Fernando Gago tiene semihipnotizado al exclusivo grupo de periodistas mujeres que lo escuchan en el centro comercial Alto Palermo, en Buenos Aires, Argentina. Gago y las reporteras han venido a la presentación de la campaña editorial «Viaje hacia la gloria» de Esquire Latinoamérica y Hugo Boss Fragancias. Antes de que empiece una firma de autógrafos con aficionados que resulta multitudinaria, el mediocampista del Boca Juniors -la escuadra más popular del país- atiende una conferencia de prensa con cuestionamientos que van desde sus expectativas sobre la actuación de la selección argentina en el Mundial de Brasil 2014, hasta sus pasatiempos y los partidos de tenis que juega con su esposa, la guapa tenista Gisela Dulko.
Estoy seguro de que ni Gago ni las periodistas -todas muy profesionales- son plenamente conscientes de lo que ocurre durante la ronda de preguntas y respuestas. Ellas sonríen con suavidad cuando se dirigen a Fernando, y él responde a media voz, sin hacer demasiado contacto visual, como el hombre tímido que sin duda es, al menos con los medios de comunicación. Esa timidez le hace ganar puntos -y más sonrisas- a uno de los futbolistas mejor parecidos del mundo. Y las reporteras, hay que decirlo, lucen encantadas.
El encanto de Gago con el sexo femenino está respaldado por un precoz talento futbolístico que, a sus 28 años, le ha permitido jugar en clubes tan grandes como Real Madrid, A.S. Roma y, claro, el propio Boca Juniors, equipo en el que debutó hace menos de una década y al que regresó en 2013. Tiene un amplio palmarés, que incluye un título de la Copa Mundial Sub-20 en 2005 y una medalla de oro en las Olimpiadas de Beijing 2008. Todo parece indicar que jugará con el representativo de su país en tierras brasileñas, al lado de Lionel Messi y el pelotón de estrellas que conforman una de las selecciones más poderosas y favorita para ganar esa competición.
No todo en su carrera ha sido color de rosa. En ciertos momentos, las lesiones lo han alejado de su mejor nivel y lo han convertido en el blanco de críticas y cuestionamientos no siempre bien intencionados o justificados. Por eso este año mundialista es tan importante para él. Cobijado por el cariño de su esposa y su pequeño hijo, Fernando Gago aún tiene mucho que decir dentro y fuera de la cancha.
ESQUIRE: Dicen que infancia es destino. ¿Cómo fue tu niñez?
FERNANDO GAGO: Sin la humildad que aprendí donde me crie no hubiese podido lograr lo que hecho. En este deporte es donde te das cuenta de que hay que hacer hincapié en el trabajo y la humildad. El éxito es algo pasajero si uno no hace las cosas bien. Si uno no cuida su carrera puede tener un año muy bueno, pero lo importante es asegurar mantenerse durante diez o doce años y seguir teniendo éxito y reconocimientos.
ESQ: ¿Hubo algún momento crítico en tu vida de futbolista?
FG: A los catorce años quise dejar el futbol, no quería jugar más. Me senté con mis padres, hablamos, me dieron su opinión. Me hicieron entender muchas cosas. Gracias a esa charla logré lo que soy hoy.
ESQ: ¿Qué has aprendido en estos años del trabajo en equipo?
FG: El futbol es un deporte grupal donde todos debemos tener el mismo objetivo. Si cada uno piensa en el éxito personal, llega un momento en que se derrumba. Para conformar un equipo lo óptimo es que todos tengamos el mismo pensamiento, sentimiento de ganar y ambición de lograr el éxito juntos.
ESQ: ¿Crees que el futbol ayuda a fomentar el respeto entre las personas?
FG: Sí, esa es una de las cosas más importantes. Hay mucha competencia, aunque sana, en la que se pelea un puesto en el equipo. El respeto hay que tenerlo siempre y es vital en el futbol.
ESQ: ¿Cuáles son los atributos más importantes para ser un crack en la cancha y en la vida personal?
FG: En la cancha depende de las capacidades técnicas y físicas de cada jugador. Pero lo más importante es que hay que ser buena persona en la vida. Tener respeto, humildad, trabajar mucho y ser sincero con uno mismo, que a veces es lo más complicado. Pero sobre todo, ser feliz.
