No hay lugar a cuestionamientos, la NFL es hoy por hoy la mejor liga del mundo; Fantasy Football comprueba que esta Liga es capaz de ofrecer un espectáculo integral para los aficionados de todas las edades, géneros y de todos los perfiles.
Por Juan Pablo Espinosa
No hay como tal un fan promedio de la NFL, pues cubre tantas necesidades y formas de ser que seguramente la convierte también en una de las ligas más incluyentes.
Para los más fanáticos que se adentran en los números y estadísticas, la Liga ofrece un pasatiempo que con el tiempo se ha consolidado como uno de los más fuertes y sobre todo un vicio para los amantes de este deporte y que ya ha sido copiado por otras disciplinas, el Fantasy Football.
Concebido como un ejercicio didáctico para registrar los números y logros de los jugadores, el Fantasy se ha convertido en una especie de cultura en Estados Unidos, que a su vez ha permeado a nuestro país. En este juego, los participantes son dueños y entrenadores de un equipo que se hace de ciertos jugadores. Con base en lo realizado por los deportistas partido a partido, se van sumando puntos derivados de sus atrapadas, anotaciones y yardas recorridas en el caso de los ofensivos; tacleadas, capturas e intercepciones para los defensivos y goles de campo y regresos para los equipos especiales.
El crecimiento de estas Ligas de fantasía ha sido meteórico, en Estados Unidos hay incluso especialistas y mesas de análisis que determinan cuáles son las mejores incorporaciones o potenciales cambios para asegurarse la mayor cantidad de puntos. Precisamente, en los niveles profesionales se apuestan fuertes cantidades de dinero y se toma en cuenta hasta la más mínima y para muchos, insignificante estadística. En la actualidad existen libros y programas especiales que desgranan cada parte del juego, compiten con cualquier estadística y atributo y aseguran tener los secretos para convertirse en un ganador.
¿De qué trata Fantasy Football?
La dinámica busca simular los pasos que sigue la NFL en la planeación de una temporada. Existe un draft con turnos establecidos y límite de tiempo, donde por rondas los participantes van eligiendo a sus jugadores, de manera individual pero también colectiva, es decir, eligen por ejemplo a la defensiva completa de un equipo y en el caso de la ofensiva a jugadores específicos por posición.
Una vez que los equipos están formados, puede haber intercambios siempre y cuando los jugadores lleguen a un acuerdo.
Una vez armado el equipo, cada jugador define a su cuadro titular. Y aunque las formaciones pueden cambiar, generalmente tienen un quarterback, dos corredores, dos alas abiertas, un jugador de cualquier posición ofensiva, un ala cerrada, una defensiva o equipos especiales, un pateador y seis elementos de backup en la banca.
Dependiendo de la jugada se suman o restan puntos. Con el pasar de las jornadas, puede haber intercambios y sustituciones para reaccionar ante las bajas de juego o lesiones de los jugadores que se reflejan en la poca producción de puntos.
En México, la popularidad de esta modalidad ha ido en aumento y es muy común que en las oficinas o en los grupos de amigos se hagan competencias de Fantasy.
Generalmente se juega con un sistema donde cada semana se enfrentan parejas de rivales. Los participantes con mejores marcas acceden a playoffs y en los últimos partidos de la temporada regular se define al campeón.
Aunque comenzó como un juego, el Fantasy Football se ha convertido en un vicio para los amantes del fútbol americano. Ya sea por las apuestas o con el único objetivo de divertirse, el Fantasy saca al “geek deportivo” que casi todos tenemos dentro. Y es que una vez que se da la patada inicial, cada quien vive su temporada como si el pase al Super Bowl estuviera en juego.
Imagen principal tomada del sitio www.fantasy.nfl.com