Saúl Canelo Álvarez apareció en nuestra portada hace algunos meses, durante la entrevista reveló lo que siente al estar en un ring y sobre como ve la vida ahora que es todo un gran campeón.
Me encanta, es un sentimiento que no puedo describir, pero realmente disfruto la pelea cuando estoy arriba.
Es una mañana soleada en San Diego, California y el punto de reunión es uno de los hoteles más lujosos de la zona. Tuvimos que superar muchos contratiempos para llegar aquí (incluyendo un cambio de locación de último momento y una maquillista que perdió el vuelo, entre otros), pero finalmente estamos listos para empezar cuando llega Saúl Canelo Álvarez caminando por el pasillo del hotel, vestido con un conjunto de pants grises y los tenis estilo calcetín de Balenciaga de los que todo el mundo habla últimamente.
“Son demasiado cómodos”, me dice. Comenzamos con el shoot de portada y el cambio de ropa (de pants a un traje de rayas con un abrigo) lo hace lucir casi como otra persona, es un atuendo muy diferente a lo que acostumbra usar y bromeamos que parece un miembro de la mafia italiana. Lo increíble es que todos los looks le quedan tal y como si hubieran estado hechos especialmente para él y actúa con gran naturalidad frente a la cámara, pero su actitud sigue siendo la misma. Todos comentamos lo bien que se ve y lo fotogénico que es. “Ya no me lo digan porque me lo voy a creer,” bromea.
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Entre tomas nos sentamos a platicar en la terraza. El clima es perfecto para estar afuera y la vista de los árboles que rodean el hotel es increíble. La primera impresión de Saúl Canelo Álvarez es que es muy serio, pero una vez que comienza la conversación es más abierto y relajado. Uno de los primeros temas que tocamos es la recepción del Premio Nacional del Deporte. “Me siento muy contento y orgulloso. Estoy muy agradecido con mi país por otorgármelo, soy el primer peleador en recibirlo”.
He de admitir que no soy ninguna conocedora cuando se trata del boxeo, pero lo que sé, es que casi como cualquier deporte, practicarlo de manera profesional implica una gran disciplina, y mientras más platico con Saúl me doy cuenta del gran sacrificio y las exigencias que se requieren para poder llegar hasta dónde él lo ha hecho. “Es un deporte muy celoso, con muchas exigencias y si no haces las cosas bien se va a notar en la pelea, al final del día estás tú solo arriba del cuadrilátero arriesgando tu vida”.
Me cuenta que su rutina de entrenamiento consiste en levantarse diario a las cinco de la mañana para correr, regresar a desayunar y descansar un par de horas para luego ir al gimnasio para hacer sparring y estrategia para la pelea durante tres horas. “Lo más exigente del boxeo es la dieta porque tienes que dar el peso y deshidratar el músculo para lograrlo. No es muy variada así que es fácil de seguir. Conforme se acerca la pelea hay que apretar más, dejar de cenar y comer más ensaladas.
Los últimos dos kilos son los más difíciles y es cuando hay que dejar el agua para poder deshidratarte”, me dice. ¡Wow! Definitivamente tienes que amar este deporte para mantener una rutina tan demandante. Y ese es precisamente el caso del “Canelo”, quien se enamoró de este deporte a los once años al ver a su hermano, Rigoberto Álvarez, debutar como profesional.
Admiro a todos los deportistas porque para ser exitoso se requiere de mucha disciplina y sacrificios, y todos tienen una buena historia de cómo llegaron hasta donde lo han hecho.
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