ESQ: ¿Cuáles son tus planes a futuro?
FG: Uno de los objetivos más grandes de cualquier jugador es el Mundial de Brasil [al cierre de esta edición Fernando formaba parte de los 30 preseleccionados argentinos que pelearían un lugar en el equipo final]. Ganarlo. Es muy difícil porque hay muchos equipos muy bien preparados, pero tenemos que ir todos con el mismo objetivo, ir tranquilos. Es la ilusión que todos tenemos, tratar de ganar. Es el objetivo máximo de cualquier jugador.
ESQ: ¿Qué sientes de formar parte del equipo nacional?
FG: Es algo único representar a tu país. Es lo máximo tener a un país respaldándote, con la esperanza de lograr un título. No se puede explicar lo que significa tener el cariño de la gente. Te vas dando cuenta, al caminar por la calle, de la ilusión que tienen de que ganemos el Mundial. Eso nos llena de orgullo y fuerza para lo que viene, que es algo muy importante. Nuestra afición es increíble.
ESQ: ¿Qué consejos le darías a un chico que quiere seguir tus pasos?
FG: Que se divierta, que lo disfrute y que no se presione. Que lo vea como algo que puede dar alegría y felicidad y no lo tome, de inicio, como un trabajo. Ya cuando crezca tendrá que tomarlo en serio, pero de pequeño tiene que disfrutar y ser feliz. Eso es lo único que lo puede hacer crecer: divertirse con el juego. Eso y tener humildad siempre.
ESQ: ¿Quién crees que será el ganador del Mundial?
FG: Ojalá que sea Argentina.
ESQ: ¿Cuáles son tus otras pasiones además del futbol? ¿Qué te inspira día a día?
FG: Mi hijo. Cada vez que me levanto lo veo y siento que es la felicidad más grande que me pudo haber pasado en la vida. Disfruto cada momento a su lado, compartir cosas, dormirlo o darle de comer. A partir de su nacimiento mi vida cambió por completo.
ESQ: ¿Cómo te ha ayudado él en tu vida?
FG: En todos los momentos difíciles. Cuando llego a casa me da alegría, me da tranquilidad y aleja todos los problemas que podemos tener los jugadores de futbol. Cualquier resultado, cualquier partido, no importa más. Es el lugar donde estoy más tranquilo.
ESQ: ¿Tu familia es uno de tus orgullos más grandes?
FG: Es lo primordial que tengo en la cabeza, junto con el futbol. Son las dos cosas que hoy más quiero y respeto. La familia es de por vida.
ESQ: ¿Cómo defines el éxito?
FG: Toda mi vida he buscado tener éxito en lo deportivo y lo personal, sobre todo en lo segundo. Lo deportivo sólo dura cierto tiempo, es un juego. El éxito real es tener una familia unida.
ESQ: ¿Cómo celebras tus éxitos?
FG: Con la gente que más quiero, que ha estado conmigo y me ha acompañado en mi carrera y la vida. Trato de comer con ellos, pasar tiempo juntos. Es algo que me llena de felicidad.
ESQ: ¿Quién te inspiró a buscar este tipo de satisfacciones?
FG: Mi papá y mi mamá. Siempre estuvieron a mi lado tratando de enseñarme las cosas buenas de la vida, el camino a seguir, y me dieron ejemplos que me demostraban que el éxito no era algo material, sino personal. Me mostraron que lo material no es nada sin la vida familiar, y hoy es lo que más valoro de ellos.
ESQ: ¿Tienes algún ritual?
FG: Siempre entro con el pie derecho a la cancha. Es lo único que hago.
ESQ: ¿Cómo definirías tu estilo al vestir?
FG: Soy muy clásico, muy normal. Trato de estar arreglado, como cualquier persona de veintisiete años [28 cuando se cerró esta edición].
ESQ: ¿Hay alguna cosa que has aprendido de tus padres y que quisieras transmitir a tu hijo?
FG: Todo.
ESQ: ¿Algún consejo que recuerdes de tus padres?
FG: Que siempre sea feliz. Y trato de hacerlo cada día sin falta.