más a vencer era salir del país e ir al extranjero a jugar y cumplir ese sueño fuera de México.
En 2015, cuando hizo su llegada a Frankfurt, Alemania, ‘Mr Charming’ se sintió seguro de sí mismo y sin miedo a sus nuevas experiencias, pues no le importó que fuera un cambio tan radical, en un país de diferente cultura, idioma e ideología. Más que adaptado y listo cumplió otro cometido: dejar huella y volverse campeón con el equipo alemán del Eintracht.
En este juego nadie se salva de los trancazos y, aunque por lo general ha tenido pocas lesiones, en enero del 2017 sufrió una que siempre recordará, ya que puso en riesgo su futuro como futbolista. Una hernia discal en la espalda lo orillaron a dos operaciones; sin embargo, una vez más Marquito se repuso y vio la luz al final del túnel al enrolarse con el Philadelphia Union, de la MLS.
“Me gusta usar ropa casual y moderna, lo innovador y minimalista. Me llama la atención la parte formal y de vez en cuando ponerme algo más serio”, MARCO FABIÁN.
El estilo de vida de un campeón, desde NY
Una nueva etapa se veía venir para este crack del deporte, que ahora mismo mete impresionantes anotaciones que pasarán a la posteridad para el equipo estadounidense.
Aquí se siente cómodo y feliz, ha hecho amigos y visita Manhattan con regularidad, pues siempre hay algo nuevo que descubrir en la ciudad. Le gusta disfrutar de restaurantes, como el Catch, uno de sus favoritos, y ¿por qué no? vivir su soltería como todo un campeón.
KING OF THE HILL, TOP OF THE HEAP
Ha sido un día largo, primero un vuelo y luego el trayecto en carretera hasta Manhattan. Varias horas de sesión de fotos, cuatro cambios de ropa y un cuarto lleno de personas trabajando. Marco sigue tan profesional como siempre y con el mejor ánimo para la conversación. Nos da curiosidad, en sus palabras ¿cuál será la clave de su éxito y el secreto de su encanto?
“La confianza y fuerza mental”, asegura en varias ocasiones. “Mr. Charming” está consciente que las cosas no han sido fáciles de conseguir, han habido caídas, pero gracias a este par de cualidades ha tenido la actitud y fuerza para salir adelante, sin importar las adversidades. “No dejar de creer en ti”, concluye.
Y es que tanto en Nueva York –como en México y hasta en China– como va la letra de Frank Sinatra, para ser el número uno, ‘top of the list, king of the hill…’, no existe momento para posponer, ni descansar.
En este sentido, Marco no baja los brazos y, aparte de su carrera deportiva, ahora también está enfocado en dar el siguiente paso en el ámbito de las inversiones y los entrepeneurs.
“Dan ganas de cambiar, entrar a una nueva etapa de la vida. Es importante pensar en el futuro”, y es por eso que después de asesorarse con un amigo de la infancia y experto en negocios decidió incursionar en el ramo de los postres, para llevar a China una nueva marca de helados artesanales mexicanos: “La Mexicana”.
“Echando a perder se aprende”, después de inversiones fallidas y restaurantes poco exitosos, Marco se siente orgulloso de sus helados en Shanghai, de su consultora MFAC Group que ayuda a emprendedores a arrancar sus proyectos, tal y como él se encontraba en algún momento, y de MF10, enfocada más al tema de imagen y mercadotecnia, algo en lo que con el tiempo se ha hecho experto.
Asimismo, su plan de reabrir las escuelas de futbol en Guadalajara continúa en pie, donde poco más de 500 niños descubrirán su pasión; quiere ayudar a las próximas generaciones de futbolistas, por lo que también apoya las fundaciones de Andrés Guardado y Rafa Márquez.
IT’S UP TO YOU… MARCO FABIÁN
Fuera del hotel, un joven mexicano, curiosamente con la playera de la selección mexicana, se acerca a Marco y pide que le firme su playera. El chico y su madre no creían la suerte de encontrarlo ahí y se veían claramente felices.
Esto nos recuerda lo famoso y activo que es en sus redes sociales: “En ocasiones es bastante difícil contestar a todos; sin embargo, procuro hacerlo y enseñarles quién soy; suelen llegarme mensajes apoyándome y, cuando no, respeto las opiniones”.
Por más que extraña y que en ocasiones le gustaría regresar a México, puede ser difícil después de tanto tiempo fuera, “no hay punto de comparación con la gastronomía de México, sus playas y paisajes”; eso sí, le encantaría retirarse en nuestro país, en determinado momento porque, a pesar de estar en un gran lugar en su carrera, sabe que el tiempo se encuentra limitado en el deporte.
Cambiamos de tema a algo más relajado para despedir nuestra sesión; el cambio de ropa fue nuestra excusa para hablar sobre su estilo: “Me gusta usar ropa casual y moderna, lo innovador y minimalista; me llama la atención la parte formal y de vez en cuando me dan ganas de ponerme algo más serio”.
Eso sí, lo que no puede faltar en su armario son muchos (en verdad demasiados) tenis, una buena cantidad de playeras y el accesorio predilecto: un reloj, de los cuales algunos usó para las fotos en estas páginas.
Marco es de esos que nunca engorda, aunque “de unos años para acá procuro ser más healthy”, cuida su piel con distintos productos y practica meditación para despejarse y relajarse.
Son casi las 12 de la noche, Marco comenta lo orgulloso de estar en este punto en su vida, jugar en Estados Unidos y sus próximas metas a cumplir: “Dejar huella en Philly, cerrar bien la temporada e inaugurar ‘La Mexicana’”.
Nosotros felices de trabajar con él y desearle toda la suerte del mundo, aunque sabemos tiene de sobra. Suerte, encanto, buena vibra, optimismo, una estrella grande para brillar con luz propia, como dice la canción de Sinatra: “If I can make it there, im gonna make it anywhere, I’ts up to you…”.