La leyenda de las amazonas pervive en la gran pantalla y si no que se lo cuenten a actrices como Jennifer Lawrence y Evangeline Lilly, dos actrices de gran carácter que se arman con flechas y arcos para competir en la cartelera, aunque cada una en su estilo.
Dominar el arte del arco y las flechas no es tarea fácil, pero Jennifer Lawrence (Katness Everden) y Evangeline Lilly (Tauriel) se han puesto manos a la obra y han afinado su puntería femenina.
A pesar de la torpeza de la que hizo gala la protagonista de «The Hunger Games» al recoger su primer Oscar, cuando tropezó por las escaleras, Lawrence ha conseguido ser casi una experta en el dominio del arco y la flecha, que le ha valido el aplauso de los expertos.
«Gracias a los especialistas con los que trabajé puedo decir que ahora soy bastante buena, para qué te voy a mentir», comentó a un periodista la actriz durante la presentación de la primera entrega. Una agilidad que parece no haber desarrollado fuera de la gran pantalla, y a la que suma un fuerte carácter.
«Siempre he sido de la forma que soy. Nunca he sentido que tuviera opción a ser de otra manera», asegura Lawrence, quien cree que su «tozudez» le ha ayudado a mantener los pies en el suelo y no dejarse arrastrar por la marea de la popularidad.
Otra arquera que, en este caso se estrena es la actriz Evangeline Lilly, quien parece que también ha alcanzado gran destreza con las flechas y el arco, para meterse en la piel de «Tauriel», la elfa de la nueva entrega de «The Hobbit».
Una interpretación ha suscitado críticas no tanto por su destreza en esta nueva disciplina, como por ser un personaje totalmente inventado respecto al libro de Tolkien escrito en 1937. «Tauriel» mantiene en esta segunda entrega una conexión romántica con el atractivo Legolas, elfo que encarnó el guapísimo actor Orlando Bloom, quien acaba de divorciarse de su mujer, la modelo Miranda Kerr.
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Estas dos arqueras no son las únicas que ha dado la historia del séptimo arte, que entraña una larga lista de actrices que en algún momento de su carrera decidieron afinar su puntería.
Una de las más controvertidas ha sido la inglesa Keira Knightley que se puso a la altura del mejor Robin Hood en «King Arthur» (2004), con una versión de lo más guerrera de la Princesa Ginebra, en compañía de Clive Owen y Mads Mikkelsen.
La polémica llegó con el cartel del filme, en el que la intérprete aparecía con el busto photoshopeado para rellenar el minúsculo top que lucía en el cartel promocional de la película. La controversia acerca de este «aumentado» look hizo que, con motivo del estreno del filme «La Duquesa», la actriz prohibiera que cualquiera de sus fotos fuera retocada. Toda una lección de puntería femenina.
Menos controvertidas por su imagen, y más orientadas al público infantil, han sido las figuras de la actriz inglesa Anna Popplewell en «The Chronicles of Narnia» o la impulsiva Mérida, protagonista de «Brave» (2012), un filme de animación la factoría Pixar, caracterizada con una frondosa cabellera pelirroja.
Pero no solo el género de ficción y fantasía acumula prestigiosas arqueras, numerosas son los actrices que han encarnado personajes de época que muestran a sus protagonistas blandiendo arco y flechas como pasatiempos.
Fue el caso de la «Emma» de Jane Austen protagonizada por Gwitney Paltrow, o la ingenua May Welland en la piel de Winona Ryder en «The Age of Innocence», (1993) de Martin Scorsese. Dos personajes que reflejan su gran carácter a partir de esta disciplina, que hermana el pasatiempo con la caza.
NO SOLO ENTRE MUJERES ANDA EL JUEGO
Pero no solo las mujeres son grandes arqueras. Los hombres han demostrado a lo largo de su historia una gran destreza en el arte de apuntar, tensar y disparar. Es difícil olvidar al acrobático Errol Flynn, el analfabeto y decadente Sean Connery, el romántico y aventurero Kevin Costner o, por supuesto, el zorro guasón de Walt Disney.
La más reciente versión y a manos de uno de los más atractivos actores, fue la de Russel Crowe en «Robin Hood» (2010). Aunque el ganador de un Óscar por «Gladiator» tampoco disparó tantas flechas, ni siquiera llevaba mallas.
El australiano se transformó en la versión del Príncipe de los Ladrones con más encanto de la gran pantalla, pero también derribó el mito de robar a los ricos para repartir entre los pobres.
«Siempre ha habido cierto aspecto socialista relacionado con Robin Hood. Pero no creo que cuando eres rico seas necesariamente una mala persona. Hay gente que está arriba porque ha trabajado muy duro. Y hay otra que por supuesto se ha aprovechado. Es todo un poco más complejo que todo eso», aseguró Crowe en una entrevista con motivo del estreno.
Otro de los arqueros más deseados del séptimo arte es el guapísimo Orlando Bloom, como Legolas en «The Lord of the Rings» y que se atrevió a asegurar en la presentación de este filme, que tener un hijo no está reñido con la seducción.
«Al tener un hijo la seducción no desaparece. A mí me ha centrado en la dirección correcta, porque las cosas pequeñas han perdido importancia -añade-. Es el papel más desafiante que he hecho hasta la fecha y me siento bendecido».
Todo un amplio y variado abanico de arqueros y arqueras, que demuestra el éxito del arco y las flechas va más allá de Guillermo Tell y Robin Hood. Arco, flechas y afinada puntería ha bastado a este grupo de actores para dar en la diana de la gran pantalla y trinchar al espectador.