La última entrega de Star Wars: The Rise Of Skywalker se estrena el 19 de diciembre y es un final que llevamos esperando más de 40 años. Esta es la reseña de Star Wars: The Rise Of Skywalker
LA RESEÑA DE STAR WARS: THE RISE OF SKYWALKER
Esta reseña de Star Wars: The Rise Of Skywalker no contiene spoilers y la iniciamos con muchas cosas que ya sabíamos. Para empezar, el emperador Palpatine (Ian McDiarmid) está vivo y la película nos lo muestra enviando un mensaje a la galaxia amenazando con vengarse con una enorme flota de naves que destruirán varios planetas. La Resistencia, y Rey (Daisy Ridley), deben encontrar pistas que les revelen su ubicación y que les permita derrotarlo una vez más, a pesar de la furia del Líder Supremo Kylo Ren (Adam Driver).
Por tercera vez en la vida de muchos adultos, llega una conclusión de la saga Skywalker. Una vez más, una trilogía ha construido este final; Una vez más, el destino de la galaxia pende de un hilo. Esta nueva entrega no presenta un pozo de Sarlaac, ni está tan por encima de su predecesora, ni de Revenge Of The Sith, pero sirve, para bien y para mal, como una conclusión a la historia que el director J.J. Abrams comenzó en The Force Awakens.
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Aunque The Last Jedi dividió la opinión de los fanáticos, indudablemente tuvo una de las mayores sacudidas en la historia de la saga, al menos desde ESA revelación en The Empire Strikes Back. Con la cinta se abrió el universo de la historia a nuevas y emocionantes posibilidades, a personajes más allá del pequeño grupo Skywalker y a las injusticias y deficiencias de la Resistencia, así como en el Imperio. Sin embargo, Abrams ignora casi por completo las puertas que abrió y vuelve a su primer instinto, manteniéndose cerca de los elementos establecidos en The Force Awakens.
Así que las ideas abandonadas como los Caballeros de Ren están de regreso, y la conversación sobre la paternidad de Rey que Johnson parecía esconder, ahora descansa como el Emperador. Con esto, y con la lluvia de emociones que nos van dejando, la película luce más como un paso hacia atrás en lugar de un salto hacia adelante, cosa que no permite que la trilogía se sienta como un solo filme a diferencia de la anterior.
Aún así, algunos elementos son maravillosos. Rey, interpretada por Daisy Ridley, está entrenando ahora bajo la tutela de Leia (Carrie Fisher), se ha vuelto más segura de su poder, aunque no en su capacidad de resistir el Lado Oscuro. Todavía está vinculada a Kylo Ren (Adam Driver), y sus enfrentamientos le dan a la película sus mejores escenas emocionales. Su extraña conexión ha sobrevivido a Snoke y se ha fortalecido; pueden enfrentarse a duelo sin importar dónde se encuentren en la galaxia, y se burlan mutuamente con visiones del futuro que respaldan sus propias creencias. Y Ridley es genial, atormentada por la idea de que es su destino ir al Lado Oscuro y temer a su propio poder.
Ella y Kylo, por lo tanto, están extrañamente bien emparejados. Rey invierte apasionadamente en sus amistades y su causa; mientras que él es apasionadamente cínico y desconfía de todos. Mientras que Finn convence a Rey de que no tiene que hacer todo sola; Kylo todavía tiene un terrible control de los impulsos y se aleja de ella para convertirse en el líder que esperan sea.
Star Wars: The Rise Of Skywalker tiene una fotografía hermosa, y ofrece fuertes actuaciones de Driver y Ridley en particular, pero con todo y esto, la saga termina sin un estallido, ni siquiera un gemido, sino algo intermedio.
Las demás actuaciones no parecen tan extraordinarias como las principales, vemos por ejemplo a Finn (John Boyega) viajando con Poe (Oscar Isaac) y Chewie (Jonas Suotamo) recolectando información de espías para Leia. Poe, siendo un Indiana Jones espacial, es muy divertido, pero tal vez demasiado divertido para alguien que debería estar aprendiendo a ser un líder de la resistencia. Boyega está extrañamente desatendido: obtiene más tiempo de pantalla que antes pero menos movimiento. Si bien el vínculo de Finn con Rey se señala en varias ocasiones, no se le dejó un espacio para desarrollarse como en la anterior cinta. Él está demasiado ocupado con las nueva adquisiciones, como la rebelde Jannah (Naomi Ackie), una actriz carismática que se hubieran podido ahorrar haciendo que que Finn se peleara con Poe en lugar de ella, o darle a Rose Tico (Kelly Marie Tran) más que unas pocas líneas.
El personaje de Zorii Bliss que interpreta Keri Russell es otra figura poco interesante que, en última instancia, está allí para coquetear con Poe y nada más. ¿Realmente necesita otro interés amoroso cuando puede generar calor literalmente con quien sea? Junto con otros recién llegados como Babu Frik (Shirley Henderson) y el droide D-0, y el glorioso regreso de Lando (Billy Dee Williams), hay mucha distracción en el viaje de nuestros héroes. Se nota que este fue una amabilidad que tuvo la producción con los fans, pero, con demasiada frecuencia, se siente más como que trataron de complacerlos.
Otra complicación en la narrativa se encuentra cuando, para derrotar al Emperador, nuestros héroes se enfrentan a una búsqueda directamente desde la alta fantasía o el juego promedio: encuentra lo que señala a la otra cosa para hacer lo siguiente, con un par de rescates de bonificación en el camino. El sendero conduce a los restos azotados por la tormenta de la segunda Estrella de la Muerte, el «Desierto Prohibido de Pasaana» y el mundo nevado de Kijimi. El nivel de artesanía y diseño en estas películas sigue siendo extraordinario; visualmente todos es hermosos, particularmente las olas imponentes de ese mundo en el sistema Endor.
Mientras buscan, el destino sigue llamando. Rey y Kylo deben enfrentarse nuevamente; el Emperador debe ser derrotado sin que el vencedor simplemente tome su lugar en el Trono Sith. Palpatine está de regreso, terriblemente cambiado pero todavía potente, más máquina ahora que el hombre.
Hay golpes emocionales efectivos antes del final, ya que nos despedimos de Carrie Fisher y su generación de estrellas y Kylo y Rey se enfrentan a sus demonios. Podría decirse que la historia termina más o menos en el lugar correcto, a pesar de los hilos que quedan pendientes. Cuando se centra en Rey y Kylo, esta película generalmente funciona. Independientemente de lo que diga el Lado Oscuro, podemos hacer nuestro propio destino, y cambiamos el universo cuando lo hacemos.