El actor y director británico es uno de los fuertes contendientes a llevarse el Oscar por su trabajo en Belfast, cinta con la cual hace un homenaje a su infancia.
Kenneth Branagh es uno de los mejores actores británicos de su generación y como director ha sido responsable de éxitos como Thor o Cinderella.
Ahora, regresa a la silla de director para presentar Belfast, una película filmada en blanco y negro que desde su estreno en el Festival de Telluride, en septiembre pasado, se convirtió en una de las consentidas de la crítica y en contendiente a luchar por el Oscar.

Belfast tiene 7 nominaciones al Oscar, entre ellas las de Película y Director, y es una de las favoritas para ganar ambos.
En exclusiva para Esquire México, Branagh platica cómo fue el proceso de rodaje y lo que significó para él regresar a su infancia.
«A finales de los 60, Belfast tuvo una época particular, a veces dramática y violenta, pero mi familia y yo fuimos parte de esa historia«, comenta.
«En esa época siempre había una historia que representaba una especie de cruce a la edad adulta, donde pierdes la inocencia y adquieres responsabilidades«, agregó.
Kenneth Branagh y su western con sabor irlandés
Para Branagh, filmar esa parte de su historia fue como realizar un western, desde la perspectiva de un chico de 10 años.
«Está contada a través de los ojos de un niño de 9-10 años de edad, que veía mucha televisión y películas«, recuerda el cineasta.

«En ese entonces la TV presentaba muchos westerns, así que cuando escribí el guión sentí que estaba haciendo justo eso, un western, pero desde la perspectiva de ese niño», asegura.
Otro de los factores que ha cautivado a propios y extraños acerca del filme es su autenticidad, algo que Branagh tenía muy claro desde el inicio.
«Quise recrear lo más posible las costumbres, la moda, la forma de hablar de la gente en ese momento específico. Eso le ha dado un sabor de ser auténtica«, señala.
Jude Hills, la gran revelación de Belfast
Gran parte del éxito de Belfast es la actuación de Jude Hills, quien termina siendo la representación de Branagh a esa edad. Al respecto, Kenneth Branagh comparte:
«Fue un gran descubrimiento, como si lo hubiéramos tenido justo en el momento en que empezaba a florecer«, explica.

«No queríamos a un niño que de repente fuera una estrella, sino a alguien que fuera niño, que le gustara el futbol y andar con los amigos. Y eso era Jude, un chico como cualquiera, pero al mismo tiempo era muy serio, muy comprometido con el trabajo«, recalcó.
Acerca de filmar Belfast en blanco y negro, Branagh comentó que eso le brindó al filme, de una manera u otra, más autenticidad.
«Es una cosa curiosa, porque obviamente no vivimos en un mundo en blanco y negro, pero paradójicamente le da un efecto más realista, una especie de tratamiento poético. Para mí hay dos clases de blanco y negro: el de Hollywood y el europeo. Este último tiene una calidad demacrada, con un toque de belleza muy propio, mientras que el de Hollywood es diferente, fue con el que crecí más y se quedó grabado en mi mente, así que opté por este, que es más vivo«, expresó.
Te invitamos a que veas la entrevista completa con Kenneth Branagh, en exclusiva para Esquire, en nuestro canal de YouTube:
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