El movimiento #MeToo ha animado a mujeres de la industria a alzar la voz y denunciar a directores, productores y actores que las han atacado.
En el año desde que salieron a la luz las primeras acusaciones contra Harvey Weinstein, la máquina de Hollywood está en una búsqueda espiritual.
El caso de Weinstein, junto con James Toback, Kevin Spacey, Brett Ratner, Les Moonves, Roy Price de Amazon Studios y muchos otros, expuso la dolorosa realidad de incontables mujeres en una industria donde la desigualdad de género era sistemática y generalizada.
Como muestran las actuales audiencias a Brett Kavanaugh, el movimiento #MeToo ha trascendido de lejos las películas. Pero Hollywood sigue siendo el centro de una erupción cultural que comenzó hace un año con reportes sobre Weinstein publicados por The New York Times y The New Yorker que fueron galardonados con premios Pulitzer.
Doce meses después, el polvo dista de asentarse. Pero en entrevistas con actrices, cineastas, productores y otros, se buscó sondear si Hollywood es un lugar palpablemente diferente hoy. «Definitivamente ha habido un cambio radical”, apuntó la actriz británica Carey Mulligan. “Siento que si estuviera caminando por la calle y alguien me dijera o hiciera algo fuera de los límites de lo apropiado, me sentiría mucho más empoderada para decirles que se vayan al diablo mientras que antes probablemente no lo hubiera hecho. Ese tipo de áreas grises ya no son áreas grises”.
Mulligan, quien interpretó a una activista del siglo XX por los derechos de la mujer en Las sufragistas de 2015 y se expresó enérgicamente sobre la brecha salarial en Hollywood, dice que en cada trabajo que ha realizado el último año, ha habido un código de conducta bien conocido.
Según la actriz, las estadísticas muestran que los cambios en cuanto a igualdad de género han sido pocos o nulos, pero espera con optimismo un cambio en marcha.
Los investigadores de la escuela de comunicación y periodismo USC Annenberg y otras instituciones aún no han encontrado ninguna diferencia marcada en la representación femenina en la pantalla, detrás de las cámaras o en la sala de juntas.
Los investigadores de la escuela de comunicación y periodismo USC Annenberg y otras instituciones aún no han encontrado ninguna diferencia marcada en la representación femenina en la pantalla, detrás de las cámaras o en la sala de juntas. Los datos luego que finalice 2018 darán un retrato más claro del año, pero las dos décadas previas han mostrado casi cero cambios.
Al menos de manera anecdótica, los estudios y las compañías de producción están buscando más agresivamente a directoras.
Tras el discurso de Frances McDormand en los Oscar, la práctica de “cláusulas de inclusión”, disposiciones obligatorias para contratar un elenco y personal diverso, se ha extendido.